La historia secreta de Levítico: una réplica

Una refutación al polémico artículo de Idan Dershowitz.

01 DE SEPTIEMBRE DE 2018 · 20:30

Sede del New York Times. / Wikimedia, Haxorjoe CC BY-SA 3.0,
Sede del New York Times. / Wikimedia, Haxorjoe CC BY-SA 3.0

¿Es cierto que el Pentateuco originalmente permitió el sexo gay? El New York Times ha publicado la polémica teoría del erudito bíblico Idan Dershowitz (universidad de Harvard) tocante a la homosexualidad en el libro de Levítico.

 La tesis de Dershowitz resulta compleja; pero se puede resumir en los siguientes cuatro pasos:

  • El libro de Levítico fue escrito durante un largo período de tiempo e incluye más que un autor.
  • El manuscrito más antiguo del libro sólo condenaba dos tipos de sexo homosexual en el capítulo 18, a saber, entre padre e hijo (v. 7) y entre tío y sobrino (v. 14).
  • Un editor (homófobo) modificó el texto de Levítico más de cien años más tarde añadiendo el famoso versículo 18:22, el cual prohibía el sexo homosexual por completo. El verso en cuestión se lee, “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”.
  • Ante esta alteración textual, el editor se vio obligado a cambiar los versículos 7 y 14, convirtiéndolos en mandatos contra el incesto heterosexual.

En cuanto a la suposición del cuarto punto, ¿por qué el editor “se vio obligado” a transformar los versículos 7 y 14? Antes de contestar la pregunta, sería importante leer los dos textos supuestamente modificados:

“La desnudez de tu padre o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez” (v. 7)

“La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre” (v. 14).

 

Idan Dershowitz. / Academia.edu

Según Dershowitz, las dos cláusulas que están en negrita tratan de apostillar que fueron añadidas por el editor un siglo más tarde. Por medio de ellas, procuró alterar nuestra comprensión de lo que es prohibido. 

Por ejemplo, el primer texto (v. 7) habla sobre el sexo entre padre e hijo y entre madre e hijo. Sin embargo, la apostilla solamente alude a la madre (y no al padre) porque el editor quiso convertir el mandato contra el incesto tanto homosexual como heterosexual en un mandato exclusivamente contra el incesto heterosexual.

Ahora bien, para contestar la pregunta inicial, ¿por qué se vio obligado a actuar de esta manera? Porque el editor temía el principio: la excepción confirma la regla.

¿Qué quiero decir? Respondo con una ilustración. 

Si digo a mi hija que hoy no puede salir a jugar con sus amigas entre las 16h y las 18h, ¿qué implica mi prohibición? Implica que la niña sí puede salir o antes de las 16h o después de las 18h. La excepción (“No puedes salir entre las 16h y las 18h”) confirma la regla (“Puedes salir o antes de las 16h o después de las 18h”).

Siguiendo el argumento de Dershowitz, si aplicamos este mismo principio al texto más antiguo de Levítico, la excepción (“No descubrirás la desnudez de tu padre o de tu tío”) confirma la regla (“Puedes tener relaciones homosexuales con cualquier otra persona que no fuera tu padre o tu tío”).

Ya que nuestro editor había añadido la prohibición absoluta contra cualquier expresión de sexo gay (v. 22), necesitaba modificar los versículos 7 y 14 en una dirección heterosexual, llamando la atención del lector únicamente hacia la madre y la tía para que éste no pensara que Levítico 18 estaba prohibiendo el incesto homosexual.

La pregunta más obvia que se nos presenta a la luz de dicha tesis es: ¿por qué el editor no simplemente decidió borrar las expresiones “la desnudez de tu padre” y “la desnudez del hermano de tu padre” para que nadie se diera cuenta de la alteración textual? Dershowitz contesta diciendo que no fue por nada más ni nada menos que pura buena suerte.

Gracias a la tesis de Dershowitz, Levítico 18 puede ser utilizado para defender el sexo homosexual en los debates cristianos contemporáneos.

 

UNA CRÍTICA

Ahora un par de críticas generales a la propuesta de Dershowitz:

1.- La tesis del erudito está cargada de suposiciones indemostrables y subjetivas, por ejemplo, Levítico fue redactado y modificado por muchos autores diferentes durante un largo período de tiempo; la existencia de un supuesto editor homófobo que fortuitamente decidió no borrar los versículos 7 y 14 después de haber agregado el verso 22; la idea de que existía una versión antigua de Levítico pro-homosexual. Todo esto es especulación pura y dura.

