El aborto se normaliza «pero no elimina la sensación de culpabilidad y dolor personal»

El estudio revela también «una normalización y desdramatización» del aborto, según las encuestas realizadas a jóvenes incluidas en el estudio del Ministerio de Sanidad. El resumen sería que el pragmatismo es el ery del pensamiento joven: si me es útil (o me evita un problema) el fin justifica los medios. Al menos, la ministra española de Sanidad Elena Salgado reconoció que es cierto que el aborto se normaliza «pero no elimina la sensación de culpabilidad y dolor personal». «Los jóvenes muestran una aprobación pragmática de las interrupciones de la gestación, incluso en los sectores que la rechazan en un plan más teórico... piensan más en la situación de la mujer que en el no nacido», dice el estudio. Este cambio no es interpretado por la ministra de Sanidad Elena Salgado como un signo de banalización. Tampoco banalizan –dicen- la utilización de la píldora del día después, -«es su último recurso»- ni la práctica del aborto, «Lo ven como una decisión personal, lejos de cualquier tipo de carga moral, religiosa o social».