Protagonistas que son víctimas: instantes de fama a cambio de tu alma

La historia de Susan Boyle puede ser un caso de estudio, aunque en realidad se añade a los muchos precedentes. De ciudadana normal de un pequeño pueblo escocés a fenómeno de masas. A través de la televisión primero, y de Internet después, su fama explotó de forma sorprendente y se convertía así en un fenómeno global. Pero después de perder en la final del concurso que la había hecho mundialmente famosa, tuvo que ser ingresada en un centro de tratamiento psiquiátrico por unos días. Ahora necesita

LONDON · 08 DE JUNIO DE 2009 · 22:00

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En 7 días, más de 20 millones de personas habían visto en Youtube su angélica interpretación de “He soñado un sueño”, uno de los temas centrales del famoso musical “Los Miserables”. Su éxito en la Red batió momentos cumbre de la historia del planeta. Siete semanas después, Susan Boyle ingresaba en una famosa clínica de la periferia de Londres, especializada en tratar a los famosos que sucumben a las presiones del éxito. Boyle quedó segunda el sábado en el concurso que la ha hecho famosa, “Britain´s Got Talent”. Muchos psicólogos creen que ha sido una suerte para ella no ganar el concurso, porque habría sido aún más incapaz de digerir el éxito. PROTAGONISTAS QUE SON VÍCTIMAS “Britain´s Got Talent”, al igual que “Gran Hermano”, puede acabar por reducirse a la manipulación de las ansias de alcanzar la fama de gentes vulnerables y a menudo desesperadas. “Cuantas más lágrimas, más humillación, más conflicto y más confusión, más disfruta el público”, afirma el psicólogo David Wilson en un artículo en el diario ‘The Daily Mail’. Wilson fue contratado en su momento por el “Gran Hermano” británico pero dejó el programa enseguida. “Los productores me habían asegurado que el programa era un genuino estudio psicológico de la condición humana, pero enseguida me di cuenta de que no había nada de eso. Su verdadera agenda era atraer espectadores fabricando controversia y conflicto. Hablar de estándares éticos era una cortina de humo. No quería participar en algo así y me fui al cabo de una semana. Una similar falta de ética es evidente también en Britain´s Got Talent”, asegura. BOYLE Y LA FAMA INSTANTÁNEA Pero pocos tienen el dramatismo del auge y caída de Susan Boyle. Su fama ha sido instantánea y planetaria. Un fenómeno que en menos de dos meses ha sido contemplado 185 millones de veces en Internet. El secreto de su éxito ha sido el contraste entre su descuidada apariencia física y su voz angelical. Pero sería ingenuo pensar que el caso de Susan Boyle es meramente espontáneo. Esta mujer escocesa que tiene problemas para expresarse desde que nació porque dejó de recibir oxígeno durante varios minutos al nacer, ha sido víctima de la calculada mercadotecnia. Su poco atractivo físico, su inocencia y su voz la hacían un personaje ideal para programas como “Britain´s Got Talent”, que detrás de la máscara de la búsqueda de talentos escondidos y de loas a la espontaneidad son el equivalente a las denigrantes ferias de finales del siglo XIX y principios del XX en las que se exhibían personas deformes o que simplemente rompían la media estadística por su escasa altura o su gigantismo. EL DESEQUILIBRIO QUE SIGUE A LOS 15 MINUTOS El brusco cambio de vida que ha venido con el éxito, le ha pasado ahora factura. De pelearse con los adolescentes que se reían de ella en su pueblo pasó a verse perseguida por la prensa sin descanso. Que si se había teñido el pelo, que si se había depilado el bigote, que si había dejado de ser virgen, que si estaba perdiendo la naturalidad, que si la estaban manipulando, que si se le habían subido los humos a la cabeza, que si estaba enamorada de Piers Morgan, uno de los jueces, que si le dio un ataque de celos cuando Morgan alabó a unos de sus rivales en la final, que si se peleó con un grupo de periodistas en un hotel de Londres, que si se encaró con un