2.- El artículo del académico publicado en el New York Times es deshonesto. Dershowitz asegura a sus lectores en términos explícitos que: “Lo que tenemos aquí es la prueba de una intervención editorial”. También comenta: “Muchos eruditos creen que la sección en la que aparece Levítico 18 fue agregada por un editor tardío” sin revelar que tales “eruditos” son todos liberales. A fin de cuentas, ¿habría publicado el New York Times la tesis de Dershowitz si estuviera de acuerdo con convicciones protestantes conservadoras?

3.- No hay una sola palabra positiva en las Escrituras sobre la homosexualidad. Todas las referencias a ella son sumamente negativas y todos los ejemplos del matrimonio y de la familia en la Biblia son heterosexuales.

4.- No existe ninguna clase de apoyo textual para la postura de Dershowitz. 

Y algunas críticas más particulares:

5.- Levítico 20:13 también condena cualquier tipo de homosexualidad de forma severa, “Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre”. ¿Acaso se trata de otra modificación tardía?

6.- Nuestro erudito piensa que Levítico no pudo haber prohibido el sexo homosexual porque tales leyes eran prácticamente desconocidas en el antiguo mundo. Pero aquí Dershowitz se olvida de que Dios dio su ley a los israelitas a fin de que no anduviesen en los caminos de las naciones paganas. Levítico es un tomo contracultural (Levítico 18:3, 24-30). En otras palabras, es normal que no haya prohibiciones contra el sexo gay en otras culturas.

7.- Dershowitz fundamenta su tesis en la idea de que las apostillas de los versículos 7 y 14 tienen una relación tensa con sus respectivas primeras cláusulas sin recordar que en términos veterotestamentarios “descubrir la desnudez del padre” es sinónimo de “descubrir la desnudez de la madre” porque los dos progenitores son una sola carne (Génesis 2:24). Un buen ejemplo es cuando Jacob recrimina a Rubén por haberse acostado con su concubina. Pecar con la concubina equivalía a pecar contra Jacob, “Subiste al lecho de tu padre… subiendo a mi estrado” (Génesis 35:22; 49:3-4). 

¡Otro ejemplo, desde luego, es el propio Levítico 18 donde el versículo 8 pone que la desnudez “de la mujer de tu padre” es “la desnudez de tu padre” y el verso 16 explica que la “desnudez de la mujer de tu hermano” es “la desnudez de tu hermano”!

8.- Según el erudito bíblico Robert Gagnon, si el editor imaginario de Dershowitz modificó los versículos 7 y 14 entonces tendría que haber añadido apostillas a todos los mandamientos del verso 7 hasta el 17 ya que forman una sola unidad literaria. Es imposible separarlos. Hubiera sido muchísimo más sencillo borrar los versículos 7 y 14 en vez de cambiar toda la sección del 7-17.

 

REFLEXIÓN FINAL

Para concluir, no hay que ser crédulos. Hace falta discernir los tiempos en los cuales vivimos. Sabemos que las grandes instituciones tales como Harvard y el New York Times están siendo financiadas, en gran parte, por dinero que apoya la ideología de género y los intereses del movimiento LGTBI.

Si un erudito bíblico consigue alterar el texto sagrado para que justifique las relaciones homosexuales, tal académico alcanzará fama (inter)nacional como en el caso de Dershowitz. 

Pero gracias a Dios, en medio de esta edad de gran apostasía doctrinal, el Señor tiene a un remanente humilde y fiel guardado por pura gracia, un remanente cuya fe no descansa en las acrobacias exegéticas de eruditos liberales ni en los imperios académicos y mediáticos del siglo XXI, sino en las Sagradas Escrituras.

El cielo y la tierra (Harvard, el New York Times, Idan Dershowitz) pasarán, pero las palabras del Señor no pasarán (Mateo 24:35). Diga lo que diga el mundo, el sexo gay y la homosexualidad siguen siendo una ofensa ante el Dios que inspiró su bendita, infalible e inerrante Palabra.

Voy a enviar este artículo al New York Times, ¿se animarán a publicarlo?

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - La historia secreta de Levítico: una réplica