Es una canción de alegría porque reconoce que en esta vida hay muchas circunstancias extraordinarias que nos proporcionan felicidad, pero también hay otras menos gratas e incluso dolorosas.
La tentación, la maldad, la hipocresía, la corrupción, la inseguridad, el temor pueden asediarnos, pero de ellos sólo nos librará Jesús el Mesías-siervo. Si no ha hecho la prueba, hágala. No quedará defraudado.
He escogido dos versiones de esta maravillosa canción. La primera es de Elvis Presley y - ¿hay que decirlo? – resulta espléndida.
La segunda – con subtítulos en inglés – es de la Gaither Vocal Band. Excelente. Disfruten de la canción, pero, sobre todo, mediten en su mensaje. God bless ya! ¡Que Dios los bendiga!
Aquí está Elvis: