Oscuramente
Un poema de Araceli Sagüillo extraído de la revista El cobaya, con motivo del V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús. (Selecciona Isabel Pavón)
07 DE JUNIO DE 2019 · 07:50
De paciencia y destino estoy llena,
mis manos rozan ya el cielo de los lirios
y ahogada en el abanico de esta tierra yerma
nada sé de ti.
Sigo paso a paso este país donde se respira el miedo
y aferrada a mi casa tiemblan estos pasos míos.
Escucho el primer grito del día
y un río de fuego late en mi corazón.
Desconozco si existe resplandor en mí
porque mi destino se pudre entre tantos recuerdos.
Abro los ojos y no veo más que cielo,
cuando al pasar la noche se descubre.
Vuelos de pájaros confundidos están,
en el balcón de mis sombras,
fuera de este monte de sombras, el aliento
y la confusión del silencio se borra.
Ninguna palabra surge en el interior del vacío,
oscuramente algo se presiente al no escucharte.
Un frío viento ilumina el calvario de tu mundo,
y yo errante, desfallezco como las escarchas
hiriéndome la piel, con un dolor de muerte.
Araceli Sagüillo
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