La crisis económica también frena los divorcios

Aunque sea contra su propia voluntad, muchos matrimonios en Estados Unidos están durando más. La crisis financiera, que afecta a todas las facetas de la vida doméstica de las familias, también está llevando a retrasar muchos divorcios. Los sueldos congelados, las casas devaluadas por las hipotecas basura, y las cifras del desempleo creciendo mes a mes, han obligado a muchas parejas a posponer sus planes de separación oficial.

NEW YORK · 11 DE ENERO DE 2009 · 23:00

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El alto coste que lleva consigo el divorcio ha llevado a que más y más parejas hagan un esfuerzo especial por buscar una solución a sus conflictos, intentando arreglar las desavenencias acudiendo a psicólogos y consejeros matrimoniales. "La ansiedad y la preocupación [en tiempos de crisis financiera] subrayan en muchos casos los problemas preexistentes" en los matrimonios, explica Phyllis Goldberg, fundadora de una entidad que aconseja a mujeres de mediana edad. Pero muchos de los que se plantean divorciarse "no pueden permitírselo, principalmente porque comparten su economía”, explica. Además, “si tienen niños el coste es mucho mayor”, por lo que se la alternativa de divorciarse se repiensa una vez más. MENOS DINERO, MENOS DIVORCIOS Aunque no hay datos oficiales, aún, la crisis que ha llevado consigo 2008 habría llevado a empujar claramente hacia la baja el número de matrimonios estadounidenses que se separan. Según divorce360.com, los juzgados del condado de Fresno, en California, registraron en abril la tasa de divorcio más baja en los últimos cinco años, mientras que los de los condados de Miami-Dade y Broward, en el sur de Florida, tuvieron hasta noviembre 1.600 casos menos que en 2007. También en Illinois se ha notado la reducción de las demandas en los tribunales. La especialista en derecho familiar, Kelly Chang Rickert cree que los motivos ya se dieron en el pasado: "Esto es algo que pasaba mucho antes y que vuelve a pasar, la gente descubre lo caro que es divorciarse y deciden seguir juntos". CONSECUENCIAS EN LO ECONÓMICO El coste medio de un juicio rápido que no dura más de 5 horas, según explica Chang, puede tener un coste de 1.900 dólares (unos 1.350 euros). Ya esto hay que añadirle, claro, el acuerdo económico al que se llegue con la otra parte. Si el juicio se alarga, la minuta del abogado aún sube más. Por cada nueva citación hay que añadir 500 dólares (aprox. 300 euros) a los costes, 1.500 dólares por la documentación (1.000 euros). Así se pueden sumar otros tantos gastos imprevistos hasta elevar la factura final a más de 60.000 dólares (42.000 euros). Ante la decisión firme de divorciarse, muchas veces la única solución que se ve es la de vender la casa común del matrimonio para pagar el proceso. Según divorce360.com, las inmobiliarias norteamericanas habrían notado un aumento de casas que se han puesto a la venta ‘por divorcio’. Tampoco esta alternativa parece muy útil, porque uno de los sectores más afectados por la crisis es precisamente el inmobiliario, y puede acabar dándose el caso de que la baja demanda obligue a vender el antiguo hogar a la desesperada, a un precio muy bajo. En cada caso habrá que ver, si la crisis financiera ayuda a reconducir un matrimonio, o si sólo ayuda a empeorar aún más (económicamente) el final de un proceso sin alternativa.

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