Belén, 24 de diciembre, año cero

Varios residentes de los alrededores de Belén (Israel) han asegurado haber oído ruidos, y visto multitud de luces sobrevolando la zona norte de la ciudad. Se trata de una región industrial rural dedicada a la agricultura y la ganadería.

28 DE DICIEMBRE DE 2007 · 23:00

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Precisamente fue cerca de una de las naves de actividad rural en la periferia de Belén donde se concentraron la noche del 24 de diciembre los OVNIs (Objetos Volantes No Identificados), que algunos trabajadores nocturnos de la región identificaron con centenares de seres espirituales que se movían sobrevolando el lugar, según ha relatado la agencia local Biblos. Los trabajadores niegan haber ingerido alcohol, ni haber tomado ningún tipo de sustancia alucinatoria. Otros vecinos aseguran también haber visto luces en la misma zona, aunque desde la lejanía. El hecho es que los mencionados trabajadores han declarado que desde estos OVNIs o seres parecían surgir melodías o canciones que ellos entendieron que hablaban de Dios, de paz, y de prosperidad para los hombres, y que les indicaron que acudiesen a una de los edificios próximos, un simple pesebre, donde encontrarían a un niño recién nacido. UN JOVEN MATRIMONIO CON UN NIÑO Los trabajadores (pastores trashumantes) acudieron intrigados al mencionado pesebre, donde encontraron en efecto a un niño que acababa de nacer, envuelto en sus pañales, y a un joven matrimonio que aseguraban ser sus padres, y que respondían al nombre de José y María. José es un carpintero residente en Galilea, al norte, y que junto a su esposa encinta viajaba para cumplir con las nuevas disposiciones legales de todos conocidas, y que obligan al empadronamiento de los ciudadanos en la ciudad de origen de sus padres. A pesar de la avanzada gestación de María, decidieron cumplir con la Ley, para no convertirse en unos “sin papeles”. Esta joven pareja tampoco podía explicar el origen de las luces y canciones, pero aseguraba que sus vidas estaban últimamente rodeadas de una cadena de sucesos inusitados e inexplicables, y que éste era uno más que guardarían en su recuerdo junto al nacimiento del niño, el primer hijo de María. “Esto nos ayuda a superar las penalidades del largo viaje, las dificultades para encontrar un alojamiento (ya que no encontramos lugar en ningún hostal) y la angustia de haber dado a luz en un lugar tan aislado; pero creemos y confiamos en Dios. Y todo lo ocurrido alrededor de Jesús –así van a llamar al niño- nos hace pensar que va a ser alguien muy especial”, ha declarado José. En cuanto a las dificultades para hallar alojamiento, en efecto, según ha podido comprobar esta redacción, en estas fechas todos los lugares de alojamiento de la ciudad de Belén tenían “overbooking”. DIVERSAS OPINIONES Hay quienes aseguran que se trata de manifestaciones naturales que han sido deformadas y exageradas por efectos del sueño y la vigilia de los trabajadores agropecuarios, que han imaginado voces y música. Pero ellos mismos, y otros que les han escuchado, creen que se trata de un aviso de algo sobrenatural que está ocurriendo, y que señala a Jesús, este niño recién nacido, como una persona fuera de lo corriente. Tanto interés ha llegado a suscitar este suceso que un conocido médico y escritor (Dr. Lucas Toro) ha prometido a este medio “investigar con toda diligencia lo ocurrido”, y escribirlo en un libro, en el que añadirá –caso de ser relevante- la trayectoria de la vida de este niño. Quizás demasiado alboroto para algo que quedará seguramente en una simple y curiosa anécdota, ocurrida una noche de tantas, en mitad de los tiempos, en una barriada de un pequeño pueblo perdido, y que en unos pocos años quedará en el olvido ¿No creen? Mientras tanto, el orbe entero celebra Saturnalia, la fiesta del solsticio de invierno en la que se exalta la amistad y se intercambian regalos familiares y amigos.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ovnis en Belén - Belén, 24 de diciembre, año cero