El viaje más largo

ESPAÑA · 15 DE OCTUBRE DE 2015 · 03:25

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Me gusta el cine, las películas de ciencia ficción y efectos especiales siempre han estado entre mis favoritas. No puedo decir lo mismo de las románticas. Siempre con los mismos mensajes superficiales, e incluso errados, de lo que es el amor. Aunque hay excepciones, y 'El viaje más largo' ha sido una de ellas. Han sido su mensaje y su historia acerca del amor verdadero lo que han llamado mi atención.

No voy a compartir nada acerca de la trama para no arruinar a los que aún no la habéis visto, pero quiero compartiros lo que me ha transmitido. Me ha hecho recordar el evangelio de Cristo y su sacrificio. Es posible que te extrañe esta relación, pero te explicaré el porqué.

Si pudiera elegir, una cita favorita de la película sería esta: "El amor requiere sacrificio, siempre."

Me recuerda a la definición más perfecta dada en la primera carta a los Corintios, capítulo 13, versículo 7: "Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

Me alegra mucho que aún haya voces que se alcen por el amor de verdad y lo plasmen fielmente en pantalla; que el amor no es recibir, sino dar; que no es buscar sentirse bien consigo mismo sino buscar la felicidad del otro. Si amas de verdad a alguien, buscarás su mayor bien aún cuando tú no participes de éste.

El apóstol Pablo exalta el amor sobre todo lo demás, porque sin éste nada somos y ningún logro que consigamos nos aprovechará. Todo, absolutamente todo, sin amor carecerá de significado.

Las dos historias que se narran en esta película son muy bonitas, aunque ficticias, pero, ¿sabes cuál fue el verdadero y mayor acto de amor en toda la historia de la humanidad? Ninguno se compara al que fue mostrado en una cruz, donde el Hijo de Dios fue colgado y muerto, mostrando su amor por nosotros, que aún siendo pecadores, Él murió por nosotros, se sacrificó.

Cuando sólo pensábamos en nosotros mismos, viviendo de espaldas a Dios y de su voluntad, siendo sus enemigos y estando sentenciados a la condenación en el infierno como justa retribución por rechazar a Su Hijo y amar más las tinieblas que la luz, Él intervino.

Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en (a causa de) nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos) (Efesios 2:4-5).

Hoy leí en un libro algo que me hizo comprender lo siguiente: si no les mostramos a las personas el Dios que nos satisface por completo, no las estamos amando. Cristo fue enviado a morir para que pudiéramos volver a la casa del Padre, que lo satisface todo. Esto es amor. Dicho de otra manera, amar a alguien no significa hacer que se sienta bien consigo misma, sino que encuentre su felicidad en Dios.

'El viaje más largo' sugiere que esta vida es ese viaje. Pero, ¿te has detenido un momento a pensar cuán breve es esta vida comparada con toda una eternidad? En realidad, el viaje más largo es hacia la casa del Padre, al otro lado de la eternidad.

Tomás, el discípulo del Señor, al ser consciente de esto le preguntó: "¿Cómo podemos conocer el camino?". A lo que Jesús respondió: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí".

Se trata de Dios en Cristo, su obra y sacrificio, lo que hizo volvernos hacia Él. El viaje más largo tuvo lugar hace más de dos mil años, cuando Dios se hizo hombre en la persona de Jesús, dejó Su trono de gloría para morir en una cruz y así trasladarnos de las tinieblas a su reino y de la muerte a la vida. Porque resucitó y ascendió de nuevo a los cielos, nosotros también resucitaremos y viviremos con Él para siempre.

Así que glorifica a Dios, ama a Cristo como tu mayor tesoro, de manera que todo en esta vida lo tengas por basura con tal de ganarlo a Él, y serás el más dichoso. De hecho, vivir para adorar su Nombre y buscar tu felicidad son una misma cosa, porque la gloria de Dios ha sido siempre el propósito por el que fuiste creado. Aunque, no lo olvides, el amor requiere sacrificio, siempre.

 

 

Sergio Rodríguez González – Socorrista - Cádiz

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - SERGIO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ - El viaje más largo