15 de noviembre, día sin alcohol

Quizá, no nos demos cuenta de que en nuestras iglesias también existe el alcoholismo entre los hermanos y hermanas. Nadie está exento de caer en adicciones, en cualquier tipo de adicciones.

15 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 17:00

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Es necesario recordar, con el fin de concienciar, que el 15 de Noviembre se celebra, instaurado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Día Sin Alcohol, una droga que podríamos llamar legal. Esta adicción, lejos de ser atajada, va en aumento y las edades de consumo son cada vez más tempranas. 

Cuando pensamos en alguien afectado por el alcohol, se nos viene a la mente la imagen de un varón de mediana edad que se siente fracasado, que bebe para aliviar la ansiedad, la depresión o su baja autoestima. Pero no siempre es así. Este veneno alcanza  tanto a hombres como a mujeres, adultos y adolescentes, sean cuales sean sus estudios, su posición social, desde los más pobres hasta los más ricos. 

Para los jóvenes no hay fin de semana sin su acompañamiento, no hay diversión si el alcohol no está presente como el tutor que les anima. Y los adultos, no sólo consumen los fines de semana sino fuera y dentro de la jornada laboral, ya sea por propio deseo o por el estrés que les causa el trabajo, las pésimas relaciones laborales o  para huir de cualquier otro motivo.

Aproximadamente el diez por ciento de las muertes por accidentes que se registran cada año está causada por el alcohol. Está presente en la mitad de los accidentes de tráfico. En España se aproximan a los dos millones las personas que reconocen su adicción abiertamente.  Este problema, no sólo lleva a sufrir graves percances sino también a suicidios, perdidas de contratos laborales, aislamiento social, complicaciones matrimoniales y malos tratos a la pareja que suelen terminar en divorcios, además del mal ejemplo para los hijos que se ven afectados en su maduración y rendimiento escolar.

Es posible que al leer estas líneas nuestra mente viaje hacia personas que conocemos, familiares, vecinos, amigos y, quizá, no nos demos cuenta de que en nuestras iglesias también existe entre los hermanos y hermanas. Nadie está exento de caer en adicciones, en cualquier tipo de adicciones.

El alcoholismo se considera una enfermedad crónica, incluso mortal. Sin embargo, "...muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad" (Wikipedia). Este es un problema solucionable. Si bien un alcohólico lo es para toda la vida, van en aumento las personas que consiguen, con ayuda y buena voluntad, dejarlo atrás (para recibir la ayuda necesaria es imprescindible aceptar la dependencia). Gracias a las asociaciones, sin duda eficaces, llega a controlarse. La persona se sana. La familia, si sigue unida, se restaura. Los hijos, al ver el cambio que se ha producido en su padre o madre, vuelven a ser respetuosos. 

Una vida nueva, bajo la protección de sus seres queridos, es posible. ¡Ánimo y adelante!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Tus ojos abiertos - 15 de noviembre, día sin alcohol