Estudiantes cristianos también se comprometen con el movimiento en defensa del medio ambiente

Reivindican el cuidado del planeta y revertir la visión antropocéntrica a partir de una reflexión teológica.

Jonatán Soriano

BARCELONA · 03 DE ABRIL DE 2019 · 10:00

A partir de reflexiones basadas en textos desde Génesis hasta Apocalipsis, estudiantes cristianos conciencian acerca de la necesidad de un mayor cuidado de la Tierra. / Franck V, Unsplash CC,
A partir de reflexiones basadas en textos desde Génesis hasta Apocalipsis, estudiantes cristianos conciencian acerca de la necesidad de un mayor cuidado de la Tierra. / Franck V, Unsplash CC

El 1 de agosto de 2018 la población mundial ya había consumido todos los recursos que produce la Tierra de forma natural para todo un año, según la organización Global Footprint Network, que calcula la fecha a partir de los datos que recoge sobre los hábitos de vida y de consumo de diferentes personas. Una situación que ha desatado un movimiento estudiantil de protestas a lo largo de todo el mundo, conocido como 'Fridays for future' (viernes por el futuro), que comenzó la estudiante sueca de 16 años Greta Thunberg

Reivindicaciones que también agrupan a algunos estudiantes cristianos, que ya tenían una preocupación previa por el cuidado del medio ambiente. Es el caso de Abigail Bravo, estudiante de música en Valencia y miembro de los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU) que ha participado en la movilizaciones recientes. “Muchas personas no han podido permanecer impasibles ante la realidad de que, tanto nuestras decisiones en cuanto al consumo como el maltrato que llevamos a cabo contra la naturaleza, están terminando con los seres vivos y recursos de nuestro planeta”, dice. “Desgraciadamente, el cuidado de la creación no es uno de los temas más populares entre los estudiantes cristianos aquí en España. Sin embargo, creo que es un tema que cada vez está despertando las conciencias de más personas, gracias a la acción del Espíritu Santo. También se debe resaltar que en Centro y Sudamérica los estudiantes están mucho más concienciados”, añade.

Precisamente, de Nicaragua proviene Denisse Gallegos. Esta estudiante de odontopediatría es asesora de CECNIC (el equivalente a GBU en el país latinoamericano) y colabora con el movimiento estudiantil en España. “A lo largo de la historia, hemos experimentado las chispas de inconformidad que han sacudido naciones enteras, brotando desde los corazones de valientes estudiantes que conociendo e identificando las injusticias que están alterando su entorno deciden alzar la voz y no quedar inmutables”, señala. “Es el estudio lo que lleva a profundizar el conocimiento y este no se puede separar del accionar coherente y evidente. Se necesita también de valentía, coraje y osadía para comenzar el fraguar de una revolución. Esta lucha ya lleva bastante tiempo sólo que ahora es visible y es una urgencia impostergable ya”, reitera.

 

REFLEJAR A JESÚS EN LAS PREOCUPACIONES MEDIOAMBIENTALES DEL ÁMBITO ESTUDIANTIL

“Si el Jesús, sustentador y redentor de todo lo creado, no es reflejado y expuesto por estudiantes discípulos de Él en situaciones trascendentales y vitales como esta será difícil esperar que este mover, exclusivamente humano, transforme radicalmente el rumbo de nuestro futuro”, considera Gallegos. 

No solo la necesidad de hacer depender de Dios cualquier transformación es lo que estructura la reflexión teológica de los estudiantes comprometidos con la reivindicación de un mayor cuidado del medio ambiente, sino también la toma de conciencia de las actitudes nocivas que han llevado a agravar la situación del planeta, tanto a nivel individual como institucional. “Al final la crisis climática es otro asunto de corazones egocéntricos y endurecidos que sólo la semilla del Verbo Encarnado ha logrado penetrar y de esta forma transformar las insondables profundidades de la humanidad”, remarca la estudiante nicaragüense.

Los grupos estudiantiles ofrecen una estructura de pequeños grupos diseminados por todo el territorio español que se complementa con la puesta en marcha de acciones ecologistas. Según manifiesta Bravo, desde Valencia, “he aprendido que tiene mucho valor ser fiel en el lugar donde Dios me ha puesto”. Y tampoco descuida la responsabilidad persona,, puesto que defiende que “en el ecologismo, cuidar del medio ambiente conlleva un esfuerzo personal y muchas veces cuesta, hasta el punto de preguntarte si merece la pena”. “Sabemos que nuestra rebelión contra Dios no solo nos afectó a los humanos, sino que también la naturaleza sufrió las consecuencias, y las sigue sufriendo. Como cristianos, no podemos permanecer insensibles a la cuestión medioambiental que sabemos que estamos causando”, señala. 

 

“HACE FALTA DESCUBRIR EL ESENCIAL VERDOR DE LA FE CRISTIANA”

La vinculación por parte de estudiantes cristianos con el movimiento juvenil mundial en defensa del medio ambiente parte de una serie de reflexiones teológicas. Desde la idea del amor de Dios hacia su creación, plasmada en Génesis, hasta textos de las cartas paulinas. “Si de verdad conocemos el carácter inherente de nuestro Dios quién demuestra activamente su amor por la justicia y el bien sin dudarlo esta causa debería ser un rasgo distintivo como seguidores de Él. Desde el principio el primer mandato activo que Dios hizo al humano fue el de cuidar y preservar de su creación y esto era bueno, y bueno en gran manera. Sólo hay que volver y repensar lo que siempre ha estado en las Escrituras”, apunta Gallegos. “De nuevo, hace falta descubrir el esencial verdor de la fe cristiana que emanan desde las primeras páginas del Génesis hasta el Apocalipsis”, remarca la estudiante nicaragüense. 

Citando el texto de Romanos 8:22, Bravo apela a la responsabilidad cristiana ante el planeta que, dice, “es una obra preciosa de un Dios que disfruta creando cosas bellas”. “No le estamos dando a Dios algo que nos sobra, sino nuestro mejor esfuerzo por algo que Él dice que es justo”, señala. Por esa razón, cree que más estudiantes cristianos deben unirse al reclamo de un mayor cuidado de la Tierra y también ponerlo en práctica a nivel personal. “Es una forma de mostrar a los demás que Dios es soberano de todo, que se preocupa por aquello que ha creado y sigue siendo fiel a su obra”, recalca.

La información sobre lo que está sucediendo en el planeta en este sentido también forma parte de la conciencia ecologista. “Estar informado te hace ver todos los puntos de actuación que conllevan el cuidado de la creación, y cómo podemos comenzar a tratarlo desde la conciencia propia de cada persona”, señala la estudiante desde Valencia. 

En Nicaragua, explica Gallegos, los estudiantes han puesto en marcha iniciativas medioambientales en las afueras de Managua. “No estamos escuchando el gemir y doler de nuestro mundo. Sin embargo, ya comienzan a surgir creyentes y no pocos de ellos son estudiantes que han comprendido la radicalidad del llamado de Jesús a ser luz y sal en el mundo. Qué están haciendo de la Palabra viva. No relegándola en el terreno de la inteligencia ni el sentimentalismo sino que ya con sus obras y hechos están siendo cooperadores de la segunda creación de nuestro mundo”, asegura. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - Estudiantes cristianos también se comprometen con el movimiento en defensa del medio ambiente