“Cuanto más capacitemos a todos los creyentes, más crecimiento tendremos”

Superando los 4.000 lugares de culto, los evangélicos siguen avanzando en número en España. Máximo Álvarez analiza este aumento.

Daniel Hofkamp

CÓRDOBA · 20 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 19:11

Perspectiva de la ciudad de Córdoba. / Pixabay (CC0),
Perspectiva de la ciudad de Córdoba. / Pixabay (CC0)

Aunque sigue siendo una minoría, en los últimos 30 años el número de evangélicos, y su porcentaje con respecto al total de la población en España, no ha dejado de crecer.

Superando ya los 4.000 lugares de culto, este crecimiento ha sido analizado por el Ministerio Evangelismo a Fondo (EVAF) cuyo director, Máximo Álvarez, está presentando estas semanas un estudio sobre la presencia evangélica en la provincia de Córdoba.

Esta ciudad es un buen reflejo de lo que ha sucedido en España en cuanto al crecimiento evangélico. Córdoba ha pasado de un 0,08 de evangélicos en 1993 a un 0,4, es decir, los evangélicos se han quintuplicado en 25 años. En cuanto a iglesias, de 16 se ha pasado a 53.

Para Máximo Álvarez, la extensión de las iglesias evangélicas es un motivo de alegría, pero a la vez, considera que se podría hacer más para alcanzar a más personas y ciudades. Todavía en España quedan cientos de pueblos y ciudades de más de 5.000 habitantes sin ninguna iglesia evangélica.

 

Pregunta. ¿Qué destacarías sobre el crecimiento de los evangélicos en Córdoba?

Respuesta. El número de evangélicos ha ido avanzando, pero el crecimiento todavía no es grande entre los autóctonos. Sí hay un crecimiento notable, pero motivado fundamentalmente desde la vertiente de los inmigrantes. Allí está el mayor número del crecimiento que se ha producido desde el año 2002.

 

Estadísticas de población general y evangélica en Córdoba. / EVAF

P. Esta fuerte presencia de latinoamericanos, ¿se debe sobre todo a la inmigración que llegó a principios de siglo?

R. Así es. Cuando en el año 2002 se produce un “efecto llamada” con una entrada muy importante de personas de Latinoamérica, motiva un crecimiento en las iglesias evangélicas.

 

P. ¿Cómo es la integración de estas personas en las iglesias en España?

R. Es una integración de un 50%. Por una parte la primera tendencia de los hermanos latinos es alcanzar a otros latinos, dado que en ellos encuentran también más receptividad. Por eso las iglesias de corte latino aumentan, porque ellos tratan principalmente a personas de los países latinos. Aquellos que aceptan la fe evangélica suelen ir inicialmente a iglesias latinas.

También hay un porcentaje de hermanos que han tenido experiencia en el ministerio en sus países, y al llegar a España, encuentran una cierta exclusión de los espacios de liderazgo. Por eso, les ha costado más integrarse en las iglesias autóctonas, mientras que las iglesias latinas son más rápidamente receptivas y creen más en las capacidades de estas personas. Por eso, aunque hay hermanos latinos que aman la iglesia autóctona, he observado este fenómeno paradójico: personas que llegan y encuentran un nivel de receptividad mayor en una iglesia de corte latino que en las iglesias autóctonas. Por eso, mayoritariamente, aunque no exclusivamente, se integran en iglesias latinas.

 

Estadísticas de Andalucía. / EVAF

P. Empiezas este estudio estadístico en el 93, con un 0,08 de evangélicos en la provincia de Córdoba. Actualmente llega al 0,4. ¿Cómo lo valoras?

R. Hay un crecimiento notable, pero evidentemente nos gustaría ver mucho más. En el 93, por cada iglesia de Córdoba que había (que eran 16), teníamos una iglesia cada 47.250 habitantes. 25 años después las iglesias en Córdoba son 53, es decir, una cada 14.532 personas. A ello hay que sumar unos 20 puntos de misión que si se trabajan bien serán nuevas iglesias. Así que a este ritmo, en cinco años, el crecimiento se notará mucho. Yo estoy animado con estos resultados.

