Familia Krieger: “Jesús no pudo haber nacido en invierno”

Iniciamos una serie para contar diferentes acercamientos a la Navidad. Hoy conoceremos la historia de la familia Krieger, que busca celebrar con gozo y sencillez la venida del Señor, huyendo del consumismo.

CÓRDOBA, ARGENTINA · 16 DE DICIEMBRE DE 2012 · 23:00

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Jorge y Nélida Krieger ya celebraron la Navidad.

Ya no es raro encontrar a cristianos que se niegan a armar el tradicional arbolito navideño y huyen del mandato social de hacer gastos extras para comprar regalos, estrenar ropa y llenar la mesa de comidas y bebidas especiales. Recuperar el verdadero sentido de la Navidad, festividad que los medios de comunicación presentan como un motivo para consumir más, es un verdadero desafío. Jorge y Nélida Krieger, ex misioneros en la Patagonia Argentina y actualmente residentes en la ciudad de Córdoba, se han unido este año a otros evangélicos dispuestos a celebrar una Navidad diferente. Para ello, basándose en las Escrituras, han festejado el nacimiento del Señor Jesús en la fecha en probablemente tuvo lugar, es decir, durante la festividad judía de los Tabernáculos o Sucot. Este matrimonio -35 años de casados, cuatro hijos, dos nietos- pertenece a un movimiento pentecostal que involucra a cuatro iglesias de la ciudad. “Tuvimos un estudio sobre las festividades judías y su simbología, y de allí surgió la idea de celebrar la Fiesta de los Tabernáculos, que este año fue del 30 de setiembre al 7 de octubre. Lo más probable es que el nacimiento del Señor Jesús haya tenido lugar durante esta festividad de gozo y agradecimiento a Dios por la cosecha”, apunta Nélida. BUSCANDO LA FECHA PRECISA Mientras ella habla, su esposo sigue trabajando en la colocación del techo de la cochera de la casa que vienen construyendo desde hace años, palmo a palmo. El interior es cálido, con vigas de madera clara y tonos marrones, beige y terracota en los muebles y detalles de la decoración. No hay arbolito con luces ni ningún otro adorno de los que suelen ponerse en estas fechas. Nélida abre la Biblia. “Jesús no pudo haber nacido en invierno. Aquella zona es sumamente fría en diciembre y los pastores no sacaban (ni sacan) sus rebaños de la cuadra durante el invierno”, acota para descartar que la fecha en que tradicionalmente se celebra la Navidad tenga base en registros bíblicos. Pero un dato más preciso es el que brinda el libro de Lucas (1.5). “Según este texto, sabemos que Zacarías, el padre de Juan, era de la clase o del grupo de Abdías. Y si vamos al relato de 1 de Crónicas (24.10) sabremos que David había establecido 24 ordenes sacerdotales para servir en el templo y que la clase sacerdotal a la que pertenecía Abdías había caído en la octava suerte y por tanto le tocaba servir durante el cuarto mes del año lunar…”. Siguen las cuentas de acuerdo al texto bíblico y una vez establecida la fecha probable del comienzo del embarazo de Elizabet, esposa de Zacarías, es fácil establecer la del nacimiento de Jesús, ocurrido seis meses después del de su primo Juan. MIRANDO AL CIELO Nélida sigue consultando su Biblia. “El Evangelio según Juan (1.14) dice textualmente: ´Y el Verbo se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros´, donde la palabra griega eskénosen es traducida como ´habitó´ y en realidad significa asentar tabernáculo. A su vez, dicho término griego es una traducción de la palabra hebrea sucot que se usa para definir tabernáculos o cabañas”. El momento solemne de la Fiesta de los Tabernáculos o Sucot parece ser el más apropiado para que Emmanuel –Dios con nosotros- naciera, el día 15 del mes séptimo… Exactamente seis meses después del nacimiento de Juan. “Durante esta festividad los judíos debían construir la suca o cabaña, con techo enramado para poder contemplar el cielo. Volver los ojos al cielo era la manera en que recordaban que habían sido peregrinos y durante largos 40 años el Señor los había sustentado. Aunque tuvieran una casa segura, no debían olvidar que no necesitaban más que al Señor”, explica Nélida. HUMILDAD Y GRATITUD Otro significado de la construcción de la suca es “mantenerse en humildad”. “El Señor nació en humildad siendo Rey”, recalca Nélida. “Así debería ser nuestra celebración de la Navidad y no una festividad consumista y con impostores (el Gordo de rojo). Tan distinto es pensar en Emmanuel, Dios con nosotros, tabernaculizándose en nosotros”. Los Krieger y otros miembros de la iglesia “Ciudad Deseada”, celebraron Sucot –y con ello la Navidad- como lo hacían los judíos: “Dando gracias a Dios por la cosecha. Ellos reconocían que todo lo que tenían era de Dios, e igual nosotros. Y a él damos gracias”. El 7 de octubre pasado desayunaron en la iglesia. “Los pastores habían preparado frutas, leche y miel; también uvas, pan y jugo de uvas”. El 30 de setiembre la celebración reunió a cuatro iglesias de la ciudad. “Fue una cena preciosa. Se habló del significado de la Fiesta de los Tabernáculos, de la dependencia del Señor y de la gratitud por su nacimiento”. ¿Qué harán el próximo 24 a la noche? “Cenaremos en familia y alabaremos a Dios, como lo hacemos todos los días”. Para cerrar la entrevista, Nélida busca un video clip en Youtube: “Alabanza al Rey” interpretada por Marcela Gándara. “Me encanta cómo expresa el sentido de la Navidad”, dice.

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