Aplican la eutanasia a una anciana que no lo había autorizado

A la mujer, de 80 años, se le aplicó la dosis letal sin su autorización expresa. En Holanda se estudia ampliar los ámbitos de aplicación del suicidio asistido.

El Mundo, ABC · AMSTERDAM · 27 DE ENERO DE 2017 · 12:33

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Una polémica ha salpicado al sistema sanitario en Holanda. Ha sido a causa de la denuncia que la Comisión holandesa para la Eutanasia hacía pública este jueves, sobre el caso de una mujer a la que se le aplicó la eutanasia sin su autorización.

La anciana, de 80 años y con problemas mentales, fue sedada ante la negativa de la mujer a recibir la inyección letal.

En un comunicado, la Comisión explicó que la paciente, de 80 años y “con una severa enfermedad mental e incapacitada”, no había expresado “su solicitud voluntaria y bien considerada” de morir.

“La paciente nunca pidió verbalmente la eutanasia y tampoco se siguió claramente la directiva, que define el artículo 2, de la petición de la terminación de la vida a través del suicidio asistido”, detalló el comité en la nota.

Asimismo, añadió que la doctora “cruzó un límite” por la administración de Dormicum, un sedante inyectado “en secreto” a la octogenaria tras su negativa a recibir la dosis letal en la jeringuilla.

“Se excedió en sus límites al no cesar la ejecución de la terminación de la vida cuando el paciente reaccionó de forma negativa a la administración de la dosis”, añadió en el documento.

La paciente, años antes y en total uso de sus facultades, dijo que “no quería acabar en un centro de mayores con demencia” y que recurriría a la eutanasia cuando ella misma lo decidiera “al madurar la idea”, aclaró el comité en el documento. Eso fue interpretado “erróneamente” por la doctora como una autorización porque “la paciente estaba sufriendo”.

“Estaba ansiosa, triste e inquieta”, explicó sobre la octogenaria, que residía en un centro de mayores después de que su marido “no pudiese hacerse cargo de ella” dado su deteriorado estado de salud.

Por tanto, la negligencia se produce -según la Comisión- porque la paciente, con alzhéimer, no había dicho que quería morir en ese preciso momento.

En otra de sus conclusiones, la Comisión acusó al doctor de “cruzar la línea” al dar a la mujer la primera dosis del sedante en secreto (oculto en una taza de café). El médico debía haberse detenido dados los movimientos de rechazo de la mujer cuando le estaba inyectado la dosis.

Se trata de la primera vez desde la legalización de la eutanasia en 2002 que la Comisión llama la atención a un médico por “excederse en sus funciones” durante el suicidio asistido.

Si un médico no actúa de acuerdo con la diligencia debida, el expediente se remitirá al Ministerio Público y a la Inspección de Sanidad, para que investiguen lo ocurrido, advierte este comité que elabora anualmente un informe sobre la eutanasia.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - Aplican la eutanasia a una anciana que no lo había autorizado