La Palabra en flor y otros poemas de Leopoldo L. Samprón

Presentamos cuatro textos del poeta leonés, leídos durante el XV Encuentro ‘Los poetas y Dios’.

15 DE NOVIEMBRE DE 2018 · 17:00

El poeta leonés Leopoldo L. Samprón (foto de Jacqueline Alencar),
El poeta leonés Leopoldo L. Samprón (foto de Jacqueline Alencar)

Me complace presentar (y difundir) estos textos del poeta evangélico Leopoldo L. Samprón, natural de un pueblo del Bierzo (San Julián-Vega de Valcarce, 1951), pero con larga residencia en Barcelona y, ahora, en León capital. Los leyó durante el XV Encuentro ‘Los poetas y Dios’, celebrado en la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes el 2 y 3 de noviembre de 2018, bajo el epígrafe “Sobre la Palabra en flor”. Este encuentro es anualmente organizado por la Asociación cultural evangélica ‘Eduardo Turral’, con el patrocinio del Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes y el apoyo de la Junta de Castilla y León, de la Diputación de León y de Tiberiares, Red Iberoamericana de Poetas y Críticos Literarios Cristianos.

 

Cartel del XV Encuentro Sobre la Palabra en flor

 

LA PALABRA EN FLOR

 

Mi alma tiene sed de Dios,

del Dios vivo.

Y el aire placentero y frío

se pasea por el huerto

desnudo del sentimiento,

y plantado por olvidos

de negras voces de muerto,

 

que van a los funerales,

que como bravíos mares

se asocian con el viento

para romper los corales

y las cristalinas fuentes

donde beben los sedientos.

 

 Se secaron los altares;

¡quién sabe si volverá

el alma clavada en tierra

a reflejarse en el mar!

 

Y el espíritu marinero

me pregunta dónde está

la barca donde navegan

las palabras del Maestro,

mas inmensas que la arena,

con redes de vida eterna

y puertos del mismo cielo.

 

La mirada por el suelo,

no es la misma cuando miro

hacia la fuente que nace

del monte de los olivos,

con venas de agua fresca

que sepulta los castigos

y ahoga los gemidos

de la trémula condena.

 

¿Cuándo la Palabra en flor

regresará sobre la tierra?

Mi alma tiene sed del Dios vivo…

 

 

Martín Cobano, Alencart, Samprón, Ares, Valle, Ibarrola, Corral (de pie), Salvado, Fernández, Martínez Majo, Colinas y Sagüillo (foto de Jacqueline Alencar)

 

VIAJERO EXTRAÑO

 

Viajero extraño sollozando castigo

con hilos de plata sobre la cabeza

cada día, se rinde al homenaje

bajo el palio de los cielos

a sembrar versos sobre los caminos

que dibujan las laderas de los valles....

 

...Amarás mucho, sin mostrar el fuego

para que la llama no despierte

y la tiniebla absoluta oculta lo eterno

que se esconde en la mejilla del espejo

 

llorando este funeral constante;

sólo el Padre te mantiene despierto

aunque deseas que el espacio acabe

esperando hoy el último viaje....

 

él enciende el día y sigo caminando.

Ahora en el alma tengo un lucero

que es el mismo que mi barca tiene.

 

¡Qué quieres de mi, oh Padre eterno!

si soy sombra fría y perenne

contra los arrecifes de la noche

que tiembla de amor y no de miedo,

 

e intento remar hacia la muerte,

pero nunca llego, él me retiene

porque ha desactivado el tiempo

 

 

Samprón con el libro de Faria y Regalo (foto de Jacqueline Alencar)

 

NAVIDAD EN NOVIEMBRE

 

Si tuviera que postrar en la cuna

las obras que ahora tengo…

mira mi mano

con sus cinco dedos

y en cada uno mil fracasos.

Cuando estoy para ofrecerte

la adoración del pecho…

mira el costado

el corazón no late

las fragancias del amor.

Si tuviera que entregarte

la otra mano y sus extremos,

contarías los enormes pecados

que lleva la sangre.

Si la boca se alzara

para alabarte…

sería como la voz del asno

que come en tu pesebre.

Si pretendo  elevar mis ojos

a la línea de los tuyos

quedaría sin mirada….

El mesón está a lo lejos

y la luz se ve radiante,

pero tengo miedo

al perfil de esa luz

que planea en el establo,

y en los pies me faltan

las marcas de los clavos

como firma del garante

que me permita la entrada.

Sólo llevo vanidades

en los bolsillos del alma.

pero  has venido a buscarme…

¡deja que entre, que estoy solo,

y sólo te tengo a Ti,

y es navidad

y te estoy llamando!

…Y me diste la mano;

Y levantando tu cuerpo

olvidando pañales,

Fuimos por  sombras de muerte,

por valles y desiertos,

entre las tempestades del mar

y tus grandes milagros.

Me llevaste a lo alto del monte

Y a los pies de tu cruz

Vi la señal de los santos

Y entonces gemí,  y entonces lloré,

Y entonces comprendí

Lo que es amar de verdad

Y sentirse solo.

 

 

Alencart, Samprón, Colinas y Corral en Toral (Foto de Jacqueline Alencar)

 

PARÍS SIGLO XXI

 

Torre callada del alma desnuda,

luz de la tarde que el cuerpo refleja

sobre los campos largos y verdes,

sobre la hierba fresca;

 

muda esperanza rota, de reyes

que reinan, con la espada vacía

de honor, y de sangre llena.

 

Y esconden sus pasos

con sombras que matan

y en traición de cobardes

decapitan las vidas.

 

Bocas hambrientas, como hambrienta

la duda, de la roca segura,

que en tiempos adversos

les de confianza.

 

Y algunos se afanan

y en el nombre de Alá

o de cualquier otro nombre

su poder son las balas

y no las palabras, que el Maestro decía.

 

¡Necio! ¿Para qué tus oscuros deseos

cuando el Rey de Reyes

demande tu alma?

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Barro del Paraíso - La Palabra en flor y otros poemas de Leopoldo L. Samprón