Bucle religioso

Cuando vivimos una ‘religión’ tenemos todas la de perder. Al no existir una verdadera relación, no hay comunicación, no hay bendición, no hay pasión, no hay entrega, no hay visión, no hay compromiso, no hay verdad en lo que hacemos, sino meras tradiciones y formalismos.

ESPAÑA · 28 DE ENERO DE 2016 · 16:17

foto: HJRC,
foto: HJRC

Cuando comenzamos a llenar y a ocupar con mil cosas el espacio que le corresponde a Dios con nuestros planes, nuestras cosas, nuestro bienestar, nuestra diversión, nuestra forma de vivir, nuestro tiempo, nuestras amistades... no nos tiene que extrañar que cuando queramos incluirlo en nuestra agenda, veamos que ya no tiene hueco... (Ups, lo siento, vuelva otro día).

Son tantas las cosas que hacemos y tantas las cosas en las que perdemos el tiempo que no nos damos cuenta de que estamos apartando y estamos sacando de nuestra vida al que realmente debe ocupar todo el espacio. Cuando esto ocurre entramos en el ‘Bucle de la Religión’, y nos olvidamos de la relación que un día tuvimos con Dios a través de Jesucristo.

Nos encontramos cómodos asistiendo a la iglesia "religiosamente", seguimos sirviendo "religiosamente", e incluso nuestra vida dentro de la iglesia es una vida totalmente diferente a lo que realmente es en nuestro día a día... Y esto se convierte en una carrera de coches donde solamente estamos dando vueltas, y vueltas, y vueltas y más vueltas sin ningún sentido. Porque no tiene sentido vivir una religión, sino una relación.

Cuando vivimos una ‘religión’ tenemos todas la de perder. Al no existir una verdadera relación, no hay comunicación, no hay bendición, no hay pasión, no hay entrega, no hay visión, no hay compromiso, no hay verdad en lo que hacemos, sino meras tradiciones y formalismos.

Al vivir de esta manera no debe extrañarnos que cuando vengan los momentos difíciles, los errores, los fallos… tendamos a dejarlo todo de lado y a echarle la culpa al que no le hicimos hueco en nuestro "espacio".

Esto es lo fácil. Lo difícil es afrontar las cosas, reconocer delante de Dios que nos equivocamos, y continuar nuestro camino. Pero esto no ocurre. Lo que ocurre es que entramos en "penitencia espiritual", y esto solo y exclusivamente es para hacer callar nuestra propia conciencia y autojustificarnos a nosotros mismos.

He de reconocer que yo mismo he caído en este "bucle religioso". Y es muy triste que esto siga sucediendo en nuestras vidas. Esto ocurre cuando hemos quitado el lugar que a Dios le corresponde y lo hemos llenado con cosas que "ocupaban" y justificaban nuestra falta de relación con Dios.

¿Y si incluimos a Dios en nuestra agenda diaria?

Te animo a que no sigas montándote en un coche vacío que sólo sabe dar vueltas sobre sí mismo en el circuito de la religiosidad, y dejes que Dios sea el que pilote tu vida. Dale el espacio que realmente merece en tu vida.

 

Airam Cabrera Padrón  - Responsable de tienda - Fuerteventura (Islas Canarias)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - AIRAM CABRERA PADRÓN - Bucle religioso