Un Robinson Crusoe moderno sobrevive un año perdido en el mar

Hallan un hombre que afirma llevar 13 meses a la deriva en el océano, y que la fe en Dios le hizo sobrevivir. Sería una de las grandes historias de supervivencia en el mar, aunque algunos dudan de su veracidad.

EE.UU. · 03 DE FEBRERO DE 2014 · 23:00

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José Salvador Alvarenga

Es una historia que desafía la credulidad. Un hombre sale de México a pescar tiburones en diciembre de 2012 y termina, 13 meses después, tras sobrevivir comiendo pescado, tortugas y pájaros, en las remotas Islas Marshall, a unos 8.800 kilómetros de distancia Esa es la historia que un hombre de 37 años, que dice llamarse José Salvador Alvarenga, le contó al embajador de Estados Unidos en las Islas Marshall y a las autoridades locales durante una reunión de 30 minutos antes de que fuera llevado al hospital para una revisión. Según ha manifestado en una entrevista en CNN el naúfrago afirma haber estado perdido durante algo más de un año en medio del Océano Pacífico, y que fue su fe en Dios lo que le ayudó a superar una odisea con momentos de desesperación, entre ellos la muerte de su compañero de naufragio y largos días en los que no tenía nada que comer ni beber. De ser cierta, su odisea se colocaría entre las grandes historias de supervivencia en el mar. UNA HISTORIA INCREIBLE El naúfrago dice ser de nacionalidad salvadoreña aunque ha vivido en México por 15 años. Su relato indica que todo comenzó el 21 de diciembre de 2012, cuando, Alvarenga salió de México en su bote de 7 metros (21 pies) fabricado en fibra de vidrio para pescar, acompañado de un adolescente llamado Ezequiel, quien tenía entre 15 y 18 años de edad. Pero debido a una tormenta con fuertes vientos, él y su compañero perdieron el rumbo y quedaron a la deriva tras dejar de funcionar el motor de su embarcación. No disponían de radio para pedir ayuda.Así, su jornada de trabajo de un día se convirtió en un viaje que duró más de un año a la deriva. Conforme pasaba el tiempo, explica que perdió la noción de la fecha en que vivía, incluso de los días de la semana. "No sabía la fecha o el día, solo las horas", siguiendo el sol, explica. Logró alimentarse de peces, aves y tortugas que atrapaba, bebiendo agua de la lluvia cuando podía, y en ocasiones recurrió a su propia orina. Con el paso del tiempo, llegaron momentos difíciles, hasta el punto de llegar a pensar seriamente en intentar quitarse la vida. "Quise hacerlo dos veces", relata, mientras simula cortarse la garganta. "Quería hacerlo con un cuchillo. Cuando no tuve agua ni comida, me di por vencido y tomé un cuchillo, pero no me atreví porque estaba asustado", comentó Alvarenga. “DIOS, MI FE EN DIOS” Pero, según Alvarenga fue su confianza en Dios la que le ayudó a vencer la peor tempestad, la interior. En la entrevista de CNN señala hacia arriba y dice: "Dios... mi fe en Dios. Pensé 'voy a salir de esto". Salir, salir, salir", explica. Durante ese tiempo tan difícil, también sus padres declaran que confiaban en Dios para su regreso. "Mi corazón me decía que mi hijo no estaba muerto, pero pensaba en eso tan a menudo, que había comenzado a perder la fe", ha dicho su madre, Julia Alvarenga. "Esperaba en Dios que mi hijo no estuviese muerto (…) Estoy muy feliz luego de saber que está vivo y que pronto lo tendremos de regreso", expresó su padre, Ricardo. La historia de Alvarenga, no es la única que ha pasado por el Océano Pacífico, en el 2006 tres pescadores mexicanos también quedaron a la deriva durante nueve meses. Aquellos hombres vivieron de los peces que atrapaban y del agua de la lluvia, y leían la Biblia en busca de consuelo. HOSPITALIZADO Y CUESTIONADO Alvarenga fue encontrado este jueves pasado en el apartado Atolón Ebon, a 22 horas de viaje en bote desde Majuro, la capital de las Islas Marshall. Un video de Majuro muestra a Alvarenga caminando sobre la tarima de un barco del gobierno hacia una ambulancia que lo estaba esperando. El embajador de México en las Filipinas, Julio Camarena Villaseñor, informó que Alvarenga continúa recuperándose en un hospital en las Islas Marshall, luego de haber sido encontrado en un "débil estado mental y físico". "Él está en mejores condiciones de lo que uno esperaría después de tal odisea", dijo Tom Ambruster, embajador de los Estados Unidos en las Islas Marshall. Gee Bing, secretario de asuntos exteriores de las Islas Marshall en funciones dijo ser escéptico respecto a la historia de Alvarengatras reunirse el lunes con él. "Suena como una historia increíble y no estoy seguro de creerle", dijo Bing. "Cuando lo vimos no parecía delgado, como lo están otros sobrevivientes. Una vez que nos comuniquemos con el lugar del que dice venir, tendremos más información". A pesar de la suspicacia con la que ha sido visto Alvarenga por lo increíble de su historia de supervivencia, la policía ha examinado el bote del náufrago, que lleva el nombre de “Camaroneros de la Costa” y ha comprobado lo viejo que es y “el mal estado en que está”. La embarcación tiene unos 7 metros de largo, es de fibra de vidrio y tiene el motor arruinado. Está vacío, a no ser por un pequeño contenedor azul en el que Alvarenga se protegía del sol. “Pareciera que (el bote) ha estado en el agua por largo tiempo”, dijo George Lanwi, comisionado de la policía de las Marshall, al periódicoThe Telegraph. “Hay toda clase de algas dentro y fuera del bote”, agregó. El comisionado también dijo que están a la espera del examen de sus huellas dactilares y otras informaciones para corroborar la historia del pescador.

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