policía, que si... Y de esta forma Boyle se ha sumado a una larga lista de famosos a los que el éxito ha llevado de alguna manera al desequilibrio. Algunos, sobre todo cantantes, han caminado siempre por la difusa frontera que delimita la cordura, la psicodelia, el hedonismo y la depresión. La cantante Amy Winehouse, por ejemplo, entra y sale de tratamiento con rítmica periodicidad, pero es difícil saber hasta qué punto su romance con el alcohol y las drogas es realmente una consecuencia de la fama. DREW BARRYMORE, MACAULAY CULKIN, ETC. Más casos en los que el éxito atropelló a las personas que lo vivieron. Drew Barrymore, la niña de “E.T.”, con nueve años ya era víctima de las drogas y el alcohol, y con 13 años tocó fondo. Tras un intento de suicidio y mucho tiempo de rehabilitación retomó su carrera a mediados de los noventa. River Phoenix tuvo una infancia peculiar con unos padres muy hippies que se dejaron seducir por el dinero de Hollywood. Comenzó en el cine a los 12 años, y en poco tiempo se convirtió en todo un icono de su generación, con una de las carreras más prometedoras de Hollywood. Con tan sólo 23 años, falleció de una sobredosis en la puerta del local de Johnny Depp “The Viper Room”. Macaulay Culkin, el niño de “Solo en Casa” se convirtió en un fenómeno mundial con unos padres que le exprimieron comercialmente. Su carrera se paró cuando se divorciaron e iniciaron una lucha por su custodia. Querían el negocio de su hijo. Macaulay intentó retomar su carrera, pero su estrella se apagó y fue saltando de un lío a otro: a los 18 años se casó con la actriz Rachel Miner (de la que se divorció al poco tiempo) y en 2004 fue detenido por posesión de drogas. Ahora intenta relanzar su carrera. Un caso parecido al de Haley Joel Osment, el protagonista de “El sexto sentido”. Famoso por tan sólo una película, intenta luchar contra sus adicciones. LA DESCRIPCIÓN DEL ÉXITO “Todo comienza por la importancia que se da en la cultura actual al hecho de ser famoso. Que te conozcan se ha convertido en éxito”, explica Fernando Chacón, presidente del colegio de psicólogos de Madrid. “Te preparan para ganar y si pierdes te crees un fracaso. Pocos, como el tío de Rafael Nadal, responden como él tras perder en Roland Garros cuando dijo: ‘No pasa nada, mañana estaremos bañándonos en la playa de Manacor’”. A otros no les explican nada, como a los niños de “Slumdog Millionaire” , a los que pasean por lujosos salones y hoteles tras ganar el Oscar, y luego devuelven a su chabola de la India. ¿ESTÁ BOYLE YA RECUPERADA? Solo cinco días después de su ingreso, Susan Boyle ha abandonado “feliz y relajada” la clínica privada londinense en la que se le ayudó a afrontar los síntomas de agotamiento y cansancio emocional. Gerry Boyle, su hermano, ha dicho que Susan “se ha dado cuenta de que su sueño se ha hecho realidad y va a ser una cantante de verdad”. Eso, según él, habría ayudado a que “vuelva a ser ella”, ha sentenciado el familiar. A pesar de la pronta recuperación experimentada por Boyle, se desconoce si la intérprete participará finalmente en la gira que todos los concursantes del programa comenzarán el 12 de junio en Birmingham. Uno de sus portavoces citado por la BBC ha insistido en que “continúa recuperándose” y ha pedido que se respete su intimidad. Además, otro de sus hermanos, John Boyle, aseguró hace unos días al periódico ‘The Sun’ que la cantante había sido invitada por el presidente Barack Obama para actuar en la Casa Blanca el 4 de julio para celebrar el Día de la Independencia de Estados Unidos y que el famoso compositor Andrew Lloyd Webber -creador de musicales de la talla de “El fantasma de la ópera” o “Evita”- ha manifestado su interés por trabajar con la desempleada escocesa. Todo ello, sumado a que la cantante cuenta con numerosas ofertas, entre ellas la de iniciar una gira por EEUU en la que puede ganar unos 8,9 millones de euros, aún está por confirmarse.

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