La sabiduría de Dios para caminar por la vida, de Tim y Kathy Keller

Proverbios no es un conjunto de “pasos simples hacia una vida feliz” que se gastan con rapidez. Un proverbio es una manifestación artística poética que infunde sabiduría en ti a medida que trabajas con ella.

31 DE ENERO DE 2019 · 17:00

Detalle de la portada del libro.,
Detalle de la portada del libro.

Un fragmento de “La sabiduría de Dios para caminar por la vida. Un devocional anual basado en el libro de Proverbios”, de  Tim y Kathy Keller (Andamio editorial, 2018). Puede saber más sobre el libro aquí.

Los Salmos están llenos de expresiones de emoción, de dolor, de gozo y de alabanza. Nos muestran cómo podemos procesar nuestras experiencias delante de Dios. Proverbios es un libro muy distinto. Nos llama a estudiar, pensar y aprender la disciplina práctica de centrar nuestros pensamientos y acciones en Dios. De hecho, uno de los mensajes principales de Proverbios es: en realidad nunca has pensado lo suficiente sobre nada. Los Salmos tratan de la manera de lanzarnos sobre Dios en fe. Proverbios habla de cómo, después de haber confiado en Dios, deberíamos poner en práctica esa fe. Si la Biblia fuese un botiquín, los Salmos serían una pomada para poner sobre la piel inflamada para calmarla y sanarla. Proverbios sería más bien sales aromáticas para despertarte y para que estuvieses en estado de alerta. Aquí hay algunos indicadores de cómo estudiar provechosamente el libro de Proverbios.

Proverbios no es un conjunto de “pasos simples hacia una vida feliz” que se gastan con rapidez. Un proverbio es una manifestación artística poética que infunde sabiduría en ti a medida que trabajas con ella. Como lectores en español, no podemos recibir toda la fuerza del original, pero aun así podemos aprender lo suficiente de las características de la poesía hebrea para discernir los distintos niveles de significado que, de otra forma, pasaríamos por alto. Quizás la marca fundamental de la poesía hebrea es el paralelismo. Dos frases, cláusulas u oraciones, se unen a través de una conexión cercana la una con la otra, de modo que se modifican y se refuerzan la una a la otra. La segunda puede aumentar y ampliar el pensamiento de la primera o puede, al contrario, ofrecer una contraposición que limita o suaviza la primera idea.

En cualquier caso, los dos pensamientos se aclaran el uno al otro y agudizan nuestra comprensión. Así, Proverbios 13:6 dice: “La justicia protege al que anda en integridad, pero la maldad arruina al pecador”. La primera cláusula nos ayuda a entender “la maldad” en la segunda cláusula de forma más específica como una falta de integridad. Debido al paralelismo, las palabras “maldad” y “justicia”, “sabio” y “necio”, que aparecen de forma constante y (aparentemente) repetitiva, en realidad significan algo diferente en cada proverbio. Perdemos parte del significado de un proverbio a no ser que comparemos las cláusulas con detalle y observemos la interacción entre las palabras.

Otra característica prominente de la poesía hebrea, como en toda la poesía, es la importancia de las imágenes vívidas. Una mujer bella pero indiscreta es como una argolla de oro en el hocico de un cerdo (Proverbios 11:22), el empleado perezoso es como vinagre a los dientes (Proverbios 10:26). Las imágenes y las metáforas son siempre una invitación a reflexionar sobre las muchas maneras en las que “esto es como eso”. Un lector reflexivo puede enumerar cinco, diez y aún más maneras en las que la imagen explica el principio.

Nunca deberíamos olvidarnos de que Proverbios no fue escrito para la lectura privada, sino como un manual sobre el que un grupo de estudiantes trabajarían acompañados de mentores más mayores y más sabios. En el mejor de los casos, entonces, recomendamos que uses este devocional diario junto con un grupo de amigos. Aquí sugerimos cómo hacerlo de este modo.

 

Tim y Kathy Keller.

Elige uno o más amigos y poneos de acuerdo en usar el devocional juntos, cada uno que lea la misma reflexión de forma individual, en privado, el mismo día. Al final de cada reflexión hay una pregunta que te ayuda a pensar de manera más personal sobre cómo esta enseñanza se aplica a tu vida. Escribe la respuesta a la pregunta en un cuaderno. Después escribe las respuestas a las dos preguntas adicionales sobre el proverbio(s) del día en tu cuaderno, a no ser que la respuesta de la primera pregunta ya las incluya.

1. ¿Dónde en tu vida o en la vida de otra persona has visto esta observación ilustrada?

2. ¿Cómo puedes poner en práctica esta observación: en tus pensamientos, actitudes, palabras u obras?

Después de completar la entrada en el cuaderno, ora la oración al final de cada página. Estas oraciones cortas son solo “vías de acceso”, sugerencias de cómo comenzar a hablar con Dios de forma personal sobre aquello que su Palabra enseña. Puedes formular la oración con tus propias palabras si así lo prefieres y después continúa hablándole de la manera en la que esa enseñanza en particular de las Escrituras debería desarrollarse en tu vida. Esta debería ser tu rutina diaria: leer, meditar a través de las preguntas en el cuaderno y orar.

 

Portada del libro.

Entonces puedes quedar con tanta frecuencia como sea posible con tus amigos que están haciendo el mismo ejercicio diario que tú. Compartid vuestras mejores ideas, debatirlas, animaros los unos a otros a aplicarlas a vuestras vidas e informaos unos a otros de cómo os va.

Aunque decimos que Proverbios es un “libro”, en realidad, es un capítulo de un libro mucho más grande, la Biblia, que presenta a través de sus numerosas partes y narrativas, una sola historia coherente. Esa historia es que la humanidad ha dañado la creación de Dios a través del pecado y ahora necesita salvación, y esa salvación la ha logrado y solo se encuentra en Jesucristo. Por lo tanto, como con cualquier otra parte de la Biblia, Proverbios revelará su significado más completo y profundo cuando lo leamos a la luz de la persona y la obra de Jesús. Jesús asombró a sus oyentes con su sabiduría (Lucas 2:40, 47; Marcos 6:2). Afirmó ser el nuevo Salomón con una sabiduría suprema (Lucas 11:31). La Sabiduría personificada que creó el mundo (Proverbios 8:22-31) resulta, en última instancia, ser Jesús, la Palabra de Dios, con quien Dios creó el mundo ( Juan 1:1-4). Pablo llama a Jesús la sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24, 30), en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría de Dios (Colosenses 2:3).

Recuerda también que “el temor del Señor” (Proverbios 1:7, 9:10) es el principio de la sabiduría. Un prerrequisito absoluto para la sabiduría es una relación viva y vital con Dios. Este “temor”, como veremos, no es un terror servil, sino una actitud de reverencia y asombro ante el amor fiel y de pacto de Dios. El Nuevo Testamento nos muestra que el tipo de relación con el Señor que Proverbios exige se puede alcanzar de forma plena a través de la fe en el evangelio de Jesucristo.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Fragmentos - La sabiduría de Dios para caminar por la vida, de Tim y Kathy Keller