Prostitución: el debate postergado regresa al primer plano

El actual Gobierno se declara “abolicionista” y trabaja en una propuesta de ley, aunque todavía sin plazos. “La gran mayoría de prostitución es trata, por lo tanto hay que prohibirla”, comenta Jorge Rodrigo, de la asociación Esclavitud XXI.

Daniel Hofkamp

VALENCIA · 21 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 17:37

Una performance en Puerta del Sol (Madrid) en julio de 2017 denunciando la trata de personas. / 15J, Carlos Fumero,
Una performance en Puerta del Sol (Madrid) en julio de 2017 denunciando la trata de personas. / 15J, Carlos Fumero

La trata, el negocio de tráfico de personas, sigue teniendo una altísima incidencia en nuestro país. Gran parte del tráfico de personas tiene que ver con la explotación sexual, algo que sufren sobre todo mujeres, la mayoría procedentes de países pobres, que acaban siendo víctimas de un sistema que se sigue alimentando gracias a la prostitución.

En España la trata de personas se persigue y sanciona, de hecho hay un departamento en la Policía Nacional dedicado específicamente a este delito. Sin embargo, la prostitución se mantiene en un estado de alegalidad.

Es esta situación irregular la que se está poniendo de manifiesto estas últimas semanas en el debate público. En agosto se intentó registrar el primer sindicato de trabajadoras del sexo y llegó a publicarse en el Boletín Oficial del Estado. El escándalo generado llevó al Gobierno a reconocer el error de permitir este paso para “legalizar” la práctica de la prostitución. El presidente Pedro Sánchez incluso expresó, a través de Twitter, que su Gobierno no estaba a favor de la legalización de la prostitución, sino que era “partidario de la abolición de la prostitución”.

Tras el Consejo de Ministros celebrado este viernes 21 de septiembre, la portavoz Isabel Celáa ha vuelto a referirse a este asunto expresando que están “en contra del trabajo del sexo” aunque en “el tema de la prostitución todavía no se ha planteado una ley”.

En España, una de las entidades que lleva más años luchando por exponer la trata y pidiendo a los distintos gobiernos acciones para defender a las víctimas es Esclavitud XXI. Esta asociación impulsada por la Alianza Evangélica Española ha liderado varias iniciativas, entre ellas la recogida de firmas pidiendo una ley abolicionista, al estilo sueco: es decir, que considere ilegal la compra de servicios sexuales y a la vez proteja a las mujeres que están siendo coaccionadas de distintas maneras para prostituirse.

“Legalizar la prostitución implicaría dar carta de legalidad a la trata, porque prácticamente son lo mismo”, explica a Protestante Digital Jorge Rodrigo, responsable de Esclavitud XXI en Valencia.

 

EL FRACASO DE LA LEGALIZACIÓN

Pero, ¿podría ayudar a mejorar la situación de las mujeres la legalización de la prostitución? Países como Alemania o Holanda han aplicado este modelo, creando sindicatos e intentando regular el negocio del sexo.

Según explica Jorge Rodrigo, la legalización está mostrando que no resuelve la situación de las mujeres, más bien sucede lo contrario. “La supuesta regulación de la actividad apenas se produce en realidad” dado que la mayoría de mujeres “sigue en clandestino. Hay un porcentaje mínimo de mujeres que hayan hecho un contrato o regularizado su situación” en estos países.

En lugar de generar un entorno más seguro para las mujeres, estos países se han convertido en un terreno “muy cómodo para las mafias que trafican personas”, afirma Jorge Rodrigo. “Todo pasa por un supuesto negocio legal, lo que les facilita su actividad”, explica.

 

ABOLICIONISTAS

La alternativa que defiende Esclavitud XXI es el abolicionismo. Básicamente, este modelo consiste en aplicar leyes que no penalicen a la mujer que ejerce la prostitución, sino al cliente que está demandando estos servicios. “Se considera a la mujer una víctima de violencia sexual, y al cliente un abusador”, afirma Jorge Rodrigo. A partir de este cambio de concepto, considera que “sería más difícil” operar para las mafias de trata.

