El final de la serie

Me siento tranquilo sabiendo que, no solo mi futuro, sino también toda mi vida está en las manos de Dios.

22 DE ABRIL DE 2019 · 14:42

,

La serie americana “Flash Forward” despertó una gran expectación cuando fue estrenada en el año 2009. La trama se desarrollaba en un día normal de la población mundial, pero en un momento determinado todos pierden el conocimiento durante algo más de dos minutos y durante ese tiempo pueden “ver” lo que les va a ocurrir seis meses más tarde. Un agente del FBI, protagonizado por Ralph Fiennes intenta descubrir lo que ha sucedido en esos dos minutos, a partir de las “visiones” que él y muchas otras personas tuvieron.

Lo asombroso de la serie era descubrir cómo vive cada persona al saber lo que les va a suceder en el futuro: Algunos se desesperaban al saber que algo malo les va a pasar, otros vivïan tranquilos porque comprobaron que su futuro era bueno… Claro, se trata sólo de ficción, no tiene nada que ver con la realidad, pero me hizo pensar qué sucedería si supiéramos lo que va a ocurrir en nuestra vida en los próximos años.

Personalmente no sé lo que acontecerá en los próximos meses, pero sí puedo decirte que me siento tranquilo sabiendo que, no sólo mi futuro, sino también toda mi vida está en las manos de Dios. Cuando confiamos en el Señor, el final de la “serie” es muy sencillo: Dios triunfa, y nosotros también. Eso nos hace vivir de una manera diferente, porque aprendemos a descansar en Él sin preocuparnos de nada. 

Aunque sea así, seguir a Dios no es fácil: Jesús nos advirtió sobre las dificultades de vivir de una manera diferente a todos, incluso afirmó que a veces nuestra propia familia no entiende que le amemos a Él. Pero Jesús también aseguró que siempre estaría con nosotros para cuidarnos y nos daría sabiduría para expresar su gracia a todos ¡Hasta a aquellos que no nos comprenden!

Esa es la diferencia: somos dignos de Él, porque El nos cuida, no tanto porque seamos buenas personas. Es el Señor quién nos defiende delante de todas las circunstancias. La Biblia dice que nuestro acusador es el enemigo, el diablo; Jesús es nuestro abogado defensor ¡Un abogado que jamás pierde un juicio!

Desgraciadamente, también tendremos enemigos, porque cuando intentamos hacer todo bien, de una manera indirecta estamos señalando a otros. Tenemos enemigos porque el diablo nos ataca, y eso es parte de la lucha espiritual. Si no hacemos nada de valor, él no se preocupa por nosotros, pero dónde ve que hay personas fieles inmediatamente quiere acosarlas ¡Además, él sabe dónde hacernos daño! Buscará aquello que más amamos, o en lo que más seguros estamos para hacernos tambalear.

No debe preocuparnos; confiamos en Dios siempre, porque Él nos sostiene: “No tengáis miedo ni os asustéis... porque esta guerra no es vuestra sino de Dios” (2ª Crónicas 20:15) Nuestro futuro está en sus manos, aunque un ejército se levante contra nosotros no nos pueden vencer.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - El final de la serie