España, en el tren del comercio justo pero lejos de las medias europeas

El comercio justo es una realidad conocida y reconocida como tal. Los datos reflejan que uno de cada cuatro españoles conoce sobre el tema, mientras que el Parlamento Europeo acaba de aprobar una resolución en Estrasburgo para promover y fomentar su desarrollo.

MADRID · 24 DE JULIO DE 2006 · 22:00

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El texto, hace un llamamiento a la Comisión Europea para que presente una recomendación sobre esta materia. En España, el vicepresidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, Fernando Contreras considera que el fenómeno del comercio justo ha evolucionado de forma "muy importante", pese a su tardía incorporación (1997). Según un estudio de la propia Coordinadora, indican que el 25% de la población española conoce lo que es el comercio justo. Pese a ello, afirmó, que aún estamos lejos de las cifras europeas, que hablan de hasta el 60 u 80% de conocimiento, pero el cambio ha sido sustancialmente importante en España. CAMBIO DE ACTITUD A su juicio, el comercio justo intenta cambiar actitudes y valores. La "clave" es no confundir la práctica de este comercio con la ayuda a las ONG, porque muchas personas aún creen que comprando estos productos una parte va a estas organizaciones. Estas ONG sólo actúan como intermediarias y trabajan directamente con las cooperativas de países del Sur, propiedad de los mismos trabajadores, para apoyarles en todo el proceso de producción y venta. La finalidad más importante de la Coordinadora es que los ciudadanos incorporen criterios nuevos a la hora de hacer sus compras. Actualmente, la venta de productos de comercio justo en España está entre los 12 y los 14 millones de euros al año, en otros países llega hasta los 80, 90 e incluso 100 millones. PASOS FIRMES Contreras consideró que se están dando pasos en España, como la recién inaugurada iniciativa del Sello de Certificación de Comercio Justo, el 'Fairtrade', que ya está sirviendo para dar a conocer y sobre todo visualizar y distinguir estos productos. Según Contreras, las Administraciones tampoco "predican con el ejemplo" y sólo algunas sedes como el mismo Palacio de la Moncloa hacen uso de productos de este tipo, en este caso, café, pero más como algo "simbólico", afirmó Contreras. Aún así, se sigue detectando una evidente falta de interés por su parte".

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