N. Wallenda, con un alambre y su fe, cruza Cañón del Colorado

Es el primero que recorre estos casi 500 metros, y también el primero que realizó la misma hazaña en las Cataratas del Niágara (en 2012). Basa y dedica su éxito a Jesús.

ARIZONA · 22 DE JUNIO DE 2013 · 22:00

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La línea por donde N. Wallenda ha cruzado el Cañón del Colorado / Discovery Channel

Nik Wallenda, conocido como “El rey de la cuerda floja”, desafió a la muerte al cruzar el Cañón del Colorado sin tener red, arnés o protección alguna; usando un cable de 5 cm de grosor y 426 metros de largo que surcaba la profunda garganta, a casi 500 metros de altura (unos 460 metros, mayor que el Empire State Building, y con vientos de hasta 48 km. por hora). El legendario acróbata ha sido la primera persona en cruzar el Cañón del Colorado en una cuerda floja, un evento que fue transmitido en vivo este domingo 23 de junio por Discovery Channel. No es nuevo el realizar una gran hazaña como ésta para Nik. Ya en 2012, Wallenda se convirtió en la primera persona en atravesar sobre la cuerda floja las Cataratas del Niágara. Wallenda caminó a través de la garganta del Río Little Colorado, del Parque de la tribu Navajo, cerca de Cameron, Arizona. Aunque el parque no está en el Gran Cañón, es vecino cercano, tanto que algunos lo han llamado el "pequeño Gran Cañón", y el río Little Colorado que lo recorre es el mismo que alimenta al Río Colorado en el Gran Cañón. Wallenda, con 34 años de edad, ha dicho que este es el sueño que siempre ha acariciado y que lo dedica a su bisabuelo Karl Wallenda, que murió al caer de la cuerda floja en Puerto Rico, en 1978. UN HOMBRE DE FE Nik Wallenda está casado con Erendira, y tienen tres hijos, y considera su fe en Jesús como un aspecto central de su vida, más incluso que el fino alambre que le sostiene. Tanto que cruzó el Cañón del Colorado orando y alabando a Dios, porque esto, dice, le da lo que la Biblia llama “la paz que sobrepasa todo entendimiento”. Sus palabras con Dios eran escuchadas a través de un micrófono que lleva para estar en contacto con su equipo, y que los espectadores también pudieron escuchar. Miembro de una iglesia evangélica, Wallenda asegura siempre que Dios le ha dado “una plataforma increíble” para ser testigo de Él, y pide que el uso de su especial talento artístico sirva para dar testimonio de quién es Jesús. No es sólo su vida la que se basa en la fe, sino también su muerte. “Supongo que la mayor fuerza que me da mi fe es que sé que si caigo y muero, estoy seguro de a dónde voy", dice. En cuanto a la pregunta que a menudo le hacen de si está poniendo a prueba a Dios, Wallenda cree que no es así. “Yo no creo que Dios me sostenga en ese cable de ninguna manera. Creo que Dios me dio una habilidad única para recorrer el hilo de acero y me toca a mí -si quiero- entrenar correctamente para prepararme", como en cualquier profesión de riesgo, explica. UNA “RAZA” PARTICULAR Los Wallenda pueden rastrear sus orígenes hasta la Austria-Hungría de 1780, cuando sus antepasados viajaban como un grupo de acróbatas, funambulistas, malabaristas, entrenadores de animales y artistas del trapecio. En los años 1920 John Ringling del circo Ringling Bros. y Barnum & Bailey contrató a los Wallenda después de verlos actuar en Cuba. Karl Wallenda, patriarca de la familia y bisabuelo de Nik, se convirtió en un destacado equilibrista, ejecutando “caminatas en el cielo” entre edificios y a través de diferentes estadios. Entre ellos, el Busch, el JFK, el Three Rivers y el Astrodome. El 18 de julio de 1970 Karl Wallenda realizó una de sus hazañas más memorables, caminando sobre una cuerda floja por encima de la garganta de las cataratas Tallulah de Georgia, Estados Unidos. En 1998 los Wallenda recrearon la pirámide de siete personas con Delilah Wallenda, Tino Wallenda, Alida Walenda, Nikolas Wallenda, Sacha Paviata, Tony Hernández y Terry Troffer. El 20 de febrero de 2001, los Wallenda Voladores (EEUU) ejecutaron una pirámide de ocho personas suspendida a una altura de 7,62 m. (25 pies) en Sarasota, Florida, Estados Unidos, para el Libro Guinness de los Récords. Para garantizar el récord, incorporaron dos personas más formando la primera y única pirámide de 10 personas. Desde sus primeros pasos sobre un alambre cuando apenas tenía dos años de edad, Nik Wallenda ha entrado a formar parte del Libro Guinnes de los Récords en siete ocasiones, la última de ellas en la antes mencionada en 2012 (quizás la más conocida) cuando cruzó las Cataratas del Niágara.

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