Historia del Israel bíblico, de Samuel Pagán

La narración histórica de las vivencias del pueblo judío, se ha convertido en modelo para el desarrollo de la esperanza en pueblos oprimidos y perseguidos.

24 DE OCTUBRE DE 2019 · 17:20

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

Un fragmento de “Historia del Israel bíblico”, de Samuel Pagán (2019, Editoral Clie). Puede saber más sobre el libro aquí.

 

La historia teológica de un pueblo

De fundamental importancia es saber, sin embargo, que la Biblia hebrea, Escrituras judías o A.T., trata de la historia nacional de una comunidad específica, se refiere a los orígenes del pueblo judío. Entre sus relatos, se pueden identificar, sin mucha dificultad, narraciones que explican sus orígenes históricos; e inclusive, se pueden leer poemas antiguos en torno la creación del mundo, y referente el inicio mismo de la vida y la historia. Al comienzo, se trata nada más de un grupo pequeño de individuos, familias y tribus nómadas que afirman ser llamados y elegidos por Dios, hasta posteriormente convertirse en un reino importante en la geopolítica del Oriente Medio.

La narración histórica de las vivencias del pueblo judío, que son ciertamente una extraordinaria interpretación teológica de las realidades de la comunidad, con el paso del tiempo, se ha convertido en modelo para el desarrollo de la esperanza en pueblos oprimidos y perseguidos, y para afirmar el porvenir grato y liberado entre personas cautivas por las diversas angustias de la existencia humana. Los relatos de la liberación extraordinaria del imperio egipcio del grupo nómada, que tradicionalmente se relaciona con Moisés, y las narraciones en torno a las intervenciones divinas para finalizar con el destierro en Babilonia se han convertido en modelos que brindan esperanza y futuro a quienes se han sentido cautivos y heridos a través de la historia de la humanidad. Los gozos y las tribulaciones de la comunidad judía antigua se han convertido en testimonio de fe para quienes sienten las marginaciones y los cautiverios políticos, sociales, económicos, religiosos y espirituales en la existencia humana.

 

Samuel Pagán.

Esos temas de esperanza y renovación tienen grandes repercusiones en la vida y las acciones de Jesús de Nazaret, que fue un joven judío de la Palestina del primer siglo, educado en las importantes tradiciones relacionadas con la Biblia hebrea. Este predicador galileo se destacó por sus interpretaciones transformadoras de los textos antiguos, pues se dedicó a hacer bienes a la comunidad que vivía en medio de una nueva cautividad y ocupación política y militar, la del poderoso imperio romano. Su proyecto de vida fue certero, firme y claro: Interpretar las antiguas Escrituras y tradiciones del pueblo judío, a la luz de las necesidades de la gente más angustiada y necesitada de la región galilea, popular y despectivamente conocida como la «Galilea de los gentiles».

 

La historia del Israel bíblico en las iglesias

Las iglesias cristianas siguieron el modelo de Jesús e hicieron de las Escrituras hebreas parte de sus Biblias. Sus lecturas de los textos antiguos, sin embargo, tomaban seriamente en consideración, no solo la historia antigua del pueblo judío, sino las actividades liberadoras y transformadoras de Jesús de Nazaret, y las implicaciones de esas acciones a través de la historia. Consideraban, además, el desarrollo de la incipiente comunidad cristiana a medida que el mensaje del Cristo resucitado se difundía en Palestina y el Oriente Medio, particularmente en el Asia Menor. Y esa particular comprensión de las Escrituras hebreas, es la que hace que el mensaje del Antiguo Testamento rompa los linderos del tiempo hasta llegar, entre las personas creyentes, hasta la sociedad contemporánea en el siglo XXI, con fuerza inusitada.

Desde esa particular perspectiva histórica, la Biblia hebrea se convierte en documento grato y familiar en medio de las iglesias y las personas creyentes en Cristo. Esa comprensión teológica y espiritual de los documentos judíos, pone en clara evidencia no solo la historia antigua de un pueblo que experimentó el poder divino en su liberación nacional, sino las vivencias de la humanidad. La Biblia hebrea, en efecto, contiene el mensaje que prepara a las personas a enfrentar la vida y sus desafíos, la existencia y sus aciertos, y la cotidianidad y sus desaciertos…

 

Portada del libro.

Las personas de fe entienden que el mensaje de la Biblia prepara a la gente a enfrentar, con valor y dignidad, las grandes crisis y dificultades de la vida, inclusive para afrontar la posibilidad de la muerte y sus temores. La Biblia no solo es historia antigua, pues contiene el mensaje relevante que prepara a las personas para superar con valentía los diversos desafíos que intentan cautivarle, disminuirle, oprimirle, subyugarle, marginarle, desorientarle…

La historia del Israel bíblico es «historia de la salvación»: Nos permite identificar, descubrir, analizar y presentar los temas que sirvieron de fundamento para el desarrollo, por ejemplo, de una buena y transformadora teología de la esperanza en momentos de crisis nacionales. Ese tipo de comprensión de la historia del Israel bíblico es fundamental para comprender mejor la obra de Jesús, pues fue el marco de referencia histórico y teológico, para el desarrollo de su ministerio homilético, pedagógico y profético.

En este sentido, la Biblia hebrea, con sus narraciones históricas, no solo es el libro antiguo de los judíos, pues incluye y representa valores morales y principios éticos que superan los límites étnicos, nacionales, regionales, temporales y hasta religiosos. El mensaje de esperanza, futuro, seguridad, redención, restauración, liberación y salvación es, en efecto, la palabra de Dios para la humanidad. Y esa palabra tiene implicaciones para la sociedad posmoderna que ha llegado al siglo XXI con signos de depresión, agotamiento, desorientación…

El A.T. incluye y articula la experiencia de fe del pueblo de Israel desde sus orígenes, inclusive desde la creación del mundo, hasta la época anterior a la llegada del Mesías cristiano, Jesús de Nazaret. Sus narraciones y poemas, sus oráculos y enseñanzas, y sus proverbios y parábolas, incorporan elocuentemente las respuestas de la comunidad hebrea a los grandes desafíos históricos y políticos que vivieron como pueblo e individuos, fundamentados en sus profundas convicciones en el Dios único y verdadero, descrito como el «viviente» (Sal 42.1-3), en contraposición a las deidades cananeas que carecían de esa característica fundamental.

El Dios del A.T., de acuerdo con los relatos bíblicos, escogió revelarse al pueblo de Israel en medio de la historia, específicamente decidió manifestarse en las vivencias reales y cotidianas de la comunidad, al revelar en el Monte Sinaí, la Ley y establecer un pacto o alianza con el pueblo, que era el claro objeto de su amor, misericordia, perdón y elección. Esa particular relación Dios-Israel reclamó del pueblo y sus líderes niveles éticos y morales que pusieran de manifiesto la santidad y la justicia del Señor. La Biblia hebrea, en efecto, presenta la historia de un pueblo desde esa tan particular y extraordinaria perspectiva de la fe.

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