Refugiados en la pantalla

La crisis migratoria pasa también a formar parte del imaginario tecnológico a través de distintas iniciativas y plataformas, como una aplicación para móviles o videojuegos.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 20 DE MARZO DE 2018 · 12:00

Un fotograma de Project Syria que muestra a unos niños en un campo de refugiados.,
Un fotograma de Project Syria que muestra a unos niños en un campo de refugiados.

Una niña canta una canción en una calle de alguna ciudad siria y de repente explota una bomba que llena todo de humo y cenizas. El cuerpo de la niña queda tendido en el suelo y las personas que estaban a su alrededor huyen por todos lados, gritando. Pese a lo posible que se ha vuelto esta escena en los últimos años, en este caso corresponde a Project Syria. Una iniciativa de realidad virtual que coloca al usuario en la piel de un testigo directo de los acontecimientos que suceden en el país a través de la técnica de la mirada subjetiva.

Y no es el único proyecto. La situación de las personas que llegan a Europa con necesidad de refugio se ha planteado desde diferentes visiones en el sector del videojuego y la interacción tecnológico. Otro ejemplo es Entiérrame, mi amor, que consiste en ponerse en el lugar del marido de una mujer que está intentando llegar a Alemania y cuyo intercambio de informaciones a través de una aplicación de mensajería instantánea resultará clave para salvarla de caer en manos de traficantes de personas y de otros peligros que la acechan. O This war of mine: The little ones que se concentra en la visión de la guerra desde el punto de vista de los niños.

También los hay que abordan la cuestión de la integración y la acogida, como 21 Days o Papers, please, en el que el usuario se convierte en una especie de expendedor de documentación. Simulaciones, todas ellas, de una realidad compleja y que buscan crear un espacio de concienciación en una industria dedicada, en su mayoría, a los deportes y la violencia. “Creo que están bien si pueden mostrar la contingencia de ser un refugiado. Los resultados, y no la violencia”, asegura el líder regional de Europa de la Asociación Internacional para Refugiados, Paul Sydnor.


TECNOLOGÍA PARA ACOGER Y CONCILIAR

El debate acerca de si este tipo de iniciativas puede generar alguna ayuda real en la situación parece bastante superado. La tecnología forma parte de la realidad social, incluida la de las personas que necesitan refugio, y por tanto se ha asumido como otro campo de trabajo más. “Las iniciativas tecnológicas pueden ser importantes para ayudar a los refugiados porque, desde que se encuentran a sí mismos en países y culturas completamente extrañas, dos de sus mayores necesidades son la conexión social y la información”, explica Francisco Alves, pseudónimo del director del ministerio Trans World Radio Europa (TWR).

Precisamente, desde TWR han impulsado desde 2015 varios proyectos relacionados con la acogida y la integración de personas en el continente, como series de audios en árabe, farsi, dari y tamil. “Tenemos el proyecto ‘New country, new home’, con el que exploramos los conflictos comunes en los refugiados y las cuestiones espirituales a través de una historia ficticia”, dice Alves. Los 30 podcast de esta serie se pueden escuchar a través de una aplicación móvil que es la joya de la corona de esta ministerio.

El proyecto, llamado ‘The Love Europe app’, es una plataforma que integra diferentes funcionalidades, como localizaciones donde poder aprender el idioma autóctono, un calendario de eventos que puedan ser de interés para las personas recién llegadas o la posibilidad de contactar con otras personas que utilicen la aplicación. Ahora mismo está disponible en 14 idiomas, siete europeos y siete de otros continentes, y está disponible en Alemania, Países Bajos, Suiza y Francia. Según indican desde la organización, pronto estará disponible en Grecia, Austria, Sueca, Malta y Reino Unido. “El usuario puede seleccionar la región de Europa en la que vive y la aplicación le proporciona información relevante al respecto”, señala Alves.

La iniciativa parte de la base de que la gran mayoría de personas que llegan al continente tienen acceso a una conexión digital. “El 98% de la audiencia investigada por TWR tiene un smartphone o acceso al dispositivo de alguien cercano porque lo necesitan para comunicarse con sus familias, encontrar información sobre sus nuevos hogares y guiarles en el proceso de acogida y asilo”, defiende Alves.

La conectividad a Internet, quizá uno de los retos más difíciles, queda resuelta con la posibilidad de descargar los diferentes materiales de la aplicación para consumirlos después sin la necesidad de estar constantemente conectados.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - Refugiados en la pantalla