No me siento representado

 Ni representan el amor que pretenden sentir, ni me representan unos medios que hablan de todo, pero casi nada de los compositores de la bonita balada: Raúl Gómez y Sylvia Santoro, ambos cristianos.

05 DE MAYO DE 2018 · 16:00

Eurovisión 2018, los representantes de España Amaia y Alfred,Eurovisión 2018, Amaia Alfred
Eurovisión 2018, los representantes de España Amaia y Alfred

Se lee poco, menos de Historia y ello que se manipula hoy por Provincias al gusto de los Partidos gobernantes, y no digamos del libro de los libros “La Biblia”. Se escribe con faltas de ortografía. Se habla con no muchas más de trescientas palabras. La defensa de las ideas ha sido sustituida por los decibelios de los berridos, del grito, del insulto y de las pintadas que no respetan ni puertas ni paredes ajenas.

Los señores feudales han sido reemplazados por los presidentes autonómicos y sus gobiernos. Desde el pasado 15 de Marzo, sabemos por el CGPJ que tenemos en España 250.000 aforados, es decir, personas que gozan del derecho de ser juzgadas por un tribunal diferente al que les correspondería según sus fechorías de no tener esta especial condición.

Se recogen firmas para que el F.C. Barcelona, digno Campeón del doblete conseguido con regularidad, vaya a Berlín a ofrecer sus títulos al señor expresidente, en lugar de ofrecerlos a la “Moreneta” o “la Mercè.

Nos estamos acomodando a un estilo de vida, que aunque conocemos el derecho a un trabajo digno, nos estamos volviendo perezosos en lugar de diligentes en nuestros deberes.

No moderamos nuestros deseos de adquirir posesiones materiales que nos llevan a la codicia y a una actitud materialista hacia todo. Cuando nunca deberíamos perder el amor y la misericordia hacia los demás.

Exigimos con facilidad y vocerío por los derechos justos para todos, como sueldos adecuados al trabajo realizado bajo las condiciones más optimas, pero apenas reparamos en las perfectas Leyes Divinas, que crean una conciencia que obliga a todos a ayudar a los demás.

Sean vecinos inmediatos por los que hay que empezar o los más remotos que viven en partes más necesitadas que las nuestras... enseñanzas que solicitan que seamos buenos mayordomos de lo que adquirimos, y sepamos luchar por ejercer una influencia personal en las esferas de nuestros prójimos, mejorar las estructuras e instituciones de la sociedad que puedan ofrecer posibles soluciones a los problemas de desempleo, hambre, falta de vivienda adecuada, ausencia de educación y atención médica y esforzarse en contra de los vicios que corrompen.

Y en este poco animado espíritu “Desde el Corazón”, cuyo estado de emociones me llevan a buscar recursos de “todo a Cien” me acuerdo que a partir del 8 de este Mayo, empieza este tontorro “Festival de Eurovisión”, que pese a los años, y la impresionante tecnología de imagen que cada año se supera, se deteriora más y más musicalmente y al menos para mí, se hace tedioso.

En los próximos días, en tres diferentes fases se celebrará el famoso, que no quiere decir “grandioso” 63º Festival de Eurovisión.

Puedo aportar pruebas sobre éste cada año más imbecillis certamen musical, de muchas de las cosas que escribo, pues miles de miles de escritos hay en las redes sociales, pero simplemente usaré de mi memoria.

Pues habiendo hecho por más de veinte años programas de Radio sobre este evento, venido a menos musicalmente, pero a más como “espectáculo”, algo se nos queda en la mente.

Uno aún recuerda la melodía de Gigliola CINQUETI con su “Non ho l’età” (1964 cantada en italiano), o la bella melodía en alemán y francés de Udo JURGENS “Merci Chérie” (1966 Austria), la impactante musicalidad de “Waterloo” cantada en Inglés, que catapultó al magnífico conjunto ABBA (1974) y puso a Suecia entre los Países más galardonados.

Y entre estos años, llegó la hora de España, con su “La, La, La” de Massiel cantada en español (1968) que dejó unas no publicadas informaciones por censura en aquel tiempo, pero que se han guardado en hemerotecas y hoy se pueden investigar en muchos medios de comunicación impresa: canción que elegantemente se negó a cantar un digno Juan Manuel SERRAT, por no dejarle cantar en Catalán las breves estrofas de una canción cuyo 80% de su “poesía” es el repetitivo estribillo “La, La, La”.

Se cree, que por tal razón, Franco ordenó a su fiel Director General de TVE Juan José ROSÓN: “como sea, España tiene que ganar este año el Festival de Eurovisión. Disponga de lo que sea necesario” y vaya que ROSÓN dispuso de medios y jurados europeos en los que encontró caminos de debilidad.

El Reino Unido que quedó en segundo lugar con su “Congratulations” nunca explicó si sus “Felicidades” eran irónicas por la trama o simplemente una canción de Cliff RICHARDS. Al parecer el soborno triunfó una vez más y así sigue.

Y por fin llegamos al 2018, al espectáculo de este año. Con el que quiero presentarme usando una frase de Enrico LETTA, ex primer ministro italiano quien escribe: “¡muchos europeos se cansan ya de la política espectáculo!” y la hago mía, para decir que “ya me cansé del camelo musical”; menos música buena que antaño pero más bufonada que el ayer.

Y no me siento representado en nada. Me avergüenza que la niñita Amaia, se haya llevado para leer el libro de “España de excreción” (cambio el título por suavizar el desagradable original) que le ha regalado su dulce Alfredito, la pareja que cantará.

Si tanto les ha gustado el libro de Josep PLA, relato crítico del mal trato que da España al mundo de la cultura y en concreto a la música, ¿por qué no hacen como el elegante Juan Manuel SERRAT -este sí es un buen músico‑ y reniegan representar a España que les parece una boñiga?

No, no me representan. Ni representan el amor que pretenden sentir, que tan bien va para crear imagen y puntos, como verdadero amor. Ni me representan unos medios de comunicación que hablan de todo y todos, pero no dicen casi nada del compositor de la bonita balada Raúl GÓMEZ, con apoyo de Sylvia SANTORO, ambos cristianos, buenos músicos y cantautores ¿será porque son cristianos comprometidos? y llegado aquí, me doy cuenta que he olvidado que este es el Boletín de la Iglesia… y yo, me he descuidado ¿me lo perdonan por esta vez?.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde el corazón - No me siento representado