Y entonces viniste tú

¿Cómo puedes hablar así? ¿No ves que nos acomplejas? ¿No entiendes que eres ese ruido que nos despierta de la siesta?

ESPAÑA · 05 DE JUNIO DE 2017 · 12:00

Foto: Héctor J. Rivas,
Foto: Héctor J. Rivas

Y entonces viniste tú, hablando de Pakistán y de Oriente Medio. Mostrando fotografías de cristianos ensangrentados gritando o tendidos sobre el pavimento. Hablaste sin leer en tus notas, con los ojos iluminados fijos en los nuestros, hechos agua. Llegaste un domingo por la mañana para darle un vuelco a nuestras prioridades. Convertiste nuestras quejas en un chaparrón de media tarde, redujiste nuestros dolores a solo leves molestias, retaste a nuestra Fe a serlo de veras. Dijiste, con tu mujer y a tus seis hijos (dos de ellos en camino) sentados en la cuarta fila: "Esperaré a poder saludar a mis dos hijos cuando nazcan, me despediré de ellos y volveré a Pakistán a decirle a los Talibanes: Jesús os ama, y a regalarles una Biblia".

Andrés, ¿cómo puedes hablar así? ¿No ves que nos acomplejas? ¿No entiendes que eres ese ruido que nos despierta de la siesta?

Que el Daesh ha puesto precio a tu cabeza. Que, literalmente, quieren cortártela en cuanto vuelvas. Y dices que vuelves. Y que amas a Jesús.

Y yo te creo. Te admiro. Te bendigo.

Adelante, Andrés. Adelante, valientes siervos de Dios. Seguid obedeciendo a Cristo y así, quizá, despertéis nuestro entendimiento somnoliento y desperecéis nuestra Fe entumecida.

 

Daniel Bores García – Profesor y autor - España

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - DANIEL BORES GARCÍA - Y entonces viniste tú