 

P. En anteriores ocasiones, comentabas que hay una iniciativa general entre evangélicos para la apertura de iglesias, ¿es así?

R. Sí. El liderazgo de España debe fijarse en Efesios 4.11-12. Hay cinco ministerios capacitadores. La clave está en que estos ministerios actúen capacitando para que la congregación cumpla la obra del ministerio, y no descansemos tanto en que los líderes tengan que hacer la obra. Somos todos los creyentes quienes debemos involucrarnos en la extensión del evangelio. Cuanto más capacitemos a los creyentes, más crecimiento tendremos. Pero el problema es que en las congregaciones tenemos muchos solo asistiendo, como consumidores, y no llevando a cabo la obra. Así que diría a los líderes que hagan la obra de capacitación.

 

P. ¿Hay una estrategia planteada?

R. El liderazgo de Córdoba está al tanto de los lugares donde hay necesidad, y hay un espíritu de involucrar a las congregaciones. Es un buen ejemplo para otras provincias. Hay un buen nivel de unidad. Esto es clave para el esfuerzo misionero.

En Córdoba hay como veinte ciudades de más de 5.000 habitantes que están sin congregación. En algunas de ellas se están plantando iglesias, e incluso algunas han tenido iglesias que ahora ya no están. Hay que ser realistas, hay momentos difíciles y a veces se retrocede. Sin embargo, el liderazgo sabe cuál es la necesidad y este es un buen modelo. Los liderazgos de las provincias deberían ser conocedores de la necesidad de cada provincia, y con ello motivarse.

Vemos avance en que está creciendo el número de personas que está recibiendo los cursos de Red de Multiplicación, M4 y otras propuestas. Pero junto con la capacitación, el “pelotazo” estaría en movilizar a esos 3.400 creyentes que hay en Córdoba. 

Otro aspecto importante sería que el liderazgo reconozca el papel del plantador. Al no estar claro este papel, a veces no se apoya a los hermanos que están haciendo esta función. Sería importante que reconozcamos que si alguien tiene pasión por plantar, la iglesia potencie este valor.

 

P. ¿Cuál es la situación a nivel nacional?

R. En el último encuentro de La Plaza (un ministerio de trabajo de plantaciones de iglesia interdenominacional), se me dio la posibilidad de presentar este trabajo. Cuando hice el trabajo estadístico en 2017 para el 500º Aniversario de la Reforma, había aún 568 pueblos grandes sin iglesia. Pasado un año, hay un avance: se han plantado 175 nuevas congregaciones en España, catorce por cada mes. Nacen tres iglesias y media cada semana. Esto anima mucho. 

Cataluña es donde más ha crecido. Han nacido 42 nuevas iglesias, muchas de ellas plantadas en lugares donde no había iglesia. Otra región que crece notablemente es Castilla-León, una sorpresa para mí. En solo un año se han abierto 15 iglesias. Algo está sucediendo allí y eso nos tiene que animar.

Si seguimos con la labor de capacitar y enviar, se avecina un crecimiento maravilloso en España. Cuando más dificultades sociales tal vez podemos encontrar, el crecimiento es palpable.

 

P. ¿Qué mensaje darías para los evangélicos con respecto al avance del evangelio en este país?

R. Me llamó la atención un texto de Lucas 12.15. Jesús habla de prioridades, y les dice a los discípulos que se guarden de toda avaricia. Tomemos nota: estamos gastando mucho para nosotros, estamos acumulando. Un diario nacional decía recientemente que los españoles lo están pasando muy mal para llegar a fin de mes. Pero a la vez tenemos las estanterías llenas. Hay muy poca inversión en la evangelización en España, y esto tiene que cambiar. El texto lo dice claro, que invertir aquí es una necedad. La iglesia en España está llamada a lo que dice Lucas 16.9: hagamos amigos con las riquezas injustas para poder invertir en lo eterno. Necesitamos un cambio. Hemos sido tacaños, no hemos sido generosos, y eso ha contribuido a frenar el crecimiento. Si invertimos, incidirá directamente en la evangelización. No pensemos solo en que lo deben hacer las empresas. Cada creyente puede tomar esta responsabilidad. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - “Cuanto más capacitemos a todos los creyentes, más crecimiento tendremos”