¿Hacia dónde camina la Europa del impuesto eclesiástico?

A pesar de los casos de personas que han dejado de pagar la tasa en algunos países del oeste del continente, como Dinamarca o Austria, la mayoría de la población sigue asumiendo pagos periódicos a las instituciones eclesiales de sus países y no se plantean evadirlos a corto plazo.

Redacción PD

BARCELONA · 10 DE MAYO DE 2019 · 15:00

La presencia de una tasa, dice el estudio de Pew Research, no implica un descenso más rápido del cristianismo en Europa occidental. / Joel & Yasmin Forestbird, Unsplash CC,
La presencia de una tasa, dice el estudio de Pew Research, no implica un descenso más rápido del cristianismo en Europa occidental. / Joel & Yasmin Forestbird, Unsplash CC

La Europa del impuesto eclesiástico sigue siendo una realidad aceptada entre una gran parte de la población, sobre todo en países del oeste del continente. Así lo reflejan los datos que presenta una publicación del centro de investigaciones Pew Research, sobre los seis países europeos en los que este tipo de tasas todavía son obligatorias entre los ciudadanos que están inscritos en el censo de las instituciones eclesiales nacionales. 

Se trata de Dinamarca, Austria, Suiza, Alemania, Finlandia y Suecia, donde entre 68%, en el caso del último Estado, y un 80% de la población, por parte del primero, pagan actualmente el impuesto eclesial. “Estos pagos suponen miles de millones de euros cada año y representan la mayor fuente de financiación de muchas instituciones religiosas”, puede leerse en el documento. 

 
 

La investigación también refleja una cada vez mayor tendencia al abandono de este tipo de tasas entre la población europea. “Un creciente número de personas han optado por dejar de pagar el impuesto dándose de baja oficialmente de su iglesia, lo que quizás supone otra señal de la secularización que vive la región”, dice el texto. Cabe recordar que otro análisis del centro Pew Research, publicado en mayo del año pasado, señalaba el aumento de población que prefiere no identificarse con ninguna religión, que en el caso de algunos países donde todavía es obligatorio el impuesto eclesial, como Suecia, superaba el 40% de la demografía. “Muchas personas que abogan por una mayor distancia entre iglesia y Estado consideran que este tipo de tasas violan la libertad religiosa y han pedido su abolición”, añaden los investigadores.

Sin embargo, la gran mayoría no se plantea dejar de pagar el impuesto a corto plazo. Por ejemplo, tan solo el 26% de la población suiza que paga este tipo de tasas, se plantea dejar de hacerlo próximamente, mientras que el 72% no tiene previsto ningún tipo de cambio. En Austria y Alemania esta cifra alcanza al 77% y al 78%, aunque des Pew Research reconocen que “la proporción de adultos que dicen pagar el impuesto eclesiástico contrasta con las estadísticas oficiales”, que señalan a una de cada dos personas en el caso austríaco y a una cuarta parte de la ciudadanía alemana. Coincidiendo con el dato de tener el mayor porcentaje de población pagando impuesto eclesial, Dinamarca registra también la proporción más grande de personas que no se plantean dejar la tasa en un futuro cercano, con hasta un 88% de los contribuyentes. 

 

UNA AMPLIA MAYORÍA DE LOS PAGADORES SE IDENTIFICAN COMO CRISTIANOS

La tendencia que muestra el análisis publicado por Pew Research es que la mayoría de quienes siguen pagando el impuesto eclesial se identifican a sí mismos como cristianos. Es el caso de Austria, Alemania, Finlandia y Suiza, con porcentajes que varían entre el 92% y el 95% de la población. En el caso de Dinamarca y Suecia también una amplia mayoría de personas que pagan el impuesto se definen como cristianas, pero también es más amplio el número de no identificados con el cristianismo que están asumiendo la tasa (un 32% en el caso sueco). 

Por el contrario, también la mayoría de quienes no están pagando el impuesto no se identifican con el cristianismo ni la iglesia nacional en cuestión, aunque hay grupos de población que se considera cristiana y que evaden de la misma manera el impuesto. Donde más en Finlandia (un 34%), pero también en Austria superan el 30%. 

 

LA TASA NO IMPLICA UNA MAYOR DISMINUCIÓN DEL CRISTIANISMO

En comparación con otros modelos de países donde el impuesto eclesial es voluntaria o sencillamente no existe, la identidad cristiana en Europa no desciende más rápidamente por la presencia de la tasa, según indican los datos presentados por Pew Research. Por ejemplo, mientras que en Austria, país donde el pago es obligatorio, el 80% de la población se considera cristiana, en Irlanda, donde no hay ningún tipo de impuesto (ni obligatorio ni voluntario), se registra el mismo porcentaje. O en Portugal, donde la contribución es voluntaria, se alcanza el 83% de la población. 

 

 

 

“No hay evidencias de que los países con impuesto obligatorio estén experimentando un descenso más rápido del cristianismo que otros en Europa”, puede leerse en el análisis. “Los países con la mayor caída del cristianismo en sus poblaciones no tienen impuestos”, añaden los investigadores. 

En el caso de España, donde la tasa se reserva a la opción personal (la conocida casilla de la Iglesia Católica en la declaración de Hacienda), el análisis asegura que un 66% de la población se identifica como cristiana. Valor similar al de Dinamarca (65%) donde el impuesto sí es obligatorio).

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