Esconderse

Si abandonamos a Dios, sufriremos miles de pequeñas y grandes injusticias cada día, porque nadie sabe lo que está ocurriendo ¡Nadie puede ni siquiera darse cuenta de lo que ocurre!  

07 DE OCTUBRE DE 2019 · 08:00

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 La batalla de Chile es el título de un documental impresionante, grabado en el año 1975. No sé si se habrá dado otro caso igual en la historia del cine: el caso de un cámara que filma su propia muerte. Leonardo Henrischen está grabando el golpe militar que tuvo lugar el día 29 de Junio del 1973 contra Salvador Allende cuando de pronto, uno de los soldados mira fijamente al cámara  y le dispara. En ese momento la cámara comienza a temblar, pero Leonardo sigue grabando, enfocando al asesino. Pocos segundos después cae al suelo y muere.                   

Es una imagen impresionante, imposible de olvidar porque significa asistir a una muerte en directo. Hasta hace unos años, pensaba que cualquier persona sería impactada por algo así, pero ahora me siento completamente confundido ¡no sé si a ti te sucede lo mismo! Creo que vivimos en una sociedad de mentes enfermas porque muchos disfrutan de la violencia, simplemente por la violencia misma. Los medios de comunicación, el cine, las redes sociales, se llenan de escenas sanguinarias y absolutamente crueles que se recrean en la sangre, el sufrimiento, el dolor, etc. y son admiradas por tantas personas, que la única conclusión posible es que nuestra mente y nuestro corazón están infectados de maldad. 

Estamos tan acostumbrados, desde que somos niños, a esas imágenes de violencia sin sentido que muchos ya han perdido por completo la sensación de la realidad. Las mentes crueles han llegado a dominar los medios de comunicación y la maldad vive permanentemente en el corazón de una gran parte de la población.

Personalmente creo que una de las causas de ese disfrutar de la violencia es el hecho de que muchas personas piensan que Dios no existe, así que si el bien desaparece, no existe ningún límite para el mal. Si decidimos quitarle la vida a nuestro Creador (¡Cómo si eso fuera posible!), entonces nuestra propia vida no vale nada. Cualquiera puede hacer lo que quiere en cualquier momento ¡Mucho más los que tienen el poder en sus manos! Si abandonamos a Dios, sufriremos miles de pequeñas y grandes injusticias cada día, porque nadie sabe lo que está ocurriendo ¡Nadie puede ni siquiera darse cuenta de lo que ocurre!  

Pero afortunadamente ¡No es así! Dios no solamente está ahí, sino que ¡sabe lo que está sucediendo! Su “cámara” lo graba todo. En sus libros están escritas todas nuestras acciones, así que toda injusticia será juzgada. Ningún malvado quedará sin castigo. Nadie puede esconderse de Dios por más que quiera “eliminarlo” de su vista.                          

En el momento clave de la historia, no serán los malvados los que tengan la última palabra, sino Dios. Recuerda que Él siempre cumple sus promesas: “El Dios que me ama vendrá a mi encuentro, me hará ver la derrota de mis enemigos” (Salmo 59:10).. 

Nunca olvides que el mundo entero está en sus manos. Tu vida también.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - Esconderse