La angustiosa vuelta al trabajo

Hoy los médicos reconocen la existencia de un mal que aflora tras las vacaciones. Tras el descanso de verano, al volver a la vida cotidiana muchos empiezan a sufrir apatía, mal humor, ansiedad, fobia social..., síntomas de lo que se llama síndrome postvacacional.

A CORUÑA · 05 DE SEPTIEMBRE DE 2005 · 22:00

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Los médicos reconocen que es un fenómeno psicológico que va en aumento y que año tras año afecta a más personas. La apatía, la irritabilidad, el bajo rendimiento laboral y la desidia en todos los campos de la vida se dispara en las semanas posteriores al regreso del veraneo. Pero, ¿por qué este problema surge ahora y no hace décadas, cuando también se disfrutaban las vacaciones? Como explica Manuel Fernández Blanco, psicoanalista y psicólogo clínico, el síndrome postvacacional responde a una realidad nueva derivada de una forma de vida. «Mientras que hace años las vacaciones eran una época para fomentar la conexión social, con amigos, bajo la forma de fiestas, hoy se han convertido en un periodo de desconexión, de descanso, de huída de los vínculos sociales. Por eso, el tener que retomar esos lazos sociales forzosos con el retorno es lo que dispara el síndrome postvacacional y ese malestar». La raíz del problema, según los especialistas, se encuentra en que la sociedad poco a poco se está haciendo más individualista. Y si a eso se suma la falta de satisfacción laboral que padece buena parte de la población activa, el retorno se convierte en una auténtica angustia. Por suerte, el síndrome postvacacional, según explica Fernández Blanco, se supera con el paso de los días, aunque se mantenga la añoranza. Otro problema diferente es que ese estado de tristeza, depresión u otras inhibiciones más graves se prolonguen. En esos casos, se pone de manifiesto la existencia de alguna patología psíquica que ha permanecido oculta durante los meses previos a las vacaciones y que en un primer momento puede confundirse con la apatía posterior al verano.

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