Cárcel para predicador saudí que torturó hasta la muerte a su hija

Fayhan Al Ghamdi dudaba de la virginidad de su hija de cinco años. El asesinato de Lama conmovió al país e incluso el ministro de Justicia Fahd Bin Abdullah Al-Bakran dijo estar siguiéndolo muy de cerca.

ARABIA SAUDÍ · 07 DE OCTUBRE DE 2013 · 22:00

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	Imagen de la peque&ntilde;a en el hospital / Al Arabiya</p>
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Imagen de la pequeña en el hospital / Al Arabiya

El caso corrió por los medios como la pólvora, y no era para menos. Un predicador saudí había pegado hasta la muerte a su hija de cinco años al parecer ante la sospecha de que podría haber perdido la virginidad. Le había roto los brazos y dejado numerosas fracturas en el cráneo usando, entre otras cosas, una plancha de hierro. Randa al Kaleeb, trabajadora social del hospital donde pasó los últimos meses de vida, en una entrevista telefónica en dicho programa declaró que Lama había sido violada "por todas partes". Lama, que así se llamaba la niña, estuvo cuatro meses en coma antes de morir, y no fue enterrada hasta otros cuatro meses después en espera de la investigación y la autopsia. ENORME LUCHA HASTA LOGRAR EL JUICIO La sentencia preliminar dictaba que el caso quedara zanjado con 'dinero de sangre' ('diya', en árabe), ante lo que su madre, -'Um Lama', se rebeló. Ella quería pena de muerte o, como poco, cadena perpetua. Ahora, un juez de Hawtat Bani Tamim, a 160 kilómetros de Riad, ha sentenciado al predicador Fayhan Al Ghamdi a la pena de ocho años de prisión y 800 latigazos, según recogen medios saudíes. Además, tendrá que pagar a la madre, de la que se había divorciado hace años, un millón de riales saudíes (unos 196.000 euros) en concepto de dinero de sangre. Además, la segunda esposa de Al Ghamdi ha sido condenada a 10 meses de prisión y 150 latigazos por no denunciar las torturas a las que estaba siendo sometida la menor. Ambos apelarán la sentencia. El asesinato de Lama conmovió al país e incluso el ministro de Justicia Fahd Bin Abdullah Al-Bakran dijo estar siguiéndolo muy de cerca. Fayhan Al Ghamdi, acreditado como predicador por el ministerio de Asuntos Religiosos, tal como confirmó el titular de la cartera al diario saudí 'Al-sarq', reconoció haber golpeado a la menor aunque no dio más explicaciones. "No tenemos nada que ver con él, de ninguna manera. Lo que hizo es un crimen atroz que es condenado por toda la nación. Él no puede ser un líder religioso o un erudito religioso y nadie puede excusar su crimen cruel", aclaró el ministro Sheikh Saleh Bin Abdul Aziz Al Sheikh. El supuesto erudito había salido en algunos programas religiosos de cadenas privadas, pero no era muy famoso pese a lo que se ha escrito en algunos medios, puntualizó el periodista y bloguero saudí Ahmed Al Omran. Sin embargo, el castigo es leve, especialmente si lo comparamos . con el veredicto en otro caso reciente en Arabia Saudí, en el que la justicia condenó a cuatro hombres saudíes acusados ​​de bailar desnudos en el techo de un coche y la publicación de un video del baile hasta 2.000 latigazos y a uno de ellos hasta 10 años de prisión , además de ser multados con miles de dólares. 'DINERO DE SANGRE' El llamado 'dinero de sangre' es una especie de compensación que se paga cuando el culpable no es ejecutado debido a la decisión judicial o al perdón de la familia de la víctima. Según la activista Zain, en declaraciones a la cadena Rotana, este pacto se sustenta en un argumento de la 'sharia' o ley islámica por la que los padres no pueden ser ejecutados por el asesinato de sus hijos, ni pueden los esposos ser ejecutados por el asesinato de su esposa. Padres y maridos que asesinan a sus hijos o esposas son constantemente condenados a penas de entre cinco a 12 años de prisión como máximo. Esta indulgencia no se extiende a las madres y esposas. En la historia de Arabia Saudí, sólo ha habido un caso, en 2008, donde fueron ejecutados un padre y su segunda esposa por torturar a su hija hasta la muerte. Para los defensores de los derechos humanos, la indulgencia de los tribunales con los hombres maltratadores y asesinos refleja el problema más amplio que es el sistema de tutela masculina en Arabia Saudí, donde las mujeres son consideradas como menores de edad y dependen de un pariente masculino para todas las decisiones importantes. Las mujeres no pueden viajar fuera del país sin el permiso de los hombres, ni pueden trabajar o conducir. Hace unos meses, precisamente a raíz de estos hechos, se presentó en el país la primera campaña de prevención contra el maltrato a las mujeres.

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