El silencio personal, cada vez más incómodo

Un estudio publicado en Science muestra que la mayoría de las personas se siente incómoda pasando de 6 a 15 minutos en silencio y sin distracciones.

ESTADOS UNIDOS · 03 DE JULIO DE 2014 · 22:00

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La mayoría de las personas sufre y se siente incómoda si tiene que estar durante unos minutos en una habitación sin ningún estímulo externo, según un estudio realizado por las universidades de Virginia y Harvard que publica la revista Science. El experimento consistía en dejar a las personas, de diversas edades y contextos sociales, en una habitación con silencio y sin ninguna distracción posible. Enfrentarse a los propios pensamientos hizo que el 67% los hombres (frente al 25% de las mujeres) prefirieran una descarga eléctrica a cambio de poder escapar de la sala antes de tiempo. Participaron en el estudio en un grupo de 413 estudiantes universitarios y, después, a un conjunto de 118 voluntarios entre los 18 y 77 años –seleccionados en un mercado de agricultores y en una iglesia–. “Sorprendentemente, no hemos encontrado correlaciones significativas entre el disfrute del tiempo para pensar y la edad o el uso de los teléfonos inteligentes”, indica a Sinc David Reinhard, uno de los autores, de la Universidad de Virginia. Por su parte, Timothy D. Wilson, autor principal del estudio e investigador en la misma institución que Reinhard, explica que el uso de los aparatos electrónicos como los smartphones no ha acentuado esta ‘fronemofobia’ –miedo a pensar– en soledad sino que, probablemente, “estos dispositivos son solo la respuesta de la gente a tener siempre algo que hacer”. Así, la mayoría de participantes declaró que durante el tiempo de aislamiento no se sintieron cómodos, fueron incapaces de concentrarse o sus mentes se distrajeron. Incluso, cuando el experimento se trasladó a sus casas, los voluntarios siguieron sin sentirse a gusto y un tercio de ellos confesó haber caído en la tentación de escuchar música o usar el teléfono móvil. Los científicos del trabajo fueron un paso más allá y plantearon a los ‘conejillos de indias’ la posibilidad de dejar el ‘rincón de pensar’ antes de tiempo si se sometían a una pequeña descarga eléctrica. Ante esta perspectiva, un 67% de los hombres y un 25% de las mujeres prefirió el castigo a la ‘tortura’ de permanecer en una habitación en soledad y aislamiento. En otra fase del estudio, el azar asignó a los participantes una de dos categorías. En una de ellas, los individuos debían hacer lo mismo que habían estado haciendo, es decir, pensar en soledad. El otro grupo, en cambio, debía pasar el mismo tiempo realizando una actividad como leer o escuchar música a solas. Este segundo grupo declaró haberse divertido y concentrado más. PREPARADOS PARA ESTAR OCUPADOS “Creemos que la mente humana ha evolucionado para estar implicada en el mundo”, sostiene Reinhard. “A pesar de que tenemos la capacidad de desconectar mentalmente y centrarnos solo en nuestros pensamientos –continúa–, por lo general, no solemos hacerlo con mucha frecuencia o durante períodos largos de tiempo”. De hecho, según se cuenta en el trabajo, otros expertos han realizado varias encuestas que revelan que los estadounidenses pasan la gran parte de su tiempo libre viendo la televisión, socializando o leyendo en lugar de relajarse y pensar. “Todo el mundo disfruta soñando despierto o fantaseando a veces, pero los pensamientos de este tipo suelen ser más agradables cuando son espontáneos y no cuando se fuerzan”, declara finalmente Wilson.

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