La mayoría de las series de TV juveniles normalizan las drogas y desautorizan la figura paterna

Las series de televisión trivializan problemas sociales como el consumo de alcohol y retratan a menudo la figura del padre como una persona inmadura, cuyas normas pueden transgredirse. Son conclusiones recogidas en el informe “Qué menores ven los menores en televisión”, elaborado por la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) para el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid.

MADRID · 29 DE JUNIO DE 2009 · 22:00

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Adolescentes que viven con padres ignorantes, inmaduros o egoístas; jóvenes que deben asumir responsabilidades que no se corresponden con su edad y que mantienen relaciones sexuales con adultos, que en muchos casos son sus profesores.Estas son algunas de las tramas que la población infantil observa en la pequeña pantalla. Pero, «de todos los programas analizados, los más preocupantes son la serie «Física y Química» que emite Antena 3 y la ya retirada de Cuatro «HKM»», explica a ABC el presidente de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC), Alejandro Perales. El estudio ha analizado 87 series emitidas por las cadenas a lo largo de un mes, con un público preferentemente infantil y juvenil. Según el informe, las series tratan de modo trivial cuestiones como las relaciones sexuales de los adolescentes y el consumo de drogas, especialmente el alcohol, que se convierte en un rasgo imprescindible (y rutinario) de las relaciones entre iguales, sin que suelan aparecer referencias a las consecuencias que pueden provocar estas prácticas. “Estos aspectos se reflejan claramente en series como ´Física y Química´ o ´HKM´. Son series que se desarrollan básicamente en un entorno escolar, pero los argumentos tienen poco que ver con lo académico”, indican los autores. La violencia, muy presente en la programación infantil y juvenil, se trata de un modo “atractivo”, desde el punto de vista del agresor y sin mostrar sus consecuencias negativas. LA FIGURA DEL PADRE, UN “INMADURO” Tanto en la programación infantil como en la juvenil, aparece un cuestionamiento de la figura paterna y de los adultos en general, pero especialmente de las figuras masculinas. “Muchos padres son presentados como inmaduros, egoístas e ignorantes (´Los Simpson´, ´HKM´, ´Padre de familia´)”, afirma el estudio. “Sus normas y límites son presentados como reglas más o menos arbitrarias que pueden y deben transgredirse. El paso a la edad adulta no es percibido por los adolescentes como un proceso de maduración sino simplemente de ‘paso del tiempo’”. Las series ofrecen una imagen del adolescente como alguien caracterizado por el narcisismo y la omnipotencia, por lo que no hay límites a la hora de contravenir las normas. Los menores se asocian en muchos programas con contenidos de adultos, poniéndoles en contacto con temas y problemas poco recomendables para sus edades. NIÑOS AUTOSUFICIENTES Por su parte, los niños más pequeños aparecen como seres autosuficientes, que sólo se relacionan entre ellos y que perciben a los adultos como una amenaza. Los autores ponen como ejemplo series animadas como “Little Einsteins”, “Pocoyó” y “Juan y Tolola”. La figura del menor es utilizada muchas veces como excusa para ofrecer puntos de vista adultos, de crítica social o costumbrista, con temas y situaciones claramente perjudiciales para su desarrollo y sin tener en cuenta las consecuencias que pueden tener en su formación. Ejemplos de esto, el estudio menciona “Los Simpson” y, muy especialmente, “Padre de familia”. INFLUENCIA NEGATIVA EN EL NIÑO Los menores, que son fácilmente influenciables, suelen ver televisión sin vigilancia de un adulto, de ahí que El Defensor haya solicitado este estudio de 86 series que cuestionan la figura paterna y que podrían influir en los comportamientos sociales de sus hijos. El informe de la AUC refleja un público infantil que tiende a identificarse con unos roles sociales -de los protagonistas- cuyos valores no son positivos, y pretende instar a las productoras a que modifiquen los mensajes que transmiten. En este sentido, Alejandro Perales confiesa su pesimismo: Las compañías televisivas «no van a renunciar al beneficio para hacer una programación positiva para nuestros hijos». Utilizan algunos problemas como el sexo, las drogas y el alcohol, para atraerlos banalizando su consumo. «Creo que los adultos envidian a los adolescentes y por eso se les estigmatiza como problemáticos, pero quienes realizan estas series son los adultos», concluye.

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