Suecia decide sobre su generosidad mientras Europa cierra la puerta a los migrantes

“Dios está utilizando estas corrientes migratorias para darnos la oportunidad de compartir el evangelio”, dice el nuevo secretario general de la Alianza Evangélica Sueca, Olof Edsinger. “Pero nuestros políticos han sido bastante ingenuos”, añade.

Redacción PD , Joel Forster

Evangelical Focus · UPPSALA · 07 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 11:00

El edificio del Riksdag, el Parlamento sueco, controlado ahora por los socialdemócratas. / Wikimedia Commons,
El edificio del Riksdag, el Parlamento sueco, controlado ahora por los socialdemócratas. / Wikimedia Commons

Las elecciones generales de Suecia de este domingo podrían trasladar al Parlamento la frustración expresada por amplios sectores de la población. El crecimiento del sentimiento nacionalista y antiinmigración en el país nórdico ha sido observado muy de cerca en otros lugares de Europa. El modelo sueco de integración, solidaridad y estabilidad social parece ahora bajo escrutinio. Antes de la votación de este 9 de septiembre Evangelical Focus ha hablado con el nuevo secretario general de la Alianza Evangélica Sueca, Olof Eldsinger, en el cargo desde 2017. Eldsinger vive en la ciudad universitaria de Uppsala con su mujer y tres hijos. 

 

El secretario general de la Alianza Evangélica Sueca, Olof Edsinger.

Pregunta: ¿Por qué la inmigración se ha convertido en el punto principal de debate en esta campaña electoral?

Respuesta: Hay una combinación de diversos factores. En primer lugar, Suecia no estaba preparada para la masiva cantidad de personas que han llegado a Europa en los últimos años. Nuestros políticos han sido bastante ingenuos en lo que respecta a políticas en torno a la inmigración en general, lo que ha resultado en la llegada de un flujo mayor de migrantes a Suecia específicamente.

El hecho de que muchos países europeos hayan cerrado más o menos sus fronteras a estas personas ha hecho de Suecia uno de los pocos países con políticas generosas alrededor de la cuestión migratoria, poniendo así una gran presión en la nación sueca. Al mismo tiempo, esto también ha provocado grandes costes financieros relacionados con las migraciones en los últimos años.

Por último, los políticos suecos no han priorizado las acciones de integración, lo que ha sido dolorosamente obvio en los últimos tres o cuatro años. Ahora se habla mucho de “zonas prohibidas” y de un aumento del crimen organizado que, a menudo, se relaciona con la inmigración.

 

P: ¿Qué otras cuestiones sociales son también importantes ahora mismo en Suecia, además de las migraciones?

R: Un tema general, que también está vinculado con el de las migraciones, es lo que se necesita para mantener el sistema de bienestar sueco. Las colas de espera de nuestra atención sanitaria han aumentado significativamente, la cantidad de delitos que la policía resuelve ha disminuido y nuestro sistema escolar está perdiendo cada vez más el control en lo que respecta a los resultados de los estudiantes. Y como siempre, la cuestión de cómo crear nuevos puesto de trabajo es también un tema importante.

 

P: ¿Cómo explicarías el auge del apoyo al partido antiinmigración y euroescéptico Demócratas de Suecia?

R: De nuevo, se da una combinación de diferentes factores. En Suecia hay una tendencia a permitir sólo “una opinión a la vez” en el discurso público. Esto produce una cultura en la que no es posible hablar de muchas otras cuestiones abiertamente. Una de ellas ha sido la inmigración, y durante mucho tiempo Demócratas de Suecia han sido los únicos que han abordado el tema y en la manera en que a muchos votantes les gusta.

Demócratas de Suecia es un partido muy restrictivo en su visión política de la inmigración, lo que gusta a muchos votantes y se une a su creciente falta de confianza en los partidos convencionales. El autor británico David Goodhart habla de “arraigados” (somewheres) y de “cosmopolitas” (anywheres), refiriéndose con el primer término a aquellos que se sienten perdedores en la economía globalizada actual. En Suecia también tenemos estos grupos, especialmente en las áreas rurales y las antiguas ciudades industriales, donde muchas personas han perdido sus trabajos. Básicamente, tenemos la misma tendencia que el Reino Unido con el Brexit y que Estados Unidos con Donald Trump, todavía no tan fuerte como en estos países.

 

El líder de Demócratas de Suecia, Jimmie Åkesson, en un mitin.

P: ¿La falta de participación de otros países de la Unión Europea en la acogida de refugiados ha perjudicado los esfuerzos realizados por Suecia en este sentido? ¿Los movimientos de extrema derecha suecos son un reflejo de otros en diferentes lugares?

R: Por supuesto. Si el resto de Europa hubiese mostrado más generosidad, Suecia habría continuado haciéndolo también. Ahora el país se ha visto forzado a cambiar sus políticas, ya que sólo se pueden mantener cuando compartimos responsabilidades de forma equitativa con el resto de la Unión Europea. Sigo pensando que algunas de estas políticas han sido muy ingenuas para la situación actual, pero ahora el ambiente ha cambiado en una dirección opuesta.

No creo que los suecos hayan sido inspirados por otros movimientos. Más bien, creo que la teoría de David Goodhart nos da una explicación de la tendencia más general.

 

P: Entre los cristianos deben haber diferentes visiones pero, ¿cómo se acercan las iglesias evangélicas libres a la cuestión de los refugiados desde 2014?

R: El enfoque general ha sido una perspectiva muy generosa. El movimiento pentecostal, por ejemplo, ha estado hablando a propósito del “gozo de la integración”. Muchas iglesias han visto a antiguos musulmanes recurrir a Cristo en los últimos años, lo que por supuesto es una alegría para todos nosotros. Creemos que Dios está utilizando estas corrientes migratorias para darnos la oportunidad de compartir el evangelio con todas estas personas.

 

Una estación de tren cerca de Estocolmo. / P. Petterson, Unsplash

P: ¿Qué iniciativas evangélicas se han comenzado en el ámbito de las migraciones y los refugiados a nivel nacional en Suecia durante los últimos años?

R: Suecia vive un muy buen ambiente ecuménico, probablemente uno de los mejores en el mundo. Ha sido muy natural, por tanto, cooperar en los consejos ecuménicos más amplios acerca de la cuestión migratoria. En este sentido, no hemos visto la necesidad de priorizar este tema específicamente desde la Alianza Evangélica. Hay otros temas en los que concentrarnos, como el reto de los misioneros musulmanes en Suecia, el movimiento de la identidad de género, y la secularización general del cristianismo sueco.

 

P: ¿Por qué podrían orar los cristianos de otros lugares sobre Suecia y la iglesia en el país?

R: Para que tengamos el valor de expresar tanto la gracia como la verdad, para que podamos darnos cuenta de nuestra necesidad de oración y de la guía del Espíritu Santo, y para que podamos revivir nuestras iglesias y ganar una nueva generación para Cristo.

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