Los grandes valores existenciales acercan a no creyentes y la población general

Una investigación muestra un elevado grado de acuerdo a la hora de buscar sentido en el mundo y en la vida entre quienes no profesan ninguna creencia religiosa y el resto del mundo.

Redacción PD

BARCELONA · 03 DE JUNIO DE 2019 · 10:30

El documento refleja una confianza prudente por parte de ateos y agnósticos en sus propia visión acerca de la existencia de Dios. / Zac Ong, Unsplash CC,
El documento refleja una confianza prudente por parte de ateos y agnósticos en sus propia visión acerca de la existencia de Dios. / Zac Ong, Unsplash CC

Ser ateo o agnóstico no significa no creer en “la vida después de la muerte”, “la astrología” o la existencia de “fuerzas subyacentes del bien o del mal”. Así lo refleja el estudio Atheists and agnostics around the world (Ateos y agnósticos alrededor del mundo), del grupo de trabajo ‘Understanding Unbelief’, compuesto por las universidades de Kent, Twickenham Londres, Belfast y Coventry. El documento analiza los resultados de una investigación realizada en Brasil, China, Dinamarca, Japón, Estados Unidos y el Reino Unido, y que se concentra en conocer la identidad de los sectores de ateos y agnósticos en la población de estos países. 

“Los ateos y los agnósticos apoyan las realidades de los valores morales objetivos, la dignidad humana y los derechos relacionados y el ‘valor profundo’ de la naturaleza, a niveles similares que la población general en sus países”, dice el estudio. 

Los autores de la investigación también remarcan que se da un “elevado acuerdo entre los no creyentes y el resto de la población en general con respecto a los valores más importantes para encontrar sentido en el mundo y en la propia vida”. “La familia y la libertad han obtenido calificaciones elevadas. También son populares la compasión, la verdad, la naturaleza y la ciencia”, añaden. 

 

NO SE RENUNCIA DEL TODO A LA IDENTIDAD RELIGIOSA

Aunque la mayoría de personas que se identifican como ateas o agnósticas en estos países aseguran no estar afiliadas a ninguna religión, con ratios que van del 63% en el caso de los no creyentes daneses y del 85% en China, sin embargo, todavía hay quienes mantienen un sentido de pertenencia religioso. Donde más, en Dinamarca, ya que un 28% de la población atea y agnóstica sigue constando en los registros de alguna de las diferentes iglesias cristianas en el país. En el caso de Brasil, es el 18% de los no creyentes el que se identifica como cristiano, y un 15% en Reino Unido. 

En Estados Unidos es el judaísmo la religión con la que sigue identificándose un número mayor de no creyentes, con el 7%. En Japón, el budismo, con un 8% de este sector de la población, y en China el cristianismo, también, con un 7%, y el islam, con un 3%. 

De hecho, entre menos de un tercio y un tercio de los ateos y agnósticos se identifican como tales en los países analizados. En algunos, incluso es más común la etiqueta “no religioso”, aunque también se utilizan otras como “racionalista”, “espiritual, pero no religioso” o “libre pensador”. “Las suposiciones populares sobre 'ateos dogmáticos y convencidos' no pasan el escrutinio. No creer en Dios no implica necesariamente la incredulidad en otros fenómenos sobrenaturales y la mayoría de los no creyentes en todos los países estudiados expresaron su creencia en uno o más fenómenos sobrenaturales”, dicen los autores del estudio.

 

Valores de la percepción sobre la importancia de la dignidad humana entre ateos y agnósticos y el resto de la población (difuminado). / Understanding Unbelieve

CONFIANZA LIMITADA EN SUS PROPIAS CREENCIAS

El documento también refleja una confianza prudente por parte de ateos y agnósticos en sus propia visión acerca de la existencia de Dios. En el caso de Brasil, por ejemplo, la mayoría de este sector de la población responde como “ni de acuerdo ni en desacuerdo” a la pregunta sobre cuáles son sus sentimientos en cuanto a si sus creencias en la existencia de Dios son las correctas. En China y Japón, se sitúan entre la opción “ni de acuerdo ni en desacuerdo” y “algo en desacuerdo”. 

Solamente en Estados Unidos y el Reino Unido alcanzan niveles similares a los del resto de la población, situándose en la opción “algo de acuerdo”, aunque en estos dos países la investigación refleja que un tercio de la población que se declara atea o agnóstica es también naturalista. “Estos resultados muestran de una vez por todas que la imagen pública del ateo es, en el mejor de los casos, una simplificación y, en el peor, una gran caricatura”, ha remarcado Lois Lee, una de las responsables del proyecto.

 

LA DIGNIDAD HUMANA Y EL VALOR DE LA NATURALEZA, VALORES MÁS COMUNES ENTRE ATEOS Y AGNÓSTICOS

La percepción sobre la dignidad y los derechos humanos y el valor de la naturaleza, son los aspectos en los se igualan más los niveles registrados entre ateos y agnósticos y población en general, con la excepción de Japón, donde la diferencia es de cerca del 20% menos de población no religiosa, en ambos casos. 

 

Datos sobre el valor otorgado a la naturaleza, más allá de la utilidad para el ser humano, por ateos y agnósticos y el resto de la población (difuminado) / Understanding Unbelieve

También hay bastante coincidencia en la opinión sobre que la sociedad está mejorando cada vez más, con valores compartidos entre ateos y agnósticos y el resto de la población que van desde el 33% al 45% de las personas consultadas, excepto China, donde se alcanza el 69% de los no religiosos y el 83% del resto de la población, y Japón, que desciende hasta el 13% de no creyentes y el 21% de los japoneses en general que consideran que la sociedad avanza a mejor. 

Un vistazo general de los datos recogidos refleja que la familia es el valor más importante para los ateos y agnósticos en los seis países consultados, con la excepción de China y Brasil, donde es la libertad. La amistad, la igualdad, la compasión y la justicia son otros de los valores compartidos con el resto de la población. 

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