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Sobre Batman

Susana García Flórez

01 DE OCTUBRE DE 2012 · 22:00

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Batman se nos muestra como la figura del héroe y el sacrificio. Christopher Nolan y su brillante equipo culminan la trilogía de este héroe de cómic con la película El caballero oscuro, la leyenda renace. Una trama bien articulada, un ritmo trepidante y giros de vértigo no sólo en los efectos especiales, sino también en la historia.
En cierta ocasión un amigo me comentó que, de todos los superhéroes de cómic, Batman era el que menos mérito tenía ya que, según mi amigo, Bruce Wayne se convierte en Batman gracias a su poderío económico que le permite comprar toda clase de inventos, pero que en realidad no hay nada de extraordinario en él.
¿Qué configura a un héroe? ¿Una peculiaridad física, un súper poder, un arma secreta…? ¿O mas bien es lo que decide hacer con aquello que le hace diferente, el uso que le da a su poder?
En el caso de Bruce Wayne es la nada desdeñable búsqueda de la justicia a raíz del asesinato de sus padres, un hecho que le perseguirá y empujará durante toda su juventud por un camino de autoconocimiento, de definición de propósito vital y de anhelo por encontrar la paz y las respuestas a sus angustias. ¿No es esto algo con lo que nos podemos identificar todos, aunque no tengamos un batmóvil en el garaje?
Pero lo que más me interesa es el punto de arranque de la leyenda, el mito el héroe. La capacidad de Bruce Wayne para dar, una vez encuentra su misión en el monasterio de Ra's al Ghul. Él siente la necesidad de sacrificarse por el ser humano en general, de protegerlo de sí mismo, de su egoísmo y de los malvados que encarnan lo peor de lo que somos capaces. Todo ello rescatado de unos muy filántropos padres que saben inculcarle desde pequeño un principio muy bíblico: “¿Qué tenemos que no hayamos recibido?” (1º Corintios 4,7). Y si lo tenemos, ¿por qué no lo compartimos?
Bruce Wayne encuentra su propósito en combatir el mal, sacia su vacío existencial empleando todas sus fuerzas y recursos en ayudar al más débil: ¡otro principio bíblico! Y sin embargo, como creyentes, podemos quedar fascinados con su capacidad de sacrificio.
Pero a pesar de su generosidad y su valentía, se queda en la superficie. ¿Quién es y qué hará con su vida? ¿No son preguntas que todos nos hacemos? ¿Qué hacer cuando lo descubrimos? Y es aquí cuando giro mi mirada hacia Cristo, héroe humilde, profundo y complejo. Súper héroe con una misión más allá del proyecto vital y sacrificio vivo para la redención.
Porque Batman promete salvar una ciudad, pero Cristo llega a lo intangible y nos salva de nosotros mismos, redime nuestra vida y ya no seremos nunca igual (Juan 3:16).
Jesús obró por amor y nada más, sin buscar su felicidad o su realización como individuo. Es el súper héroe atemporal que ha vencido nuestro mayor temor, la muerte, y nos da esperanza.
Susana García Flórez – Lda. Historia del Arte - Madrid (España)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - sin definir - Sobre Batman