Deconstruyendo la ‘vaca sagrada’ de la laicidad

Hay poderes supranacionales que vienen por todo y por el control de todo, incluido nuestro pensamiento, nuestra conciencia, nuestro libre albedrío y nuestra fe.

Evangélico Digital · 24 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 18:13

,

Uruguay es el país más laicista de toda América Latina, para algunos, la laicidad es una vaca sagrada intocable. En nuestra lucha como cristianos, y en defensa de la misma, debemos denunciar el hecho de que para muchos, la laicidad es un arma poderosa contra la religión y la fe.

Por esta causa debemos definir y difundir, por decir de alguna manera; qué clase de laicidad es la que defendemos. Aunque la laicidad sea una sola, su esencia está siendo “deconstruida” aún desde su mismo origen en los albores de la Revolución Francesa. La imposición de la misma en sus comienzos, generó centenas de miles de muertos a través del Jacobinismo, que fue la manifestación más demoníaca de una corrompida concepción de la laicidad.

Nosotros aquí, sufrimos al respecto ya que ciertas corrientes laicistas se levantan con garras felinas y ojos llenos de odio invadiendo los portales y los titulares de la prensa por cualquier motivo y en cualquier ámbito. Aparece el tema en lo político, filosófico, ahora más que nunca en la educación, en la salud, en las esferas militares y hasta en el uso del espacio público.

Montevideo debe ser una de las ciudades que más estatuas tiene per cápita en América Latina, la laicidad es diversa y abierta. Encontraremos en sus parques y avenidas bustos de filósofos griegos, celebridades de la historia romana, personalidades célebres o no tan célebres de Italia, Francia, EEUU, hasta tenemos una estatua de unos 6 metros de altura de un coreano desnudo con su miembro prominente bien expuesto que nos fue donado por el gobierno de Corea, que no sabemos quién es, quizás solo representa el “ser coreano”, en uno de los parques mas importantes tenemos la estatua a la virgen o diosa de Yemanyá, diosa africana bien conocida y venerada a pesar de sus hechicerías y sacrificios sangrientos.

Nada de esto despierta animosidad, es más, estamos orgullosos de la diversidad, amplitud y hospitalidad de nuestra tierra en permitir tan preciosa variedadde filosofías y creencias y prácticas ocultas.

Solo fue necesario que la iglesia católica quisiera erigir una estatua de la virgen María para que se desatara un infierno en debates parlamentarios, en las Juntas departamentales, debates en la TV, titulares en la prensa, chismes callejeros en las verdulerías y en las aulas.

Todo el país opinó sobre la prepotente intención de la Iglesia de atentar contra el Estado Laico. Después de algunos meses de arduas tratativas y debates en todos los niveles, se decidió prohibir la erección del monumento a la virgen María. Esto es solo una muestra de las animosidades que despierta en nuestro país cualquier cosa que pueda menoscabar, menospreciar la sagrada parcializada laicidad del Estado uruguayo.

En honor a la laicidad, es que todos los países de occidente estamos ahora enfrentados, al derecho del Estado de adoctrinar a nuestros hijos mediante la enseñanza “laica”, gratuita (para el estudiante, pero no para el ciudadano, que debe pagarla) y con carácter de obligatoria.

Al ser laica, nadie que tenga olor a religioso puede opinar, porque ¡la religión no sería laica! Al ser obligatoria, los padres no tienen potestad a ejercer ningún derecho por sus hijos y menos en los países donde ya se ha bloqueado legalmente la Patria Potestad, como en Argentina. O, “Patrio Poder” como le decían en Brasil hasta el 2002 en que se eliminó la institución, estableciendo en su lugar la institución de “Poder familiar”, de naturaleza igualitaria.

Nos preguntamos ¿En que quedó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que fueron proclamados como un conjunto de normas y principios, garantía de la persona frente a los poderes públicos? ¿El Estado existe para garantizar nuestros derechos anteriores al mismo, o para coartarlos?

Nadie debe ignorar a estas alturas que hay poderes supranacionales que vienen por todo y por el control de todo, incluido nuestro pensamiento, nuestra conciencia, nuestro libre albedrío y nuestra fe. En este sentido Vitit Muntarbhorn, relator rentado especial de la ONU para los LGTB, dejó bien claro el rumbo que debería tomar la ONU: “La libertad religiosa debe supeditarse a los derechos LGBT”. “hay algunos derechos absolutos” dijo y añadió que “la libertad de expresión y religión” no son absolutos y podrían ser reducidos si es necesario para garantizar otra serie de derechos, en este caso los derechos LGTB

 “Hay algunos derechos absolutos”, dijo el relator especial de la ONU, “pero hay otros que no lo son”. Y añadió que “la libertad de expresión y religión no son absolutos y podrían ser reducidos si es necesario para garantizar otra serie de derechos”, en este caso los del lobby LGTB.

Se muestra coherente con lo que ha defendido siempre, ya que fue uno de los principales autores de los Principios de Yogyakarta, documento primordial para el lobby LGTB en el que justamente se exigía que el derecho internacional obligue a implantar derechos especiales para este colectivo aunque para ello haya que socavar otros como el de la libertad de expresión y de religión.

Esta mala intención, mas la ideología de género que se yergue como la religión intocable del Estado, se presta gratuitamente a enseñar a nuestras generaciones laica y obligatoriamente todo lo que destruye los derechos humanos que nos fueron reconocidos como fundamentales, intrínsecos y previos a la existencia de las naciones y el orden jurídico.

No cabe duda que hay dos laicidades al menos, una realmente neutra, comprometida, plural, y otra, comprometida con la destrucción de la identidad de nuestros hijos, el matrimonio, la deconstrucción de la familia, en definitiva, la deconstrucción social. 

La iglesia cristiana evangélica se ha puesto de pie y lo celebramos, en todos los países surgen iniciativas para defender nuestra conciencia, nuestros valores, en definitiva, nuestra fe.

 

Jorge Márquez es pastor y fundador de la Iglesia Cristiana “Misión Vida para las Naciones” y colabora con Evangélico Digital.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Actualidad - Deconstruyendo la ‘vaca sagrada’ de la laicidad