No quiero que me quieras así

Cierro los ojos y voy desapareciendo. Lentamente se me acaba el aliento, siento como la vida se va remisamente.

09 DE OCTUBRE DE 2018 · 10:11

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Una vez más me envuelves en sal. Arremetes contra mí ceñido de sinrazón.

No pudo gritar, no me queda aliento.

Quiero que acabe pronto todo este desconcierto, este desvarío que me provoca náuseas, un dolor inaguantable que se empotra en el alma quebrándome el corazón.

Un golpe más y que se vaya.

Que me deje tirada en el suelo y por fin termine esta agonía a la que sin darme cuenta me estoy casi acostumbrando.

Hace una pausa para reírse de mí, para deleitarse en mí dolor. Nunca reconocerá su problema, la necesidad que tiene de buscar ayuda y cambiar.

Nunca verá en sí al ser deleznable que porta, el austero hombre que ha cauterizado su conciencia a base de tanta maldad.

Después de una pausa sigue arremetiendo contra mí, me escupe, insulta y golpea.

Y yo… me desvanezco, dejo escapar la vida entre las rendijas de una juventud ajada, un cuerpo molido que siempre quiso ser acariciado y jamás imaginó pudiera resistir tantas dolorosas embestidas.

Cierro los ojos y voy desapareciendo. Lentamente se me acaba el aliento, siento como la vida se va remisamente.

Un golpe seco culmina el acto de lo que él considera amor; siempre ha dicho que lo hace porque me quiere demasiado. Un sudor helado recorre mi espalda, noto como se me detiene el pulso. Una voz procedente de mi cabeza se atrinchera en la  garganta que ya es incapaz de articular palabra, una exclamación ahogada entre mis labios emite una suave e ininteligible frase: Yo no quiero que me quieran así.

 

Contabilizadas hasta el día 25 de Septiembre  2018: 45 MUJERES (y 1 niño, 5 niñas y 1 hombre) ASESINADAS.

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