Qué bien queda mi bebé en Facebook

Antes de subir nada que les afecte a ellos, es necesario valorar qué es lo mejor para nuestros pequeños.

31 DE OCTUBRE DE 2018 · 18:00

Bebé camuflado tras berenjena.,
Bebé camuflado tras berenjena.

Esa carita rojiza que apenas puede abrir sus ojitos, unas minúsculas manitas que aprietan con fuerza un dedo, esa persona en miniatura, indefensa, nos toca la fibra sensible y más si es alguien tan cercano como nuestro hijo, un nieto recién nacido o ese sobrino deseado. Así que, henchidos de amor, deslizamos nuestra mano por el bolsillo, sacamos el móvil y le lanzamos una ráfaga de instantáneas para recordar el momento.

El precioso bebé sigue ahí, pero ahora ya sólo tenemos ojos para la foto del bebé que hay en nuestro móvil: es precioso. Lo voy a pasar a mi familia por el Whatsapp. ¡Qué narices! ¡Lo voy a colgar en el Instagram! Así empezamos a ametrallar con etiquetas tipo #baby #bebé #amor … no recordamos la última vez que hicimos una revisión a la privacidad de nuestra cuenta pero, que más da, todo el mundo tiene que poder admirar a esta criaturita y ¡zas! Ya está su foto circulando por la red social, al alcance de los más de mil millones de usuarios de esta plataforma.

En ocasiones colgamos la foto cegados por el amor y la ternura que nos produce ese recién nacido, otras veces lo que nos mueve es buscar los likes de los demás, en ocasiones es puro postureo y hacemos de nuestro bebé un objeto para realzar nuestra propia imagen y popularidad. Las motivaciones son distintas, unas más nobles que otras pero, en cualquiera de los casos, con la mercancía con la que traficamos es con la imagen de nuestros hijos. He aquí una revelación: la imagen de nuestros hijos no pertenece a sus padres (ni a los abuelos). 

 

UNA SOBREMESA PLANETARIA

Los más viejunos sufríamos cuándo nuestros padres sacaban ese álbum repleto de fotos, a nuestro juicio vergonzantes, en alguna comida familiar, y que servían para los comentarios y el divertimento del público. Ahora hemos avanzado para conseguir que ese álbum sea compartido a escala planetaria en una gran sobremesa mundial a la que todo el mundo ha sido invitado aún sin ser conscientes de ello. Un dato tan curioso como inquietante es que la mitad de las fotos que circulan por las redes pedófilas provienen de las redes sociales que usamos cada día. Es decir, son fotos que hemos subido nosotros mismos.

Como padres hemos sido depositarios del bien más preciado que Dios nos podía delegar: cuidar a un precioso ser humano desde la más absoluta dependencia hasta que ya puede volar por si mismo, enseñándole en el trayecto a conocer a Dios y a valerse por sus medios en el mundo que le rodea, mientras le damos todo lo necesario para ir desarrollándose en un marco de amor. Nuestra responsabilidad es enorme pero ese niño nunca será de nuestra propiedad, ahí radica lo delicado del asunto de ir publicando en las redes sociales su imagen. Es necesaria una reflexión, hemos de tomarnos el tema en serio y pensar en esa política de privacidad que tantas veces pasamos por alto. Antes de subir nada que les afecte a ellos, es necesario valorar qué es lo mejor para nuestros pequeños.

 

ESCOGIENDO NOMBRE EN FUNCIÓN DE LOS DOMINIOS

Algunos de los grandes gurús del mundo digital -y que, dicho sea de paso, viven de él- recomiendan que los padres escojan el nombre de sus hijos en función de la disponibilidad del mismo en Internet y, una vez escogido (siempre antes de que nazca), crear cuentas en las principales redes sociales, correos electrónicos e incluso dominios en Internet para que los tenga disponibles. Así que, estimada familia García, Juan no es la mejor opción de nombre para su bebé, según los expertos.

Sin embargo, no podemos negar que vivimos en este mundo hiperconectado, no podemos vivir en una burbuja y tampoco vamos a irnos a pasar una buena temporada en un autobús perdido en Alaska como Álex Supertramp con nuestros hijos. Algunos lo solucionan poniendo una berenjena en la cara de sus bebés. ¿Qué medidas tomarías para evitar la exposición de los más pequeños? ¿Cómo podemos protegerlos? ¿Hay que evitar que aparezcan o hay que gestionar su perfil digital desde el embarazo? Danos tu opinión aquí mismo o en nuestro Facebook: @enfamiliaPD

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - En Familia - Qué bien queda mi bebé en Facebook