Cuando pienso en Elisa

Elisa tiene la “desgracia” de haber nacido en un país de América Latina y de haber llegado a este país con sus padres indocumentados cuando tenía pocos años de vida.

19 DE AGOSTO DE 2018 · 21:30

Manifestación a favor de DACA. / Youtube, documental DACAmented,
Manifestación a favor de DACA. / Youtube, documental DACAmented

Confieso que se me sube la presión de la sangre cuando pienso en Elisa (nombre cambiado) y tantos jóvenes como ella. Elisa es una joven cristiana que tiene un corazón de servicio. Terminó sus estudios universitarios y teológicos y está sirviendo a su comunidad. Es parte de su iglesia y está bendiciendo a una nueva generación con sus dones y su testimonio. Elisa ha demostrado el llamado divino al ministerio y está sirviendo a muchos en el nombre de Cristo. Dios la está usando de tantas maneras y anticipo que la seguirá utilizando para su gloria.

¿Por qué me enojo al pensar en ella? Elisa tiene la “desgracia” de haber nacido en un país de América Latina y de haber llegado a este país con sus padres indocumentados cuando tenía pocos años de vida. Se crió y se educó en los Estados Unidos y se ha comprometido a servir a Dios y a otros en este país. Pero ella es “indocumentada”, una DACAmentada (persona que se benefició del programa DACA comenzado por el presidente Obama). El presidente Trump eliminó el programa DACA, dejando en limbo a esta generación de más de 800,000 jóvenes. El presidente dice que quiere que el congreso apruebe una ley a su favor, pero el congreso no actúa y cuando ha intentado actuar el presidente ha bloqueado sus esfuerzos. Así que, si no hay un cambio pronto, Elisa será tratada como una persona non grata en el país de su crianza y formación. 

Mi único consuelo al momento es que Elisa está bien ubicada en este país y que las cortes han defendido los derechos de los DACAmentados, hasta el momento. Elisa sigue sirviendo, aunque bajo la nube de inseguridad sobre su futuro. En este momento es altamente improbable que ella sea deportada. Pero por allí hay personas que están seguras que le harían un favor al país si la deportaran. Y, aunque son una minoría, tienen suficiente poder político para frenar los intentos de la mayoría por hacer permanentes los acuerdos de DACA a favor de estos jóvenes.

Lloro por los políticos nos quieren persuadir de que los DACAmentados son criminales que merecen el castigo de la deportación. Siendo que Elisa es muy inteligente no dudo que podría hacerse vida en el país de su nacimiento y que sería de gran bendición allí, si es que tuviera que irse. Pero ella es de acá, fue educada acá y está contribuyendo al shalom de este país. 

Sigo orando por el arrepentimiento de aquellos que se han beneficiado, directa o indirectamente, de la mano de obra de los padres de Elisa y que ahora los querrían deportar. Nuestro país se beneficia de los inmigrantes, pero también se beneficia del hecho que que son indocumentados y que tiene pocos derechos legales. Que Dios tenga misericordia de nuestro país por el trato que le hemos dado al extranjero. También oro que no caigamos en la trampa de abrirle la oportunidad a los DACAmentados a costo de culpar y castigar a sus padres.

Así que sigo orando por Elisa y por todos los DACAmentados. Doy gracias a Dios por su contribución a nuestro país. La gran mayoría de los DACAmentados han tomado en serio la oportunidad y ya están contribuyendo al bienestar nacional de tantas maneras. ¡Gracias, Elisa! ¡Gracias, DACAmentados! ¡Y gracias a todos los que están trabajando para que se ponga en orden su estado legal!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Caminando con el pueblo - Cuando pienso en Elisa