La testosterona aumenta el discernimiento, no la agresividad

Uno de los mitos más extendidos acerca de las hormonas masculinas por excelencia, la testosterona, es que provocaba agresividad. Pero un estudio suizo desmiente la creencia popular de que la testosterona genera agresividad y egocentrismo en los hombres. La actividad biológica es más bien la contraria, ya que lo que en realidad aumenta es la capacidad de discernir con equidad y justicia.

ZURICH · 21 DE DICIEMBRE DE 2009 · 23:00

,
Según un estudio de la Universidad de Zürich en Suiza publicado por la revista Nature, la testosterona induce al comportamiento antisocial en los seres humanos, pero más a causa de nuestros propios prejuicios sobre sus efectos que a causa de un actividad biológica real. De hecho, según señala el equipo dirigido por el profesor Ernst Fehr, el efecto es más bien el contrario: la testosterona incrementa la capacidad de discernir con equidad y con justicia. Para llegar a esta conclusión, los investigadores dividieron a 120 sujetos en dos grupos: a uno se le suministraba una dosis de testosterona de 0,5 miligramos (sin que supiesen que la recibían) y al resto un placebo explicándoles que tomaban testosterona. Al someterlos a un experimento de comportamiento en el que debían negociar con ciertas sumas de dinero, observaron que aquellas que recibieron testosterona se comportaban generalmente de manera más equilibrada, tenían menos conflictos y se desenvolvían mejor en un ambiente social. Sin embargo, los sujetos que pensaban que se habían incrementado los niveles de testosterona en su organismo aunque no fuera cierto, mostraron un comportamiento más conflictivo que aquellos que creían que habían ingerido el placebo. No es la testosterona la que induce agresividad, sino el mito -la connotación negativa y antisocial- que rodea a esta hormona, concluyen los investigadores. Ahora, el que quiera comportarse fomentando paz social y con equidad, que pruebe con dosis pequeñas de testosterona.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Opinion - La testosterona aumenta el discernimiento, no la agresividad