Las negociaciones no se traducen en un acuerdo y la investidura de Sánchez fracasa

La falta de entendimiento entre PSOE y Unidas Podemos traslada la posibilidad de formación de gobierno a septiembre como último paso antes de una nueva convocatoria de elecciones.

Redacción PD

MADRID · 25 DE JULIO DE 2019 · 15:00

El candidato a la presidencia del gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención. / Facebook Congreso de los Diputados,
El candidato a la presidencia del gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención. / Facebook Congreso de los Diputados

El desacuerdo que se ha venido fraguando entre PSOE y Unidas Podemos desde poco después de conocerse los resultados de las elecciones del 28 de abril ha alcanzado su escenificación más evidente este jueves, en la segunda sesión de investidura a la que se presentaba Pedro Sánchez y cuya candidatura ha sido rechazada. Las fallidas negociaciones previas entre los dos partidos para formar un gobierno han marcado el tono de una sesión que concluye haciendo historia, puesto que es la primera vez que un candidato a la presidencia del gobierno no pasa el trámite de ser investido en el Congreso. 

“Siempre supe que conciliar dentro de un gobierno dos culturas y tradiciones tan distintas como las nuestras no iba a ser sencillo”, ha señalado Sánchez, en referencia al proceso de negociaciones con Unidas Podemos. “El programa de gobierno era una cuestión secundaria para el señor Iglesias. Quería entrar en el gobierno para controlar el gobierno”, ha remarcado el candidato a la investidura.  “Si para ser presidente tengo renunciar a mis principios, si tengo que formar un gobierno a sabiendas de que no será útil, yo no seré presidente ahora”, ha añadido. 

El tono de reproche por parte de los socialistas lo ha endurecido todavía más la portavoz del grupo en el Congreso, Adriana Lastra, que ha acusado al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, de “no aceptar los resultados” del 28 de abril y de “querer tener un gobierno paralelo al del PSOE”. 

Palabras, las de Lastra, que llegaban después de que Iglesias haya utilizado su tiempo de intervención para lanzar una última propuesta al PSOE, después de haber recibido una recomendación de “una persona muy relevante en el PSOE”, según ha explicado el mismo Iglesias, renunciando al Ministerio de Trabajo a cambio de las competencias en políticas activas de empleo. “Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días”, ha puntualizado el líder de Unidas Podemos. 

 

REPROCHE A LAS FORMACIONES “CONSTITUCIONALISTAS” 

Sánchez ha mantenido hasta este jueves su petición de abstención a PP y Ciudadanos, que no solo no se han traducido en nada sino que ambas formaciones han criticado con contundencia el fracaso de la investidura. “Lo único que querían era un pretexto para después poder acusarnos,durante los próximos cuatro años, de una investidura condicionada por partido independentistas”, ha afirmado el candidato. 

A lo que el líder de los populares, Pablo Casado, ha respondido acusando a Sánchez de “buscar únicamente a la izquierda radical y a los nacionalistas independentistas”. “nosotros le hemos tendido la mano para dar estabilidad a España”, ha añadido. 

Tampoco Albert Rivera ha escatimado calificativos hostiles contra Sánchez, Unidas Podemos y el resto de formaciones que se han mostrado favorables al acuerdo de investidura, como PNV, Bildu o Esquerra Republicana, y ha quienes ha tildado de “la banda de Sánchez” y de “sectarios” en reiteradas ocasiones. En la misma línea, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha acusado a Sánchez de ser la “marioneta” de nacionalistas y “neocomunistas”, en referencia a Unidas Podemos, y ha calificado de “espúreos” e “ilegítimos” sus objetivos políticos. 

 

El hemiciclo durante la votación de la segunda sesión de investidura. / Youtube Congreso de los Diputados

DIVISIÓN ENTRE LOS GRUPOS MINORITARIOS

La posición del resto de grupos ha evidenciado los dos grandes bloques que ha generado el desencuentro entre PSOE y Unidas Podemos, y que se ha acabado reflejando en una votación final en la que 124 diputados han votado a favor del candidato, 155 lo han hecho en contra y 67 se han abstenido. 

Tanto Esquerra Republicana como PNV, Bildu y Compromís ya habían manifestado su apoyo incondicional al gobierno que se pudiese formar del acuerdo entre Sánchez e Iglesias. Como este no se ha materializado, han optado por la abstención, quedando el PSOE con el único apoyo favorable del Partido Regionalista de Cantabria. 

En contra han votado Junts per Catalunya, cuya portavoz, Laura Borràs, ha manifestado que “esperaban de Sánchez más sentido de Estado”, junto con Navarra Suma y Coalición Canarias. 

Tras el pleno de investidura, Felipe VI ha anunciado el inicio de otra ronda de contactos antes de septiembre, cuando se debería volver a convocar elecciones en caso de que hasta la fecha todavía no se haya alcanzado ningún acuerdo para formar gobierno. 

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