La semana del sueldo digno

Actuar con justicia significa pagar una cantidad justa, y asimismo pagar a los trabajadores de forma justa.

  · Traducido por Patricia Bares

29 DE NOVIEMBRE DE 2019 · 11:15

,

Como sociedad, estamos comprometidos con dos principios dentro de los salarios, pero estos están constantemente en tensión. Uno de ellos es permitir que el mercado establezca precios tanto como sea posible, y el otro es proteger a los empleados, en especial a aquellos que se encuentran en riesgo de pobreza. Esta tensión es especialmente visible en la cada vez más popular gig economy, lo cual ofrece muchas más oportunidades y flexibilidad a muchos trabajadores –algo así como “ser tu propio jefe” – pero contribuye a la pobreza de otros (véase, por ejemplo, la nueva película de Ken Loach titulada Sorry We Missed You (título que puede leerse de forma literal, es el mensaje que deja un repartidor cuando no encuentra al destinatario del envío en su domicilio, pero también como metáfora de los olvidados)[1]. Hannah Rich hizo una reseña brillante sobre la película.

Cuando se aborda el tema de la justicia para los trabajadores, el punto de inicio tiene que ver con la cantidad del sueldo. Desde hace más de una década, la Fundación de Sueldo Digno del Reino Unido (Living Wage Foundation) ha hecho campañas a favor de un sueldo digno real, una cifra mínima que tenga en cuenta los costes de vida diarios actuales. Hace poco ha sido la Living Wage Week, es decir, la semana del sueldo digno, y justo ha coincidido con el anuncio de las cifras de 2019/20. Este año se sitúan en las 10,75 libras en Londres y en 9,30 libras en el resto del país. En el Reino Unido, casi una quinta parte (19%) de los trabajos se pagan por debajo del salario digno real, pero es inferior al 22% del año 2018. A día de hoy, 5,19 millones de personas ganan menos de lo que necesitan para hacer frente a los costes diarios, aunque es una cifra con un millón menos de personas que el año pasado. A pesar de que el gobierno introdujo el salario nacional en 2015, esta cifra no se calcula de forma independiente según los costes de vida y no ofrece una cifra independiente para Londres (donde los gastos son significativamente más altos que en el resto del país).

Aquí, en el Jubilee Centre, somos empleados con salario digno. Y ahora más que nunca nos preguntamos: ¿cómo pensamos de forma bíblica sobre este tema? La mayoría de los cristianos tienen una sensación general de que debería hacerse justicia para los trabajadores (incluyendo un salario justo), pero ¿qué principios y valores proporciona la Biblia a un lector preocupado por este tema? A continuación encontramos algunos escritos extraídos de nuestra última investigación sobre el sueldo justo desde una perspectiva bíblica en la ética de la remuneración (Just Pay: a biblical perspective on the ethics of remuneration).

 

Justicia y salario justo en la Biblia

La justicia es un tema innegable en la Biblia. La palabra aparece normalmente acompañada de términos sinónimos en hebreo (mishpat y tsedaqah), así como de dikaiosune y crisis en griego. En general, la justicia es la acción, algo que hacemos o que llevamos a cabo. 

Si bien la justicia es relevante para todos los miembros de la sociedad, Dios presta especial atención a los pobres y a los que no tienen derechos. La justicia y la remuneración aseguran que los trabajadores sean protegidos de caer en la destitución.

Si echamos un vistazo a la Torá, las leyes judías (dadas a Israel para definir la sociedad) tenían como intención asegurar que todo el mundo fuera capaz de trabajar y de acceder a algún tipo de empleo, con una provisión especial reservada para aquellos que no podían permitirse trabajar (Levítico 25:8-55). Sin embargo, en un mundo caído, estos ideales normalmente se pasaban por alto y los trabajadores terminaban a merced de sus superiores explotadores: “¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!”. En el Nuevo Testamento vemos lo siguiente: “¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.” (Santiago 5:1, 4)