Además, “incide sobre la demanda”, dado que quien quiera contratar un servicio sexual “estaría cometiendo un delito, lo que puede ayudar a un ejercicio de coacción, que puede influir” en que haya menos clientes.

TRATA Y PROSTITUCIÓN

Para Jorge Rodrigo, la distinción entre trata y prostitución es innecesaria. “Prostitución y trata son lo mismo”, sentencia, recordando que se calcula que entre el 80% y el 95% de las mujeres que ejercen la prostitución son víctimas de trata. 

Por eso, legalizar la prostitución sería “casi como legalizar la trata, dado que en su mayor parte las mujeres prostituidas vienen de ser traficadas, lo que ya es un delito”. 

Aquellos que defienden la legalización suelen citar casos de mujeres que ejercen la prostitución por decisión propia, lo que estadísticamente, dice Jorge Rodrigo, es una minoría. “No podemos regular algo siguiendo la excepción; la mayoría de prostitución es trata, por lo tanto hay que prohibirla”.

 “Las mafias han prosperado gracias a esta desregulación” que hay en España, explica Jorge Rodrigo.

 

RESCATE

Salir del mundo de la prostitución no es fácil. “Es complejo para estas mujeres, dado que vienen de situaciones de extrema pobreza, han recurrido a la prostitución a la desesperada, muchas veces forzadas”. “Cuanto más tiempo llevan ejerciendo, más complicado es para ellas por el daño psicológico, revertir este proceso es complicado”.

Por otra parte, es difícil acceder a estas mujeres a causa del miedo. “Tienen miedo a la coacción, al daño que les puedan hacer a su entorno familiar si dejan la prostitución”. Esclavitud XXI y otras entidades trabajan para intentar ganarse la confianza de las mujeres y ayudarlas.

“Solo entre el 1 y el 2% de mujeres salen de esta situación”, afirma Jorge Rodrigo.

 

EL CLIENTE DE PROSTITUCIÓN

España es un país que, a causa de mantener ese estado de alegalidad, ha permitido que la prostitución sea un gran negocio que mueve 22.800 millones de euros al año. El ejercicio de la prostitución además cuenta todavía con un cierto “visto bueno” de gran parte de la población.

“La idea en la gente de la calle es que ellas ejercen porque quieren, y no se entiende el sufrimiento extremo por el que han pasado estas mujeres para llegar a dedicarse a la prostitución”, comenta Rodrigo.

Por otra parte, se está produciendo un cambio en los clientes de prostitución. “Cada vez son más jóvenes (…) Chavales de veintipocos años van a un prostíbulo como una opción más de ocio, después de la discoteca”.

 

ACCIONES A NIVEL AUTONÓMICO

Aparte del trabajo que se pueda hacer en el ámbito jurídico, policial o legal, Jorge Rodrigo señala que para luchar contra la prostitución y la trata las Autonomías podrían incidir en el ámbito educativo.

 

En su web Esclavitud XXI ofrece diversos recursos para educar e informar sobre la trata. En la imagen un gráfico de materiales escolares sobre las rutas de la trata en el mundo. / EsclavitudXXI.org

“Dado que este ámbito está transferido a las comunidades autónomas, se podría hacer mucho por educar a los jóvenes sobre cuál es la realidad de estas mujeres”, propone. “Igual que temas como la violencia de género o la igualdad han entrado en el ámbito educativo, deberían entrar temas como la trata o la prostitución. Este es un tema pendiente”, expresa Rodrigo.

 

CONCIENCIACIÓN

Dentro de las iniciativas necesarias para despertar a la sociedad, otra organización abolicionista, A21, está organizando la marcha Caminando Por Libertad, que se celebrará este próximo 20 de octubre en 22 ciudades españolas. En Valencia llega a su 5º año consecutivo. Desde la organización ya han abierto en su web la inscripción para aquellos que quieran participar de la marcha. 

 

Caminando Por Libertad convoca a miles de personas en todo el mundo para denunciar la trata. / WalkForFreedom

“Consiste en una fila de personas, vestidas de negro, caminando en silencio por las calles de la ciudad. A la vez se reparte información. Es una forma de visibilizar a las mujeres que están sometidas a la trata y no pueden hablar; es algo impactante”, expresa Jorge Rodrigo.

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