El desafío de los nativos digitales

Toda generación es marcada, especialmente durante la adolescencia, por acontecimientos históricos que forman su identidad.

29 DE JUNIO DE 2011 · 22:00

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La época de la posguerra afectó a nuestros abuelos o bisabuelos, los acontecimientos sociales de los años 60 y 70 produjeron la Generación del Baby Boom, la crisis económica de los 80 marcó a la Generación X y su visión negativa de la sociedad, su desencanto con el mundo moderno y su apertura a lo que se ha llamado la filosofía posmoderna. La juventud de hoy en día crece en un mundo formado por una sociedad de la información comercializada en todo momento.Los cambios sociales son tan enormes que incluso teniendo entre 35 ó 40 años apenas la reconocemos. La sociedad de la información funciona las 24 horas del día y los 7 días a la semana. La era Internet dice que la información es anywhere, anytime, anyplace (por todas partes, en cualquier lugar y en cualquier momento). Las consecuencias de este acceso a la información son significativas y muchas veces muy difíciles de asumir por los adultos. Estamos ante el final de los monopolios del conocimiento: hay tanta información que ya nadie puede erigirse en portador único de la verdad, como ocurría antes. De este modo, varía el papel de los medios de comunicación (lo que antes se encontraba en un libro o en un periódico era verdad, ahora ya no) y de las autoridades (gobierno, compañías, profesores, iglesia), que pasan de ser autoridades del saber a convertirse en una fuente más del conocimiento. SER CREIBLES EN UN MUNDO CAMBIANTE Marcos Zapata, pastor y conferenciante, en una reciente conferencia habla de la necesidad de que las iglesias sean “estructuras de credibilidad”. Para ello necesitamos ser capaces de adelantarnos al conjunto de la sociedad con el objetivo de ofrecer soluciones auténticas. Hoy la identidad está basada en la experiencia, no sólo en las ideas. Así que somos llamados a vivir un evangelio sin máscaras, más genuino, más auténtico. JÓVENES QUE HAN VIVIDO EN BIENESTAR La gran mayoría de los jóvenes crecen en niveles de prosperidad que ven incrementarse. En teoría, éste debería darles mucha más confianza en un futuro mejor, sin embargo, el paro juvenil con índices muy altos en España, hace que los jóvenes vean el futuro con incertidumbre. Lo que sí es cierto es que tienen muchas más posibilidades de elegir que antes y se han convertido en consumidores muy críticos.La sociedad de consumo es un auténtico enemigo para el mensaje del evangelio. La publicidad está en todas partes. Según diversos estudios, una persona recibe de media cerca de 3.000 impactos publicitarios diarios. Esto quiere decir que nuestro mensaje tiene ¡mucha competencia! La prosperidad ha permitido, además, la adquisición masiva de nuevas tecnologías desde la más tierna infancia y su renovación constante.La gente ha colocado a la tecnología como la “nueva ciencia” que hay que apoyar para resolver nuestros problemas futuros “Los jóvenes no aceptan ningún sistema que no esté orientado a descubrir la verdad por encima de todo o que no sea compatible con acciones rápidas y orientadas al resultado. Pero eso no significa que no deseen intercambiar su opinión con nosotros sobre temas diferentes, siempre y cuando se los escuche y se los tome en serio”. Generación Einstein. Jeroen Boschma. Generación 2000. 2006. La nueva generación escucha con entusiasmo y aprecio a aquellos que hacen lo que dicen y son como dicen ser. La autenticidad y la sinceridad son valores en alza. Consideran que ciertas formas sociales son vacías y hasta hipócritas. Aspiran a una mayor solidaridad con las clases y los países menos favorecidos, sin desigualdades. Quieren prácticas religiosas con sentido más profundo y sin tantos formulismos. Son un desafío para la Iglesia, porque la empuja a ser más honesta, a vivir un cristianismo más fiel y auténtico, a salir de su confort y a ser, ante todo, sinceros. Esta nueva generaciónno es una amenaza, sino una oportunidad. Las iglesias necesitan hacer un profundo análisis sobre su misión, su visión y su concepto de autoridad, ahora ya no está regido por un puesto institucional, sino que la nueva autoridad se obtiene de diferentes fuentes: relacional, moral, por conocimiento o competencia y espiritual. Los jóvenes no son tontos y huelen la hipocresía a distancia. En próximos artículos iremos profundizando en la comunicación con esta nueva generación.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Magacin - <em>El desaf&iacute;o de los nativos digitales</em>