Shoah: no olvidar para que nunca más ocurra

El Parlamento europeo y el mundo entero conmemoran el Día Internacional de las víctimas del Holocausto o Shoah. 

Protestante Digital, Agencias · BRUSELAS · 26 DE ENERO DE 2017 · 19:00

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El PE conmemora la Shoah

Eurodiputados, representantes de las comunidades judías en Europa y otras personalidades se reunieron el 25 de enero en el Parlamento en Bruselas para recordar a las víctimas del Holocausto, seis millones de judíos que murieron a manos de la Alemania nazi en la década de los cuarenta. El presidente de la Cámara, Antonio Tajani, aseguró que recordar “la peor tragedia de la historia europea" es “crucial si queremos evitar repetir los mismos errores".

Tajani expresó su preocupación por la persistencia de los crímenes de odio contra los judíos hoy en día y por la disminución de la población judía en Europa. Subrayó la importancia de "recordar los terribles errores del pasado” para no olvidar que “Europa siempre ha podido extraer lecciones de la historia para un futuro basado en la libertad, la democracia y el respeto de la dignidad humana".

La embajadora de la UNESCO para la Educación sobre el Holocausto, Beate Klarsfeld, que investigó los crímenes de los responsables nazis aún vivos y ayudó a llevarlos ante la justicia, habló de la transformación de Alemania en los años que siguieron al Holocausto en "una nueva nación, un nuevo país, una nueva alma".

Advirtió sobre el resurgir del racismo y la xenofobia en reacción a la crisis migratoria. "Cada uno de nosotros debe ser vigilante y comprometerse a un compromiso cívico", señaló Klarsfeld.

 

Judíos en un campo de concentración

LA SHOAH

El 27 de enero se eligió especialmente como fecha de recuerdo de la Shoah u Holocausto debido a que hace exactamente 68 años el ejército soviético consiguió liberar el mayor campo de concentración y de exterminio nazi de Auschwitz.

Todas las actividades preparadas para este día – exposiciones, actividades educativas, la ceremonia de conmemoración, películas- reconocerán no sólo a las víctimas, sino también a todos aquellos que arriesgaron sus propias vidas para salvar a millones de judíos de la muerte durante el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Toda la semana se realizan diferentes eventos y actividades cuya intención es destacar lo ocurrido y el coraje y la valentía de aquellos actos de rescate que salvaron tantas vidas y sobre todo, provocar una reflexión sobre nuestra capacidad para convertir nuestra compasión hacia los demás en acciones decisivas y heroicas en tiempos de necesidad.

 

LA LISTA DE SCHINDLER

 

Una escena de la Lista de Schindler

En 1982, se publicó “El arca de Schindler”, una novela que dio a conocer al mundo entero a Oskar Schindler, un empresario alemán con gran poder económico que salvó a cientos de judíos de una muerte segura en las cámaras de gas creadas por los nazis.

Oskar Schindler, llevado al cine con enorme éxito por Steven Spielberg, fue un habilidoso hombre de negocios que tenía una facilidad innata para hacer contactos y acuerdos entre personas situadas en altos cargos y pronto pudo hacerse un hueco en la alta sociedad alemana.

Gracias a esto, pudo abrir una fábrica durante la Segunda Guerra Mundial cuyos trabajadores eran judíos. En aquella época los judíos vivían amenazados, al borde de la muerte y se encontraban en los campos de concentración controlados por los nazis.

Aquellos que tuvieron la suerte de trabajar con Schindler, trabajaban durante el día en la fábrica y por la noche volvía en tren a los campos de concentración. En un principio, parece ser que la intención de Oskar al contratarlos para su negocio era únicamente económica, debido a que la mano de obra de estos resultaba ser mucho más barata.

Sin embargo, el trato diario con ellos hizo que aquella fábrica se convirtiera, más que en un lugar de trabajo, en un refugio para salvar la vida de muchos. El propio Schindler fue testigo de los horrores y desgracias que los nazis cometían contra los judíos, lo que provocó que se determinara firmemente por sacar de aquel inferno a cuantos más judíos, poniendo en riesgo su propia vida.

Tal fue su cambio de mentalidad, que Schindler, perteneciente al Partido Nazi, pasó a negociar con el coronel Goeth, pagando cierta cantidad de dinero por cada judío y con la ayuda de Itzhak Stern, un magnífico contable judío, elaboraron una lista con cada uno de los nombres de los hombres, mujeres y niños que lograron escapar de las garras de la muerte.

El magnate de los negocios prácticamente llegó a la bancarrota debido a que su intención última era la de mantener a cuantos más judíos posibles con vida más que sacar beneficios con la fábrica.

Pese a que al principio en la fábrica elaboraban utensilios de cocina, después empezaron a crear artefactos para la guerra, pero el propio Schindler dio órdenes para que algunas de las balas que fabricaran tuvieran defectos de fabricación.

Se ha encontrado que la lista se componía de 13 páginas con los nombres y nacionalidades de 801 personas. Se cree que en total Schindler salvó alrededor de 1100 personas.

 

EL CRISTIANISMO Y LA IDEOLOGÍA NAZI

 

Niños judíos durante la Shoah

Aún existe mucha controversia a la hora de tratar el tema de cuáles fueron las posturas que adoptaron los cristianos alemanes frente al nazismo. Lo cierto es que tanto católicos como protestantes apoyaron a Hitler durante su mandato, y es que muchos consideraban el nazismo un movimiento cristiano. Es más, los propios soldados nazis llevaban hebillas en las que se leía “Dios es con nosotros”.

Karl Barth, un importante teólogo suizo que se vio obligado a abandonar Alemania debido a que se negó a prestar juramento a Hitler, afirmó: “La Iglesia evangélica casi unánimemente dio la bienvenida al régimen de Hitler, con auténtica confianza, incluso con las más altas esperanzas".

El propio Barth estuvo firmemente en contra de asociaciones cristianas como la “Deutsche Christen”, un grupo de presión cuyo objetivo era el de alinear el protestantismo alemán con los principios nazis. El símbolo de los “Deutsche Christen”- en español traducido como “Cristianos Alemanes”- era una cruz con una esvástica en el centro y las iniciales “D” y “C”.

Para fomentar el sentimiento antisemita entre los cristianos en Alemania, solían afirmar continuamente que los judíos habían sido los culpables de haber matado a Cristo. Sin embargo, pese a que una gran parte de cristianos apoyó al régimen, fueron muchos los que se levantaron en contra de Hitler.

Este es el ejemplo del pastor Dietrich Bonhoeffer que luchó contra el nazismo conjuntamente con el ya mencionado Barth, el pastor luterano Martin Niemöller y otros opositores a Hitler, creando la “Iglesia Confesante”, que se oponía a las políticas antisemitas del régimen nazi.

Bonhoeffer fue arrestado y permaneció en distintas cárceles alemanas y varios campos de concentración durante dos años, hasta que el 9 de abril de 1945 fue asesinado en la horca. Según un testigo, sus últimas palabras fueron: “Este es el fin, para mí el principio de la vida”.

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