La crítica generalizada y pertinaz señala al acusador

Lo negativo que dices acerca de los demás, aunque no lo sepas, también puede hablar –y mucho- de ti.

EE.UU. · 15 DE ENERO DE 2013 · 23:00

,
Posiblemente sea una idea que intuitivamente y de forma subjetiva más o menos todos podemos tener, pero ahora un estudio científico y objetivo viene a confirmarlo: cuando alguien señala con el índice y critica a todos y a todo continuamente, en el fondo cuatro dedos están señalando a quien hace la crítica. Una investigación coordinada por la Universidad Wake Forest (EE UU) ha demostrado que ver con buenos ojos a los demás es un indicador de que puedes considerarte feliz, entusiasta, noble y emocionalmente estable. Sin embargo, si eres de los que con frecuencia tiende a criticar y juzgar con un sesgo negativo a quienes te rodean, es bastante probable que vivas a disgusto contigo mismo. En cualquier caso, los psicólogos también aconsejan que a las críticas, como a las alabanzas, hay que hacerles el caso justo, y dependiendo de quién vengan. Una buena muestra del nivel de autoestima y de seguridad en nosotros mismos es la capacidad de aceptación de las críticas. Hay quienes son más inseguros, y no aguantan ni una pequeña crítica, todo les afecta. POLOS POSITIVO Y NEGATIVO “Una percepción positiva del resto de las personas indica satisfacción con nuestra propia vida”, expresa Dustin Wood, psicólogo y coautor del estudio que publicaba la revista Journal of Personality and Social Psychology. Por el contrario, aquellos que perciben negativamente al resto o la mayoría de las personas con las que se relacionan se muestra en el estudio que suelen ser narcisistas, infelices, con tendencia a la depresión, neuróticos, antisociales y afectados por otros trastornos de la personalidad. Por ello, a partir de los resultados del estudio, los investigadores sugieren que cuando hacemos que un individuo valore a sus compañeros de trabajo o a sus conocidos, en realidad estamos obteniendo abundante información no sólo (o no tanto) de la persona evaluada, sino también (y sobre todo) del evaluador y de su situación emocional. LA CRÍTICA Según los psicólogos, es fácil caer en criticar por criticar y hay que tener una actitud permanente de atención en contra de esta actitud o tendencia. En su opinión, muchas veces la crítica no es otra cosa que envidia mal disimulada o pensar que el comportamiento de los demás tiene que ajustarse a nuestra forma de ver las cosas. Nadie está exento, pero también es cierto que no toda crítica es mala, dependiendo mucho de cómo y con qué fin se digan las cosas. El problema no está en sí en hacer una crítica, siempre que se haga directa y abiertamente, sino en la intención con la que se haga, no con ánimo de hacer daño, sino siempre poniéndose en el lugar del otro. Otra cosa muy distinta es criticar a espaldas de las personas, en los “pasillos” y/o con ánimo destructivo o malintencionado.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - La crítica generalizada y pertinaz señala al acusador