Los diez síntomas de la ludopatía
En Estados Unidos se calcula que el uno por ciento de la población adulta, unos dos millones de personas, tiene problemas con el juego.
MADRID · 02 DE FEBRERO DE 2013 · 23:00
En Estados Unidos, se calcula que el uno por ciento de la población adulta, unos dos millones de personas, tiene problemas con el juego. Hay hasta monjas ludópatas y de las adicciones, de todo tipo, tampoco se libran los profesionales. Otro grupo de población más grande, de cuatro a seis millones de ciudadanos, presentan algunos síntomas que convendría vigilar. De no tratarse a tiempo, podrían desembocar en casos mucho más graves, financieros, familiares, de salud, hasta llegar a poner en peligro la vida de la víctima.
La vida es juego, pero hasta el más inocente de los bingos caseros con habichuelas, mal enfocado, puede desembocar en una adicción. Más hoy en día, en que el juego y las apuestas online crecen de manera inusitada, acercan y facilitan el juego a cada vez más personas, incluso con un abanico de edades cada vez más amplio.
Estos son los diez síntomas que indican que está existiendo una ludopatía:
1. No puedes parar: además del dinero, el jugador adicto es incapaz de dejar de dilapidar su tiempo. No se trata de elegir entre una y otra forma de ocio, sino de ser incapaz de levantarse de la mesa, virtual o real. Si tienes dudas, ponte a prueba a ti mismo y marca un límite, que puede ser una hora determinada o una cantidad de dinero. Si no puedes cumplir tus propias propuestas, mala señal.
2. Juegas con dinero que no puedes permitirte perder. Otra clave para el juego sano es apostar solo el dinero que tengas previsto gastar en esa actividad de ocio. Si empiezas a preocuparte porque una hipotética pérdida te causaría problemas, vas por el mal camino. El caso extremo es jugar con dinero prestado o romper el cerdito de tu hijo.
3. No disfrutas con las apuestas. Pensar en gastarse unos euros en el juego debería ser igual que hacerlo en el cine, en un concierto, o en coleccionar maquetas de trenes. Si el juego es una vía de escape a tu vida miserable o a otros problemas, si tu actuación es compulsiva y no de ocio, también deberías recapitular.
4. Sigues jugando para recuperar lo perdido. Es una de las peores opciones que existen, aunque es muy fácil incurrir en este error. ¿Por qué crees que va a cambiar tu suerte? Lo más fácil es caer en tilt, como dicen los jugadores de póquer, y empezar a cometer errores cada vez mayores que casi con toda seguridad aumentarán tus pérdidas aún más.
5. Cada vez juegas más dinero. Si la adrenalina que genera el juego te impulsa a jugar cada vez más dinero para seguir sintiendo lo mismo, es que te has convertido en un yonki del azar.
6. Haces cualquier cosa para conseguir dinero para el juego. No hay que ser muy listo para saber que este es un síntoma extremo. Más allá de consideraciones morales y penales, robar, engañar y recurrir a cualquier tipo de crímenes para acabar jugándote el dinero no solo es una estupidez, sino que entrarás en un camino de muy difícil retorno.
7. Antepones el juego a otras cosas importantes. El autoengaño puede alcanzar la maestría en algunos casos, pero si te pierdes la función escolar o incluso la boda de tu hija por hacer algo que está abierto las 24 horas del día está claro que tienes un problema grave. Peor aún es jugarse a la mujer, que aunque parezca una exageración se ha visto no hace mucho.
8. El juego afecta a tu carácter. Se pueden conseguir experiencias muy agradables con el juego, incluso sin necesidad de ganar. Saber disfrutar de ello te mejora por dentro y por fuera y te enseña a relacionarte, pero si ves que te estás convirtiendo en peor persona (los otros se darán cuenta mucho antes), deberías reconocer este síntoma lo antes posible y tomar medidas.
9. La negación. La mayor dificultad para distinguir esta señal es que un no adicto también negará que lo es, al igual que el inocente tampoco reconoce el crimen que no ha cometido. En todo casi, casi nunca se le dice a alguien que es un ludópata cuando está lejos de llegar a serlo. Como suele decirse con el alcohol, si alguna vez te preguntas si estás bebiendo demasiado, probablemente es porque lo estás haciendo.
10. Tendencias suicidas, escaso apego por la vida. Es quizá el último escalón y suele ir acompañado de fuertes deudas, por lo que nadie debería llegar tan lejos. La adicción al juego puede parecer menos grave que el alcoholismo o la drogodependencia, pero es la más relacionada con los intentos de quitarse la vida.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - Los diez síntomas de la ludopatía