Actuar con justicia significa pagar una cantidad justa, y asimismo pagar a los trabajadores de forma justa. No obstante, la Biblia también ofrece un reto importante sobre maneras contemporáneas de pensar sobre los salarios. En la antigua sociedad de Oriente próximo, la cantidad justa para los trabajadores del viñedo (Mateo 20:1-16), su paga “justa” prometida eran los denarios romanos, lo cual normalmente se reconoce como la cantidad requerida para alimentar a una familia durante un día. Aun así, en las últimas dos décadas, principalmente por el aumento de los costes de la vivienda, cada vez es más difícil mantener a una familia con solo un sueldo. En vez de intervenir en el mercado inmobiliario, el gobierno ha aceptado este desequilibrio y ha empezado a hacer pagos de asistencia social para familias trabajadoras. 

Los textos bíblicos son muy conscientes de que los jefes pueden dar con maneras que eviten la justicia a la hora de pagar a sus trabajadores. Fue posible compensar a los trabajadores de forma que los mantenía vivos pero que a la vez evitaba que sus familias prosperaran (como lo que provocó la esclavitud de los israelitas en Egipto). Sin embargo, las nociones de justicia económica deberían permitir que las comunidades prosperaran.

 

Algunas aplicaciones para el presente

Estos tres principios (proteger a los que están en la parte más baja de la escalera económica, ser conscientes de la tendencia humana hacia la injusticia y establecer pagos que permitan que familias enteras prosperen), todo esto tiene implicaciones muy importantes en la actualidad. 

El mercado laboral está lejos de ser perfecto. Además, justificar el pago de sueldos inadecuados apelando al mercado no es excusa para explotar a los trabajadores con pocos ingresos. Existe una necesidad continua de que haya mediadores entre accionistas y trabajadores. Legislar un sueldo nacional mínimo es un ejemplo de ello. Los sindicatos hasta ahora habían desempeñado este papel, pero han estado ausentes de forma significativa durante esta gig economy, exceptuando el IWGB. 

Necesitamos desarrollar nuevos enfoques para garantizar una remuneración justa. Las campañas llevadas a cabo por la Living Wage Foundation, la cual alaba a los empresarios que pagan salarios dignos, son un buen ejemplo de un enfoque nuevo que busca garantizar que los trabajadores reciban un sueldo mayor a uno que simplemente les sirva para “ir tirando”.  

Otra política radical, la cual va más allá del objetivo de la Living Wage Week o “semana del sueldo digno”, sería introducir un elemento en los cálculos de remuneración que refleje las necesidades individuales de cada trabajador, especialmente su situación familiar y cuánta gente es dependiente de esa persona. Sin embargo, esto iría en contra del principio de igualdad individual que tan presente está hoy en día.

Temas como este llevan a preguntarnos por qué las empresas remuneran a sus empleados de la forma en que lo hacen. Las empresas tienen responsabilidades con los accionistas, incluidos los trabajadores con sueldos bajos, los pensionistas, los contratistas y proveedores que trabajan para la compañía o dentro de la misma (recordando que la Biblia insiste en la justicia para aquellos que no fueron sirvientes permanentes en el hogar; véase Levítico 19:13 como ejemplo). Mientras que los comités de remuneración se centran casi de forma exclusiva en evaluar los paquetes salariales de la dirección superior, el sueldo afecta a todos los trabajadores. Una afirmación como la siguiente funciona como ventana que muestra el interior del problema de la justicia: “El sueldo del jefe podría sustentar a 215 personas con un salario mínimo”. Esa paga no es arbitraria, pero puede marcar la diferencia entre la servidumbre y la prosperidad para familias.  

Charlee New forma parte del equipo de comunicación y márketing del Jubilee Centre, y Jonathan Tame es el director de la entidad.

Este artículo se publicó por primera vez en la web del Jubilee Centre y se ha reproducido con permiso.

Notas

[1] https://www.elconfidencial.com/cultura/cine/2019-11-01/sorry-we-missed-you-ken-loach-critica_2307944/

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Jubileo - La semana del sueldo digno