Muere Alfie, el niño que generó un debate sobre la potestad de los padres

Los padres confirman que el bebé de 23 meses falleció el sábado. Tras retirar la respiración asistida hace 5 días, los Evans habían pedido “intimidad” para acompañar a su hijo junto al personal médico.

Evangelical Focus · LONDRES · 28 DE ABRIL DE 2018 · 07:56

El pequeño Alfie Evans, en una foto difundida por sus padres. / Fb Evans,
El pequeño Alfie Evans, en una foto difundida por sus padres. / Fb Evans

Alfie Evans, el bebé británico de 23 meses con una enfermedad degenerativa, ha muerto la madrugada del sábado.

Lo confirmaba su padre, Tom, en un mensaje en Facebook: “Mi gladiador ha rendido su escudo y ha ganado sus alas a las 2:30. Con el corazón totalmente roto. Te quiero mi chico”.

El caso de Alfie Evans, un niño ingresado bajo tratamiento en el hospital Alder Hey en Liverpool, ha atraído la atención mundial. Ahora sus padres han solicitado que ese foco mediático se haga a un lado, para que ellos puedan acompañar a su hijo colaborando con los médicos.

El caso se ha dado a conocer a partir del conflicto en los tribunales. Alfie ingresó en el hospital Alder Hey en diciembre de 2016, sufriendo convulsiones. Le diagnosticaron una enfermedad neurológica degenerativa que los médicos no pudieron identificar definitivamente.

Desde entonces, ha estado en un estado semi-vegetativo, con un respirador artificial en la unidad de cuidados intensivos, hasta este lunes 23 de abril, cuando el Tribunal Supremo dictaminó que su respirador debía estar apagado.

 

 “CONSTRUIR PUENTES”

Tom Evans, el padre de Alfie, leyó un comunicado a las afueras del hospital Alder Hey este jueves, después de una reunión con los médicos.

“Nuestra pequeña familia, junto con el hospital Alder Hey, se ha convertido en el centro de atención de muchas personas en todo el mundo y eso ha significado que no hemos podido vivir nuestras vidas como nos gustaría”, dijo Evans.

Agradeció “todo el apoyo que hemos recibido de todo el mundo”, pero “ahora pido que regresen a su vida cotidiana y me permitan, junto a Kate y el personal del Alder Hey, acordar una relación, construir un puente y cruzarlo”.

 

“DAMOS GRACIAS AL PERSONAL DEL HOSPITAL”

Evans agradeció al personal del hospital “en todos los niveles por su dignidad y profesionalidad durante lo que también debe ser un momento increíblemente difícil para ellos”.

“Juntos reconocemos las tensiones que los eventos recientes nos han causado a todos y, en [...] interés de Alfie, trabajaremos con el equipo de tratamiento en un plan que brinde a nuestro niño la dignidad y la comodidad que necesita”.

Concluyó diciendo que no se emitirían más declaraciones o entrevistas.

 

LARGA BATALLA LEGAL

La pareja había expresado anteriormente fuertes críticas al personal médico que llevaba el tratamiento de su pequeño.

El enfrentamiento público se dio a conocer cuando el hospital acudió al Tribunal Superior para solicitar un cese del mantenimiento continuo del respirador dado que, según los médicos, no ayudaba a los mejores intereses de Alfie y “dadas las circunstancias, no es legal que tal tratamiento continúe”.

Los médicos argumentaron que las exploraciones mostraron “una degradación catastrófica de su tejido cerebral”, por lo que un tratamiento posterior no solo fue “inútil”, sino también “cruel e inhumano”.

Los padres de Alfie no estaban de acuerdo y pidieron trasladar a su hijo al Hospital Bambino Gesu en Roma, que tiene conexiones con el Vaticano, y sugirieron la posibilidad de alguna intervención médica para ayudar a Alfie a respirar y mantenerlo con vida durante un “período indefinido”.

El 20 de febrero, el juez Hayden dio la razón al hospital, por lo que los doctores podían dejar de darle apoyo vital a Alfie en contra de los deseos de sus padres, diciendo que el niño requería “paz, tranquilidad y privacidad”.

Evans se negó a perder las esperanzas y llevó el caso, primero al Tribunal de Apelaciones, luego al Tribunal Supremo y finalmente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (CEDH), perdiendo todos los casos.

 

CIUDADANÍA ITALIANA

El Ministerio de Asuntos Exteriores italiano concedió a Alfie la ciudadanía italiana, con la esperanza de que así permitiría una “transferencia inmediata a Italia”, pero el tribunal la rechazó, afirmando que “Alfie es un ciudadano británico que por lo tanto está bajo la jurisdicción del Tribunal Superior”.

Los padres de Alfie entonces lanzaron una nueva apelación contra la orden que les impedía llevarlo a Italia, que fue escuchada el miércoles por la tarde por un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones.

Los jueces confirmaron una decisión que impedía que el niño de 23 meses viajara al extranjero después de que se le retirara la respiración artificial. Alfie ahora respira espontáneamente con oxígeno.

 

“CASO COMPLEJO Y DIFÍCIL”

Peter Saunders, Director de la Unión Médica Cristiana (CFM) en Reino Unido, opinaba en un artículo publicado en su blog esta semana. “Este es un caso profundamente complejo y difícil”, expresa Saunders.

“Creo que hay dos preguntas clave con este caso: ‘¿Cuál es la mejor manera de tratar a Alfie?’ Y ‘¿Quién debería decidir finalmente qué tratamiento tiene?’”, expone el médico.

“Hay una diferencia ética importante entre la finalización activa de la vida y la retirada del tratamiento”. Según el director de la CFM, "estas decisiones deben tomarse sobre la base de que el tratamiento no vale la pena, y no de que el paciente no sea digno del tratamiento”.

 

LA POTESTAD DE DECISIÓN

Explica Saunders que de acuerdo a las leyes actuales británicas, los derechos de los padres para decidir sobre su hijo “no son absolutos”, dado que el Estado puede proteger al menor de los progenitores en el caso de que estos le estén haciendo daño.

El problema es que en el caso de Alfie parece difícil que sea esta la situación. “No veo por qué sus padres no pueden buscar el mejor interés de su hijo, incluso si el tratamiento que le buscasen no tuviera eficacia en el desarrollo futuro de la enfermedad… Después de todo, son su padres”, comenta Saunders.

“Con base en los detalles clínicos que están en el dominio público, lo más probable es que Alfie muera, pero si sus padres desean probar otras opciones de tratamiento, entonces el hospital y los tribunales no deberían interponerse en su camino”, señaló Saunders.

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