La obsesión estética dispara el retoque de fotos

Regresan de las vacaciones en, por ejemplo, Salou y llevan la tarjeta de memoria de la cámara digital a su habitual tienda de fotografía. Pero ya no se conforman con pedir impresiones de brillo o mate o un álbum completo: antes de que sus fotos salgan a la luz, quieren que las mejoren, las retoquen.

BARCELONA · 05 DE OCTUBRE DE 2009 · 22:00

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Menos arrugas, una barriga más plana, unos pechos que resaltan un poco más en el biquini, incluso una tez un poco más morena. Los encargos para mejorar las imágenes de las vacaciones se han quintuplicado. Los ingleses se han lanzado este verano a pedir en sus tiendas que les retoquen las fotos. Dado que no todos disponen en el ordenador de casa de un programa específico –el Photoshop de Adobe es el más popular– o de los conocimientos para usarlo, utilizan el servicio que ofrece, por ejemplo, la cadena Snappy Shots, que ha anunciado esta semana un aumento del 550% de los encargos de manipulación de fotos. «Todo el mundo quiere ofrecer el mejor aspecto posible. Ya no solo los famosos pueden aprovecharse del retoque de las fotos. Es como cirugía plástica pero sin bisturí», ha comentado un portavoz de la cadena, que desde hace tiempo incluye en sus ofertas de empleo la exigencia de saber manejar el Photoshop. Mientras que el uso abusivo de este tipo de programas es un tabú en el fotoperiodismo –hay un intenso debate sobre hasta qué punto se pueden retocar las fotos de noticias que aparecen en la prensa–, en las revistas de moda, por ejemplo, es habitual perfeccionar hasta el máximo la imagen de la persona retratada. En España, las grandes cadenas aún no disponen de este servicio. Sí ofrecen por internet programas que permiten retocar ligeramente una foto, pero solo son unas funciones básicas para mejorar el brillo, el contraste o el color.

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