“Muchos deportistas aman lo que hacen”

El mundo del fútbol vive días convulsos. Tras la dimisión de Blatter, la investigación federal ordenada por la justicia estadounidense continúa sobre los principales directivos de la principal federación del fútbol internacional.

Muchos años de experiencia en contacto con deportistas de gran nivel han mostrado a Jaime Fernández que, en todo el entramado del fútbol, los más perjudicados suelen ser los mismos futbolistas.

Jaime Fernández, escritor del libro Cambia de Ritmo, ha sido capellán en varios Juegos Olímpicos y visita y aconseja a deportistas cristianos de alto rendimiento en las últimas tres décadas.

Pregunta. La dimisión repentina de Blatter, tras ser reelegido, ¿podrá apuntar a una verdadera renovación en la entidad?

Respuesta. Es muy difícil poder afirmar algo en alguna u otra dirección. Tendremos que esperar a cómo vayan las investigaciones, porque parece que varios de los implicados están revelando todos los “secretos” de las diferentes tramas, ¡Y se remontan a antes del 1998! Parece que será difícil encontrar federaciones y dirigentes que no tengan algo que ver con diferentes tipos de corrupción. Tendría que haber un cambio muy radical en la manera de actuar, y pienso que será difícil.

P. El mundo del fútbol está moviendo muchísimo dinero hoy. ¿Crees que es posible que el negocio no acabe devorando al deporte? ¿O esto ya está pasando?

P. Sabemos que tienes contacto a menudo con deportistas de alto rendimiento. ¿Son ellos, en parte, víctimas también del sistema corrupto que parece estar saliendo a la luz?

R. La mayor parte de los deportistas aman lo que hacen. Como te decía antes, el mayor problema es que muchas veces ya es difícil diferenciar dónde termina el deporte y dónde comienza el negocio, el poder, la fama, la publicidad, los compromisos, etc. Muchos de ellos (no sólo en el fútbol) se ven “obligados” a tomar decisiones que en otra situación no tomarían, porque el entorno económico es muy poderoso. De todas maneras, creo que los deportistas y sus familias son, todavía, lo mejor que hay en el mundo del deporte.