Keylor Navas: Jesús, antes que ganar la Champions

“Hay que disfrutar el fútbol, es una bendición de Dios, pero no es lo más importante en mi vida. Desde que acepté a Cristo en mi corazón mi mayor objetivo es la vida eterna y estar junto a él.”

ABC · MADRID · 24 DE MAYO DE 2018 · 21:00

Keylor Navas, en el último Barcelona - Real Madrid / El País,Keylor Navas
Keylor Navas, en el último Barcelona - Real Madrid / El País

Es feliz Keylor Navas (San José, Costa Rica, 15 de diciembre de 1986), el portero actual del Real Madrid. Tras cuatro temporadas en el club blanco, tres de ellas como titular, el guardameta costarricense afronta su tercera final de Champions. Será ante el Liverpool en Kiev.

Pocos guardametas hubieran soportado lo que ha tenido que aguantar Keylor en el club blanco. Siempre en la rampa de salida, lo hiciera bien o no, Navas ha hecho su camino con serenidad y paz, basándose en su fe en Jesús, siendo decisivo de nuevo para llegar a otra final de Champions

Y lo ha hecho en una campaña marcada, otra vez, por un continuo goteo de posibles fichajes para la portería, un runrún que ya forma parte de su día a día y que asume con la misma naturalidad y perfil discreto con el que desembarco en el Real Madrid en 2014: «Aquí vine a hacer mi historia, no a borrar la historia de nadie».

 

Pregunta.- ¿Cómo recuerda su infancia?

Respuesta.- -Fue complicada, pero a la vez muy divertida y feliz. La recuerdo con muchas alegrías, jugando con los amigos a los juegos típicos de entonces, como peonza o canicas. Y al fútbol, claro. Estoy muy agradecido a mi familia porque siempre luchó para sacarme adelante y todas la pruebas complicadas que tuve que pasar de niño fueron pruebas que me hicieron tener una mente fuerte, un carácter luchador. Por eso ahora nunca me doy por vencido. Todo lo que pasó en mi infancia ha tenido una repercusión enorme en mi vida actual.

P- ¿Por qué se hizo portero?

R.- Un día, cuando solo tenía cinco años, fui a ver un partido de mi padre, pero antes había otro partido de niños de unos diez años, más o menos. Nunca se me olvidará como en ese encuentro uno de los dos porteros sacó un disparo a mano cambiada. Esa imagen se me quedó grabada en mi cabeza, y ahí sigue, y desde aquel día le dije a mi padre que me apuntara a una escuela de fútbol, que quería ser portero. Esa parada de aquel niño fue como si me hubieran puesto el sello de lo que yo iba a ser en la vida: portero de fútbol.

P.- Hace tres veranos, usted estuvo una tarde del 31 de agosto en una sala del aeropuerto de Barajas esperando un avión rumbo a Mánchester. Iba a sellar su contrato con el United, que vendía a De Gea al Madrid. Al final pasó lo que pasó con aquel fax que llegó un minuto tarde, y hoy está a noventa minutos de ganar su tercera Champions con el Madrid, igual que Íker Casillas. Cómo de caprichoso es el destino...

R.- Dios tiene un propósito para cada persona. Me acuerdo bien que ese día, antes de comenzar todo el jaleo, hice una oración con mi esposa y le dijimos a Dios que si él quería que me fuera, me iba, pero que si quería que me quedara, me quedaba tan feliz.

Recuerdo también el día de mi presentación con el Madrid pasar por delante de todas las Champions y en ese momento, pedirle a Dios que me diera la oportunidad de poder escribir mi historia en este club. Las cosas no pasan por casualidad. Aquí estoy, escribiendo mi historia y ganando títulos.

 

En Valdebebas, tras la entrevista con ABC

P.- Usted es un fiel creyente, en el riguroso significado de la expresión. Hasta tiene un grupo de Biblia.

R.- Sí. Se llama ‘Theos Place’ (un grupo evangélico), y su objetivo es que todas las personas puedan tener una relación con Dios, acercarse a él, leer y entender la Biblia, y orar. Tenemos una charla los jueves a las 20.30 horas, donde una persona da la charla o vemos una grabada desde Costa Rica, donde empezó este grupo. También tenemos estudios de la Biblia los lunes, martes y viernes. Son grupos pequeños de 8-10 personas con un líder que ha estudiado y conoce bastante bien la Biblia, y guía a los alumnos para entenderla.

P.- ¿Y a usted, la Biblia, la fe y su amor a Dios en qué le ayuda en su vida y en el fútbol?

R.- Todo esto que tengo hay que disfrutarlo porque el fútbol es una bendición de Dios, pero no tiene por qué ser lo más importante en mi vida.

Desde que acepté a Cristo en mi corazón mi mayor objetivo es lograr la vida eterna y poder llegar a estar junto a él.

Cristo me ayuda a ver las cosas desde un punto de vista donde uno empieza a entender que hay cosas que no tienen por qué afectarnos. Cristo me da sabiduría, una mente tranquila y un corazón fuerte para en los momentos difíciles luchar, y en los momentos de bendición y felicidad no volverse loco, tener los pies en la tierra y ser humilde.

También me ayuda a pensar con detenimiento cada decisión de mi vida para saber si edifica más o menos. Y me recuerda que hay muchos niños que me siguen, y quiero darles ejemplo, porque de lo contrario me sentiría mal.

P.- Seguramente sí que habrá personas que se sientan mal por todas las veces que le han querido ver fuera del Madrid. ¿Tiene la espaldas más anchas que hace cuatro años?

R.-Todo lo que me ha pasado en este club lo veo como pruebas bonitas, piedras que me encuentro por el camino. Y una vez que las supero, las cojo y voy construyendo un muro más grande. No veo estas pruebas como algo que tengo que esquivar, sino algo que tengo que hacerle frente con trabajo y salud, dando resultados y disfrutando con toda la gente que ha creído en mí.

Yo sé perfectamente que en este mundo se ve más lo malo, la manchita que hay en una hoja en blanco antes que la hoja en blanco, pero hay muchas personas que siempre han creído en mí, que me han apoyado y ellos han sido mi mejor motivación.

P.- Cuando deje el fútbol, ¿cómo le gustaría que se le recordara?

R.- Como un buen portero y deportista, claro, porque para eso nos dedicamos al fútbol, pero también como una persona que tenía buenos principios, creía en Dios y fue un ejemplo dentro y fuera de la cancha.

Me gustaría que se dieran cuenta que un costarricense luchó contra todo y todos, con fe y con ganas, y salió adelante. Desde que llegué al Real Madrid mi mentalidad fue la de escribir mi propia historia, no la de borrar la historia de nadie. Y en eso estoy. Pura vida.

Este es un extracto de la entrevista completa a Keylor Navas en el diario ABC.

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