Publican trabajos inéditos de Isaac Newton sobre religión y ciencia

Compilan por primera vez una obra inacabada del famoso científico en la que mostraba su particular interpretación del Apocalipsis y de la historia de la Iglesia, a la que consideraba corrupta desde el siglo IV.

SEVILLA · 13 DE ENERO DE 2014 · 23:00

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	Isaac Newton en 1702 por Geoffrey Kneller. / Wikipedia</p>
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Isaac Newton en 1702 por Geoffrey Kneller. / Wikipedia

Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha publicado un estudio sobre una obra inacabada de Isaac Newton, Historia Ecclesiastica, que puede leerse por primera vez. El texto, escrito en latín e identificado por el autor del trabajo, pone de manifiesto el pensamiento heterodoxo de Newton y su interpretación del Apocalipsis y la historia de la Iglesia antigua. La publicación se encuadra en un proyecto de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. HISTORIA DE LA IGLESIA Historia Ecclesiastica es la obra escrita en latín por Isaac Newton (1642-1727) más extensa identificada hasta la fecha, sólo por detrás de sus célebres Principia (1687). En ella se aprecia el heterodoxo pensamiento de su autor sobre interpretación del Apocalipsis e historia de la Iglesia antigua: Newton entendía esta última como la historia de una corrupción dogmática y política (cifrada en la profesión de una Trinidad idolátrica), cuya profecía se encontraba en las Escrituras. El autor de la edición ha restituido el texto a partir de tres manuscritos de la colección Yahuda de la Biblioteca Nacional de Israel (Jerusalén), la principal colección de manuscritos teológicos newtonianos. El conjunto de textos, no publicado en vida del autor debido en gran parte al daño que le habría acarreado el conocimiento público de su “herejía”, fue subastado en Londres en julio de 1936 y se encuentra en la actualidad repartido en una treintena de bibliotecas del Reino Unido, los Estados Unidos, Israel y Suiza. “No se trataba, como es más habitual, de restituir un texto a partir de una serie de copias conservadas, sino que en este caso tenemos directamente el original del autor en un confuso estado de borrador y repartido en unidades físicas dispersas –explica Pablo Toribio, autor del libro e investigador de la Universidad de Sevilla–. Así que, en definitiva, se trataba en buena medida de resolver un puzzle”. NEWTON: CIENTÍFICO, INVENTOR Y... TEÓLOGO Esta investigación revela a un Newton que no tiene nada que ver con la imagen de pulcritud matemática con la que por lo común se representa. El lector descubrirá al Newton que corrige una y otra vez en su afán por encontrar las palabras exactas para describir, en un tono de fiscal implacable, por qué el cristianismo se corrompió en el siglo IV, o de qué modo entendía un antiguo hereje la relación entre Cristo y Dios Padre. Para el no especialista, según afirma su autor, esto resultará como mínimo paradójico. El estudio de la Biblia y las aplicaciones numéricas tuvieron gran importancia para Newton, que desarrolló teorías para calcular el fin del mundo. En otro de sus escritos afirmaba que el fin del mundo llegaría en el año 2060 a partir de cálculos hechos en el libro de Daniel. Historia Ecclesiastica destaca también por su capacidad para deshacer ideas preconcebidas sobre qué hace a un genio, sobre cómo se construyen la ciencia y la religión, la ortodoxia y la heterodoxia. Isaac Newton (1643-1727) fue físico, filósofo, teólogo, inventor, alquimista y matemático inglés, autor de los Philosophiae naturalis principia mathematica, más conocidos como los Principia, donde describió la ley de la gravitación universal y estableció las bases de la mecánica clásica mediante las leyes que llevan su nombre. Entre sus otros descubrimientos científicos destacan los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica (que se presentan principalmente en su obra Opticks) y el desarrollo del cálculo matemático. Newton comparte con Leibniz el crédito por el desarrollo del cálculo integral y diferencial, que utilizó para formular sus leyes de la física. También contribuyó en otras áreas de la matemática, desarrollando el teorema del binomio y las fórmulas de Newton-Cotes. Entre sus hallazgos científicos se encuentran el descubrimiento de que el espectro de color que se observa cuando la luz blanca pasa por un prisma es inherente a esa luz, en lugar de provenir del prisma (como había sido postulado por Roger Bacon en el siglo XIII); su argumentación sobre la posibilidad de que la luz estuviera compuesta por partículas; su desarrollo de una ley de convección térmica, que describe la tasa de enfriamiento de los objetos expuestos al aire; sus estudios sobre la velocidad del sonido en el aire; y su propuesta de una teoría sobre el origen de las estrellas. Fue también un pionero de la mecánica de fluidos, estableciendo una ley sobre la viscosidad. Newton fue el primero en demostrar que las leyes naturales que gobiernan el movimiento en la Tierra y las que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes son las mismas. Es, a menudo, calificado como el científico más grande de todos los tiempos, y su obra como la culminación de la revolución científica. El matemático y físico matemático Joseph Louis Lagrange (1736-1813), dijo que “Newton fue el más grande genio que ha existido y también el más afortunado dado que sólo se puede encontrar una vez un sistema que rija el mundo”.

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